“Un
profeta es despreciado solamente en su pueblo, en su familia y en su casa” Mc 6,
1-6a Autor:
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant 1. EL RECHAZO DE ISRAEL RESPECTO A LA REVELACIÓN DE DIOS
EN JESÚS Este episodio desarrollado en la sinagoga
de Nazaret, representa el rechazo de Israel respecto a la revelación de Dios
en Jesús. Aquí no se entiende propiamente por “Israel” el nombre de un
pueblo, sino los que son más íntimos a Jesús, la gente de su tierra, de su
casa, su vecinos más próximos y los que le vieron crecer. Este suceso se desarrolla en el camino de
regreso de la casa de Jairo, en el pueblo de Nazaret (tan pequeño e
insignificante que ni siquiera aparece nombrado en el Antiguo Testamento), a
donde sabemos que había llegado la noticia de los prodigios realizados por él
en toda la Galilea; Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado
Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies, rogándole con insistencia (Mc 6, 2). 2. ¿DE DÓNDE SACA TODO ESTO? Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en
la sinagoga de su pueblo, Nazaret. Se puso a enseñar de tal manera que todos
estaban maravillados, sin embargo de entre sus mismos coterráneos, celosas
palabras de admiración escandalosa brotan de ellos; ¿De dónde saca todo esto?
¿Qué sabiduría es ésa que le ha sido dada y esos grandes milagros que se
realizan por sus manos? Los nazaretanos oyeron hablar de los
milagros de Jesús, y reconocen que los realiza, pero como un simple
instrumento o intermediario. Por eso, la sabiduría que tiene “le ha sido
dada,” y los “milagros se hacen por su mano.” Es lo mismo que se dice de
Moisés. Pero su creencia en El, aún por sus milagros, es muy primaria.
Probablemente desconfían del valor de sus obras, mientras no sean reconocidas
por tales en Jerusalén por los doctores (Jn 7:3-5). Es un caso de estrechez
popular y familiar. Aparte, que era creencia que no se sabría el origen del
Mesías. 3. ¿NO ES ACASO EL CARPINTERO? Hay en los coterráneos de Jesús una gran
sorpresa, ellos le conocían desde niño y quizá se preguntaron: ¿cómo había
cambiado tanto? En otras aldeas cercanas como Cafarnaúm habían recibido las
enseñanzas de Jesús, sin embargo los habitantes de Nazaret habían quedado
escandalizados y no lo aceptaban. ¿Por qué?, ellos dan algunos motivos: ¿No
es el hijo de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y
sus hermanas no viven aquí entre nosotros? Lo más seguro es que cuando se
citan “hermanos” y “hermanas” de Cristo, sean estos parientes en grados diversos
del mismo. A Jesús se le hace “artesano”, carpintero.
Pero entonces, y en aquel villorrio, los oficios de un “artesano” podían
extenderse a otros pequeños menesteres. Sin embargo por conocer a sus
familiares desestiman sus poderes y se “escandalizan” de Él. No admitían el
misterio de Dios presente en una persona tan común como ellos. ¡Para poder
hablar de Dios debería ser alguien distinto a ellos! 4. “UN PROFETA ES DESPRECIADO SOLAMENTE EN SU PUEBLO No hubo una buena acogida para Jesús, y
ellos eran las personas que habrían de aceptar la Buena Nueva como un
privilegio, sin embargo no son exactamente las primeros en no aceptarla. Por
tanto, el apuro no es sólo, con los de fuera, sino también con los parientes
y con la gente de su pueblo. No deja de extrañar el que Jesús diga aquí
que sólo en su patria y entre los suyos es desestimado un profeta, cuando
precisamente viene de la región de los gerasenos, de donde le rogaron se
fuera de allí. La frase es un proverbio. En todo caso, Cristo en la región de
Gerasa se presentó como un desconocido, mientras que en Nazaret vino
precedido de la gran fama de los milagros. 5. LA MULTITUD QUE LO ESCUCHABA ESTABA ASOMBRADA La primera reacción, después de haber
escuchado su Palabra autorizada, es la de admiración; “la multitud que lo
escuchaba estaba asombrada”, una señal del evangelista para indicar el
carácter de revelación de la predicación de Jesús. Esta “admiración” verdadera que Jesús tiene
a causa de la “incredulidad” que tenían en Él, en nada va contra la plena
sabiduría que tiene por su ciencia sobrenatural, ya que esto no es más que un
