“Lo que Dios ha unido” Mc 10,2-16 Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso
Brant 1. JESÚS FUE A LA REGIÓN DE JUDEA Y AL OTRO
LADO DEL JORDÁN. Después de una breve indicación geográfica, san Marco
recoge la escena en que los fariseos le preguntan, tentándole, sobre la
licitud del divorcio. Pero omite lo que san Mateo resalta: si se puede hacer
por cualquier causa. Era tema discutido en las escuelas rabínicas. Pero, como
aquellos casos concretos rabínicos no interesaban a los lectores
étnico-cristianos de san Marco, lo omite. Sólo le interesa enseñar la
absoluta indisolubilidad del matrimonio. San Marco trae como propio las preguntas que sobre el tema
le hacen los discípulos en casa. Igualmente plantea el divorcio desde el
punto de vista de la mujer — derecho greco-romano —, que también estaba algún
tanto en uso, mientras que san Mateo se atiene a la iniciativa del hombre,
conforme a la ley judía. 2. ¿ES LÍCITO AL HOMBRE DIVORCIARSE DE SU
MUJER?. Los fariseos, que se caracterizaban por su rigor y
austeridad en el cumplimiento de la letra de la ley y en la atención a los
aspectos externos de los preceptos religiosos se acercaron a Jesús para
ponerlo a prueba, entonces le preguntaron: ¿Es lícito al hombre divorciarse
de su mujer?. Cuando hablamos de algo lícito, es porque esta permitido por la
ley, pero aquí esta pregunta la orientación es, si es justo desde el punto de
vista de la razón o de la moral, la pregunta es hecha de manera queriendo
obligar a Jesús a que opine sobre esta disputa que permitía el divorcio
literalmente por cualquier razón o causa, o sólo por causa de adulterio. Pero Jesús afirma categóricamente sobre lo indisoluble del
vínculo matrimonial, revalidando la dignidad del matrimonio, rechazando la
teoría del repudio, y restaura el derecho en su sentido original, sin dejar
de recordar que Moisés les permitió divorciarse de su mujer, debido a la
dureza del corazón, pero al principio no era así. “Si Moisés les dio esta
prescripción fue debido a la dureza del corazón de ustedes” 3. UN AMOR PARA SIEMPRE El amor que nos prometemos al casarnos, es un amor para
siempre, de lo contrario no estaríamos siendo honestos y sinceros, por tanto
el amor tampoco seria verdadero. Como humanos, por lo general somos
inconstantes, y tenemos facilidad para el cambio, en especial con el carácter
de persona, y esta forma de ser voluble, es una amenaza para la permanencia
del amor. Entonces la intervención de Dios en nuestra unión como esposos, es
garantía de indisolubilidad de este sacramento. Esta es una obra de la
creación, es obra de Dios, en la que los hombres no podemos intervenir. Sin embargo, muchas veces concientes que la unidad y la
indisolubilidad del matrimonio son dos cualidades establecidas por Dios, se
le exige intervención a la Iglesia e incluso se le hace ver que es demasiado
terca, firme, perseverante o excesivamente tenaz en este propósito, pero con
lo que nos dice Jesús, significa que ni la misma Iglesia puede intervenir,
por tanto, lo que debemos comprender que lo que esta haciendo es ser fiel a
lo mandado por Dios. 4. EL QUE SE DIVORCIA DE SU MUJER Y SE CASA
CON OTRA COMETE ADULTERIO Jesús quiere devolver a la ley divina, su primitivo vigor,
y dice: El que se divorcia de su mujer y se casa con otra comete adulterio
contra aquélla; y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro,
también comete adulterio. Es cierto que muchas veces el matrimonio no es algo fácil,
en otras palabras tiene su cruz y en ocasiones muy pesada, más aún si se mira
como algo del cuerpo y de sus instintos, o relacionado con ellos, esto es
carnal, pero si al contrario, si lo miramos con algo más de espíritu, y
tomamos conciencia de que es un gran sacramento, descubriremos la riqueza del
matrimonio. 5. NO TODOS ENTIENDEN ESTE LENGUAJE Y así Jesús no aprobó la conclusión de no conviene
casarse, (Mateo 19-3-12) y alaba la castidad consagrada, entonces responde:
No todos entienden este lenguaje, sino sólo aquellos a quienes se les ha
concedido. En efecto, algunos no se casan, porque nacieron impotentes del
