“Ustedes
también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos
pensada” Mt
24, 37-44 Autor:
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant 1.
SUCEDERÁ COMO EN
TIEMPOS DE NOÉ Como en tiempo de
Noé, a los hombres, despreocupados del castigo, haciendo su vida ordinaria,
de improviso los sorprendió el diluvio, así será “la venida del Hijo del
hombre” (Lc 17:26-30). ¿Es una intimidación? Ciertamente, también es una
advertencia intimidante, conminatoria para quien, justificándose con la
ignorancia de su venida, vive como la generación de Noé, en la total
ignorancia del Evangelio. Además, esta venida será inesperada, súbita, por
eso dice Jesús que “sucederá como en tiempos de Noé”,
en los días que precedieron al diluvio, “la gente comía, bebía y se casaba, hasta
que Noé entró en el arca”, y
llegó el diluvio, que “los arrastró a todos”. 2.
EL DESCUIDO EN
QUE ESTARÁN LOS HOMBRES HASTA ESE DÍA Esto indica el
descuido en que estarán los hombres hasta ese día, que puede ser una pequeña
época. Todo esto se dice para exponer la prontitud de esta venida y el poder,
ante ella, ponerse a salvo. Y se refuerza con una sentencia que se lee en san
Juan y que aquí se la toma en un sentido distinto: el que crea estar seguro
no huyendo perderá la vida, y viceversa (Jn 12:25). Por tanto, en esta
época, no seamos inútiles gastando el tiempo que tenemos a nuestra
disposición y a nuestra existencia, en pequeñeces y hagamos cosas importantes
como ir al encuentro personal con Jesucristo, y así dar a la libertad ese
gran aliento que sólo puede provenir de haber encontrado en Jesús la verdad y
el amor, ya que en el encuentro con la verdad del amor de Dios podemos
abrirnos a una realidad de inmensos horizontes. 3.
LO MISMO
SUCEDERÁ CUANDO VENGA EL HIJO DEL HOMBRE. “De dos hombres que
estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado. De dos mujeres que
estén moliendo, una será llevada y la otra dejada”. El Señor nos
presenta una obra selectiva en la parusía y también nos enseña con otras dos
comparaciones, junto con lo súbito de la “parusía del Hijo del hombre,” el
valor selectivo que afectará a las gentes. Los dos ejemplos son ambientales.
Dos hombres estarán en sus oficios de campo, y “uno será llevado” y “el
otro dejado”” Dos mujeres (Lc 17:35), ya que es lo usual, están
moliendo con un molino de mano, que se compone de dos grandes piedras planas
giratorias. Las dos están allí moliendo, y, en esta hora, “una
será llevada y la otra dejada”” Y tan imprevista
será esta venida, que dos personas que estén juntas, una, en esa venida,
experimentará los efectos disciplinarios, y otra no. Modo de expresar lo que
será el castigo de la ofensiva por una parte durante la actividad cotidiana
del trabajo y otra en la intimidad de los hogares. 4.
EL SEÑOR SABE A
QUIEN ELIGE POR SU FE En el mundo
convivimos juntos, hombres buenos y hombres malos, ricos y pobres, y no todos
los ricos son injustos ni todo los pobres son buenos, eso lo sabe el Señor.
El Señor sabe a quién elige por su fe, Él sabe a quién acepta y a quien deja.
De todos los que están caídos por la debilidad humana uno es abandonado, esto
es, reprobado y el otro es aceptado. Los que practiquen una vida buena y
humilde, serán aceptados; los que lleven una mala vida, egoísta y empapados
de la soberbia, serán reprobados. Por tanto, no nos
preocupemos de atarnos a las cosas de este mundo con tanto afán, no vivamos
pensando en las cosas materiales, en los goces y placeres, en otra palabras
no nos preocupemos en demasía por lo temporal, hagámoslo por nuestra
salvación, nada hay en este mundo que pueda comparase con el cielo. 5.
UNO SERÁ LLEVADO
Y EL OTRO DEJADO….UNA SERÁ LLEVADA Y LA OTRA DEJADA. Pero ¿a qué afectan
o suponen estas frases sobrentendidas de ser “llevada” o “dejadas”?