caso del ejercicio de su ciencia “experimental,” como la teología enseña. Y,
sobre todo, la descripción popular: un modo de acusar su actitud ante ellos. Esto que sucede en esta escena sigue siendo
habitual, no concebimos posible que alguien que convive con nosotros pueda
ser mejor o que tenga cualidades extraordinarias. Siempre habrá grandes cualidades que
admirar en las personas que nos rodean, y no tiene sentido escandalizarse y
entristecerse porque son mejores, ya que no podemos ser nosotros los mejores
en todos los aspectos, admirar cualidades de los demás es un hermoso
sentimiento, y para los envidiosos una amargura. 6. Y ÉL SE ASOMBRABA DE SU FALTA DE FE. Las cinco preguntas que siguen indican, sin
embargo, la duda de sus hermanos y conocidos: el problema tiene que ver,
esencialmente, con el origen de Jesús; “¿De dónde...”, lo que equivale a
decir que el conocimiento directo de su ambiente familiar les impide
reconocer en él al enviado de Dios. Jesús sigue siendo para ellos únicamente
“el carpintero” del pueblo, el “hijo de María”. La imposibilidad de hacer milagros en la
que se encuentra Jesús pretende significar que la incredulidad, en cuanto
rechazo de la oferta salvífica de Dios, impide la manifestación de cualquier
acontecimiento de salvación. Frente a ese rechazo, Jesús estaba sorprendido;
“Y él se asombraba de su falta de fe”., y toma sus distancias respecto a
ellos, declara su “no-connivencia con su falta de fe, para mostrar el contraste
radical entre el plano de la salvación de Dios y la incredulidad de los
hombres. Lo que provoca el escándalo es la
pretensión del hombre-Jesús de situarse como lugar de la revelación de Dios,
escándalo que alcanzará su punto más elevado en la muerte del Hijo de Dios en
la cruz. 7. COMO SUFRE AQUEL QUE SIENTE CELOS Y ENVIDIA PORQUE UNO
DE CONDICIÓN MAS HUMILDE ES MÁS ALABADO Si nosotros vemos en esta expresión ¿de dónde
le vienen?, incomprensión, especialmente porque conocemos a Jesús, hagamos un
esfuerzo por captar lo bueno y positivo que hay en quienes nos rodean, y así,
buscar que en nosotros haya capacidad de admiración por la gente a la que
conocemos. ¿No es éste el carpintero, el hijo de
María, el hermano de Santiago, José, Judas y Simón?, se preguntan sus
paisanos, como queriendo decir que los que son hijos de un artesano, no
pueden mostrar sabiduría. Es conocido como sufre aquel que siente celos y
envidia porque uno de condición más humilde es más alabado, seguramente
porque piensa que la gloria que se le tributa se la están robando a él,
entonces sus mal corazón intenta calmar este dolor despreciando el origen de
quien sobresale más que él. 8. “UN PROFETA ES DESPRECIADO SOLAMENTE EN SU PUEBLO, EN
SU FAMILIA Y EN SU CASA”. Y Jesús era para ellos fue un motivo de
escándalo. Entonces les dijo: ““Un profeta es despreciado solamente en su
pueblo, en su familia y en su casa”. Y no pudo hacer allí ningún milagro;
sólo curó a algunos enfermos imponiéndoles las manos. Jesús, estaba extrañado de la incredulidad
de aquella gente. Así fue como Cristo, dejo a los suyos y se fue a predicar a
otro lugar, y esto para nosotros hoy debiera entristecernos mucho, que EL no
abandone por nuestra falta fe, es así como pongamos todo lo necesario de
nuestra parte para que el Señor nunca nos deje, y para que esto no ocurra
nuestra fe debe ser honesta y sincera. 9. NUESTRA CEGUERA ESPIRITUAL NO NOS DEJA VER También nos está enseñando este Evangelio,
que no podemos amar al Señor, si sentimos desprecio por algún hermano,
especialmente si en el miramos su condición social, económica o racial. Hagamos un esfuerzo para no juzgar a los
demás por las apariencias, y sepamos ver en otros su coherencia de vida, la
rectitud de su espíritu, su calidad humana, capacidad de justicia, su
sabiduría y que sea para nosotros un ejemplo su camino de santidad. En este Evangelio, Jesús nos hace ver como
nuestra ceguera espiritual no nos deja ver sus obras salvadoras, que él nos está
mostrando su voluntad y no somos capaces de verla, ¿está contrariando nuestros
gustos?, ¿nos está delatando nuestra soberbia?. La
Paz de Cristo Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant XIV
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