seno de su madre; otros, porque fueron castrados por los hombres; y hay otros
que decidieron no casarse a causa del Reino de los Cielos. ¡El que pueda
entender, que entienda!. Esta es una invitación a la continencia perpetua a los que
quieran consagrase exclusivamente al Reino de Dios, pero este ideal no es
válido para todos, sino para aquellos a los Dios llama a tal estado y que
tienen una firme voluntad de guardarla. Entonces nosotros tenemos que saber
cual es el estado de vida que Dios nos ha señalado en el puesto que hemos de
servir, sea este el camino del matrimonio cristianos, o la soltería o la
virginidad consagrada. 6. DEJEN QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN A MÍ Le trajeron unos niños a Jesús para que los tocara, pero
los discípulos los reprendieron. Era costumbre bendecir los niños por los
jefes de la sinagoga, los Judío tenían por costumbre presentar sus hijos a
los rabinos, de ellos los niños recibían la bendición con imposición de las
manos. Lo mismo que los hijos y discípulos se hacían bendecir por sus padres
y maestros. Así fue, como la gente trajo sus hijos para que Jesús les
impusiera las manos, pues veían en Jesús la facultad de realizar milagros o
actos extraordinarios. En ese momento Jesús estaba enseñando, y los apóstoles
no miraron con buenos ojos este proceder de los padres y los niños, entonces
ellos reprendieron a los muchachos, quizás pensaron que molestarían al
Maestro, también los niños deben haber actuado como son hasta hoy, donde
ellos ven cariño, se acercan con mucha confianza. La imposición de manos, si les evocaba la bendición de
Jacob sobre sus hijos (Gen 48:14), también podríamos pensar en su necesidad
para un efecto prodigioso, como la hemorroísa. 7. EL REINO HA DE RECIBIRSE COMO LOS NIÑOS
LO RECIBEN. Conforme a las ideas del medio ambiente, no se refiere
tanto a la inocencia como a lo casi nada que para un judío significaba un
niño. Frente al orgullo y exigencia farisaicos, el reino es simple don del
cielo. Si los apóstoles querían impedir su acceso a él, aparte de
lo que podría haber de alboroto por acercarlos a Jesús, podrían pensar el que
eran niños: cosa sin gran valor para un judío. Cuando veamos a los niños acercarse al presbiterio,
dejémoslo, esa confianza que a ellos les inquieta se les confirma en el
corazón, la presencia de Cristo en el altar, allí está su cuerpo y sangre en
cada eucaristía, aún más invitemos a los niños al sagrario, digámosle que es
el tabernáculo, enseñemos a nuestros muchachos a orar, a hacer sus plegarias
frente al santísimo, acostumbremos a nuestros niños a ofrecer sus oraciones
por ellos y por sus familia al Señor Sacramentado, es justo eso lo que Jesús
no esta pidiendo, “Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan,
porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos” 8. LA SENCILLEZ DE CORAZÓN ES RECLAMADA CON
INSISTENCIA Jesús no solo quiere demostrarnos su gran amor por
nuestros niños, en los Evangelios la sencillez de corazón es reclamada con
insistencia, la limpieza y la humildad e espíritu es un requisito indispensable
para llegar al Reino de los Cielos y Jesús quiere que todos lleguemos, por
esa razón nos invita a ser como niños, por que en ellos las virtudes no están
contaminadas, siempre esta presente la docilidad, y la buena disposición. Cuando un niño asiste a una catequesis, oye, presta
atención, pregunta y lleva a su corazón lo aprendido y lo hace con sencillez,
es así, como Jesús ve en los niños el prototipo de sus discípulos, igual como
los niños abren sus corazón, sin contradicciones al espíritu, sin juzgar el
plan Salvador de Dios, así quiere nuestra disposición a oír los Evangelios. Fomentemos en nosotros y nuestros niños las virtudes de
los infantes, inocencia, sencillez de corazón, sinceridad, credibilidad,
docilidad y buena disposición, especialmente para descubrir en los Evangelios
el camino para participar en la pertenencia del Reino de los Cielos. El Señor les Bendiga Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant |
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