“Discípulos y
misioneros, enviado a predicar, exhortando a la conversión” Mc 6, 7-13 Autor: Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant 1.
DICIPULOS Y MISIONEROS, Después de la ceguera que había encontrado en su pueblo de
Nazaret como consecuencia de la incredulidad de sus coterráneos, continúa
Jesús su tarea de anunciar el Reino de Dios y lo hace mancomunado con sus
discípulos. Como ya vimos en otro capitulo anterior, (Mc 3,14-15), Jesús
“designó entonces a doce, a los que llamó apóstoles, para que lo acompañaran
y para enviarlos a predicar con poder de expulsar a los demonios” Ahora el Evangelio nos señala un segundo aspecto de la
vida del discípulo: el de misionero. Jesús, toma la iniciativa y les señala
las condiciones a sus amigos, de cómo deben desenvolverse en la misión que
les encomienda. Jesús, hace partícipe a sus misioneros de su mismo poder para
que prosigan su obra. 2.
LOS ENVIÓ DE “DOS EN DOS” Jesús, hizo participe a los apóstoles a su obra y los
comienza “enviando” de “dos en dos” por las ciudades, seguramente de Galilea.
Así les permitía atender a un mayor número de gentes. La forma de a dos en
que los envía, les permitía ayudarse y tutelarse. Nadie podía sospechar de
aquel que tiene un testigo. Repartidos en esta forma diseminada, impedía el
provocar una reacción excitada, pero permitía hacer despertar más esta idea
mesiánica, preparando su “venida.” Y les señaló el tema de la predicación, la
conducta que debían seguir, y les acreditó con el poder que les confirió de
hacer milagros. Un condición importante, consiste, básicamente en anunciar un mensaje que debe animar y
confortar a los hombres, el Reino de Dios está presente y es apremiante
convertirse, luchar contra el maligno, realizar curaciones como signos
probatorios de la Palabra proclamada y como primicias del mismo Reino.
“Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos
demonios y sanaron a numerosos enfermos” 3.
Y LES ORDENÓ QUE NO LLEVARAN PARA EL
CAMINO MÁS QUE UN BASTÓN Jesús le hace algunas prohibiciones como que no lleven
pan, ni provisiones ni dinero y que no tuvieran dos túnicas, además les manda
calzarse con “sandalias.” El Señor
quiere que vayan a todos los hombres, especialmente a los más necesitados,
pobres y rechazados. Donde vayan, irán en busca de hospitalidad: “Permanezcan
en la casa donde les den alojamiento”, no obstante, a donde ellos lleguen,
serán completamente pobres. El que va a predicar la salvación, representa al Mesías
crucificado, por tanto. Talvez el Señor quiere que tengamos esto presente,
aún en nuestro aspecto de vida escondida, crucificada, en la pobreza y
debilidad, en nuestras limitaciones. Lo profundo en este mensaje, es hacer
nuestra tarea en la humildad y en la carencia de medios humanos. Hoy vemos
esto como algo difícil porque no podemos prescindir de ellos, sin embargo lo
que importa es no poner nuestro afán en los medios que tenemos que tener para
hacer nuestra misión, es decir, emplear los medios de este mundo para el
servicio de Dios, sin estar apegados, sino desprendidos totalmente de ellos.
“Cuando los envié sin bolsa, sin
alforjas, sin calzado, ¿les faltó alguna cosa? Nada, dijeron ellos.(Lc 22,
35) 4.
LLEVAR AL MUNDO, EL MENSAJE DEL SEÑOR
CON SOBRIEDAD Tenemos necesidad de llevar al mundo, el mensaje del
Evangelio con sobriedad, este modo debe ser la característica principal de la
forma de vida del discípulo y misionero, para que lo que se anuncie sea
acogido con cariño. La sobriedad, no solo sólo debe entenderse como la forma
de vestirse, sino que además en la prudencia y compostura, de modo que la
palabra que se proclame provea confianza al que la recibe. La Palabra tiene
un valor que está más allá de cualquier tipo de riqueza, eso es lo
importante, por lo cual el discípulo y misionero debe consagrarse
íntegramente. También, tal como nos ha
advertido Jesús, el llevar esta Palabra no es una tarea fácil y habrá
oposición y consecuencia al predicarla, y no nos debe extrañar que esto
suceda, al mismo Jesús le ocurrió como vimos en el capitulo anterior, donde
el Maestro decía; “Ningún profeta es tenido en poco sino en su patria y entre
sus parientes y en su familia”. Por tanto, tenemos que ser conciente, de que
no siempre tendremos éxito en nuestra misión. Hoy las condiciones para entregar el mensaje del Evangelio
ya no son las mismas de antes, algunos solo lo hacen a través del púlpito,
(es más cómodo), otros se esfuerzan y salen a la calle, donde muy pocos se detienen a oírlo, también nos llega a
través de la radio, la televisión y el Internet, pero lo más importante es
que la Palabra sea creíble y el verdadero propósito del mensaje que se
anuncia se atesorado en el corazón de los hombres. 5.
Y UNGIENDO CON ÓLEO A MUCHOS
ENFERMOS, LOS CURABAN. El aceite era un remedio medicinal muy usado en la antigüedad.