¿Acaso a la vida? En absoluto podría ser, indicándose así lo inesperado de
estos acontecimientos y la falta de precauciones tomadas; lo que describiría
cómo la muerte o la vida afectaban a personas que estaban juntas. Para los que
interpretan este pasaje del juicio final, la interpretación es sencilla:
serán “llevados” por los ángeles para colocarlos en el cielo, y los
otros “dejados” entre los condenados, o serán “llevados” para ser
reunidos al cortejo triunfal en la parusía. Pero no se prueba que sea el
juicio final 6.
ESTÉN
PREVENIDOS, PORQUE USTEDES NO SABEN QUÉ DÍA VENDRÁ SU SEÑOR. Esta necesidad de
la vigilancia; “Estén prevenidos”, es presentada por Mateo con dos
comparaciones o pequeñas parábolas. La primera comparación se toma de un “dueño
de casa.” La noche es la hora propicia para el robo y no se sabe “a
qué hora de la noche va a llegar el ladrón”. El cuadro tiene todo un
matiz local. Las casas palestinas estaban hechas, sobre todo en su techumbre,
de argamasa de barro con ramajes (Mc 1:2), y las paredes laterales no
raramente eran de adobes. De ahí la descripción del ladrón que va a: “perforar
las paredes de su casa” para entrar. Por eso, si el dueño de la casa
supiese la hora en que pudiese haber un robo en su hogar, “vigilaría” y no
dejaría que “perforasen su casa” para entrar a robar (2 Pe 3:4-14). En relato Jesús nos
exhorta a estar atentos y vigilantes, ya que no conocemos ni el día ni la
hora de su venida, y no lo hace para que nos desesperemos, no pretende
angustiarnos, lo que quiere es motivarnos en una siempre activa vigilancia, y
en una prudente espera, porque la angustia o temor, no es cosa de Dios, lo
que sí es cosa de Él, la bondad, la paz y la serenidad de espíritu. Es así
como. La vigilancia debe ser en aquello que nos aparta de Dios, lo que nos
aleja del cumplimiento de nuestros deberes y también para estar atentos a
responder adecuadamente al llamado del Señor. 7.
¿CÓMO ESTAMOS DE
PREPARADOS PARA RENDIR CUENTAS SI NOS LA PIDIERAN EN ESTE MINUTO? No obstante, no
olvidemos la recomendación de Jesús: “Estén prevenidos, porque ustedes no saben
qué día vendrá su Señor”. Si se olvidase esto, sucedería lo que al
hombre que no vela por su casa: le roban lo más valioso. El descuido nos
podría hacer perder -y para siempre- la gracia de Cristo que hace verdadera
la vida cristiana. Por consiguiente, vale la pena velar, tener despierta la
fe, porque ya está aquí la luz. No hagamos como los contemporáneos de Noé,
que fueron incapaces de levantar la cabeza para "acogerse" al don
de Dios. Es cierto que no
sabemos cuándo será este día que vendrá el Señor, sin embargo sabemos cómo
debemos estar preparados, y lo más seguros que nos sorprenderá, porque
vivimos en un ciega confianza que nos prepararemos a última hora, es muy
común dejar todo para última hora. Pero, ¿Cómo estamos de preparados para
rendir cuentas si nos la pidieran en este minuto? ¿Nuestra vida es para ser
pasada por un examen?, ¿hemos llevado una vida recta?, ¿hemos hecho buenas
obras?, ¿Lo que hacemos por nuestro prójimo es por amor o por algún interés
en particular? 8.
QUE SIGNIFICA
PARA NOSOTROS ESA VENIDA DEL SEÑOR Reflexionemos que
significa para nosotros esa venida del Señor, tal vez estemos algo equivocado
de cómo va a ser esta venida, como en el caso de los judíos, recordemos que
ellos estaban esperando un Mesías distinto a como se presentó Jesús, por eso,
cuando vino El, no fueron capaces de reconocer al Hijo de Dios. Es decir, Jesús ya
vino por primera vez pero no vino, como así sabemos, para muchos que lo
rodearon, lo vieron y lo escucharon, de estos algunos pudieron reconocer en
él, el Mesías, el Hijo de David, pero otros se burlaron y lo coronaron con
espinas. ¿No nos irá a pasar lo mismo a nosotros? ¿Vivimos preparados para
esta segunda venida? Pues si no aprendemos lo que nos enseñó en su primera
venida, si no profundizamos en sus palabras, jamás seremos capaces de
reconocerlo y experimentar el gozo de su segunda venida. El Señor les Bendiga Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant I Semana del Tiempo
de Adviento Ciclo A |
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