Su práctica en Oriente era usual hasta en nuestros días. Los apóstoles usan
lo que era un remedio corriente. Pero en todo el contexto resalta que los
apóstoles, que han recibido poderes y facultad de realizar milagros o actos
extraordinarios, no los van a emplear como simple remedio medicinal. Es lo
que parece más lógico. ¿Curaban todos a los que se lo aplicaban? No se dice.
La frase general de San Marco deja un amplio margen de valoración. Estas
unciones tenían, al menos en muchos casos, valor instrumental de poder
sobrenatural. Naturalmente, se piensa en la analogía que este rito de
curación pudiera tener con el rito sacramental de la “Unción de los
enfermos.” Pero la finalidad directa por la que usan este rito los apóstoles
en esta misión es el realizar milagros: para curar las enfermedades
corporales milagrosamente, conforme al poder que Jesús les confirió. Pero los
apóstoles no tenían aún el poder de perdonar sacramentalmente los pecados.
Por eso, no pasa esto de ser un preludio del sacramento de la Unción. La expulsión de los demonios los presentaba como ministros
del Mesías, anunciando la llegada del Reino. 6.
LA BUENA NOTICIA DEL EVANGELIO Jesús quiere que el mensaje de salvación llegue a todo
lugar, a muchas gentes, la Buena Noticia del Evangelio. El apóstol de
Jesucristo, es un enviado por El y su Espíritu. Jesús le confiere poderes a
sus enviados. Con esta reflexión nos debemos de animar, porque cada vez
hagamos nuestra tarea presentándonos como apóstol de Jesús, somos participes
del poder de sus mensaje. No tengamos miedo, no nos preocupemos si tenemos
cierta cualidades, si estamos bien preparados o no, si conocemos de teología
o no sabemos de eso, porque aunque las palabras sean nuestras, llevan el
Espíritu de Jesucristo con todos sus carismas. “No se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban
decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que
hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes.” (Mt 10,
16-23) 7.
SI NO LOS RECIBEN EN UN LUGAR Y LA
GENTE NO LOS ESCUCHA Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha,
al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra
ellos”. Estaba en las concepciones judías que, si uno venía de viaje de
regiones gentiles y no se purificaba al entrar en Israel, la profanaba con el
polvo que traía de esas regiones. Por eso estaba obligado a sacudir sus
vestidos y zapatos antes de entrar en Israel. Gesto que materialmente usaron
Pablo y Bernabé en Antioquía de Pisidia cuando los judíos levantaron una
persecución contra ellos. En todo caso, nuestra misión es ir a todos los lugares y
como dice el Señor: “Al entrar en la
casa, salúdenla invocando la paz sobre ella.” (Mt 10, 7-15). El apóstol
que no trae la paz, no puede ser considerado como apóstol de Cristo. Sin
embargo, el que no nos reciban, siempre nos puede suceder, hay mucha gente
que no quiere recibir el mensaje de salvación, se niegan a oír, no son
hospitalarios y se justifican con odiosidades que no debemos acoger, pero si
rezar para que se inviertan en ellos. 8.
ENTONCES FUERON A PREDICAR,
EXHORTANDO A LA CONVERSIÓN Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión;
expulsaron a muchos demonios y sanaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con
óleo. Ese era el tema principal la conversión. Por que Jesús vino a eso, para
conseguir la conversión de todos los hombres, pero El, busca que su
predicación llegue a más gentes, porque no todos podían oír sus palabras,
entonces preocupados por todos, envía a sus apóstoles a los hombres que
estaban lejos. Jesús, envía a sus apóstoles de dos en dos, pobres de
recursos mundanos, pero muy ricos en su palabra, simiente de gracia. Nosotros
hemos recibido gratuitamente, “de gracia”, la salvación del Señor, ¿y que
meritos hemos hecho de nuestra parte?. Jesús envió a sus doce íntimos amigos
a predicar una palabra que enseña amar a Dios y al prójimo; ¿Qué estamos
haciendo o qué nos proponemos hacer para anunciar a los demás el mensaje de
amor que hemos recibido? 9.
SOMOS APÓSTOLES CON LA MISIÓN DE TRANSMITIRLO
AL MUNDO Hemos sido elegidos por Jesucristo, quien nos llamo a la
fe, nos dio su mensaje evangélico, somos depositarios de el, y somos
apóstoles con la misión de transmitirlo al mundo. Y no lo hemos recibido para guardarlo para nosotros, es
para compartirlo con todos los demás, porque todos estamos llamados a la
salvación. Es así, hemos sido destinados a difundir el Reino de los Cielos,
esa es nuestra misión, somos misioneros porque la misión es la forma concreta
de manifestarle a Dios nuestro reconocimiento por haber sido llamados a ser
en el mundo testigos de su amor. Los apóstoles, discípulos y misioneros, somos todos los
miembros de la Iglesia, obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos,
aunque lo hagamos en distintos frentes y de diferentes maneras, todos estamos
encargados por Jesús a proclamar su Reino. Apostolado es toda actividad
efectuada por los cristianos que tiende a propagar el Reino de Cristo en el
mundo y Jesús es la fuente y el origen del apostolado de la Iglesia, y la
eficacia y la fecundidad de nuestra tarea depende fundamentalmente de nuestra
unión con Cristo. La paz del
Señor sea en su alma Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant XV
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