"Les aseguro que ningún
profeta es bien recibido en su tierra”. Lc 4,
21-30 Autor: Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant ocds 1. HOSTILES
ANTE EL ANUNCIO DE CARÁCTER UNIVERSAL DE LA MISIÓN DE JESÚS
Jesús se había
puesto a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban
maravillados, sin embargo de entre sus mismos coterráneos, celosas palabras
de admiración escandalosa brotan de ellos, algunos decían; "¿De dónde le
vienen, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? Lamentablemente, esta
escena sigue siendo habitual, no concebimos posible que alguien que convive
con nosotros pueda ser mejor o que tenga cualidades extraordinarias Sabemos de la
eficacia de la Palabra de Dios, en especial cuando llega al corazón sencillo
y dócil, por lo demás, esa es la condición o la obligación respecto a esa
palabra. Que distinta es la Palabra cuando la oímos y le abrimos el corazón,
que admirable nos resulta la Palabra sino no sólo la recibimos, aparte de
eso, la meditamos y la profundizamos. Así es, como la gente sencilla, estaba
llena de admiración por las palabras de gracia que salían de la boca de
Jesús. Sin embargo, en
este relato, los paisanos de Jesús se vuelven hostiles ante el anuncio de
carácter universal de la misión del Señor Jesús, la cual no está al servicio
de intereses particulares o de grupos, sino al designio de Dios de salvación
universal. 2. ¿NO
ES ÉSTE EL HIJO DEL CARPINTERO?
En este
Evangelio, las palabras de Jesús, advierten la incomprensión y la no aceptación
de sus palabras y sus enseñanzas. Ya había corrido mucho su fama de persona
que hace milagros y actos extraordinarios, hasta se debió de hablar pensando
en su mesianismo. Esto es lo que hace extrañarse a la gente de Nazaret, que
le escuchaba en la sinagoga. Las gentes veían en Jesús sabiduría y prodigios.
Pero ¿de dónde le venían, puesto que ellos conocían a sus padres y
familiares? Acaso flotase ya en ellos no sólo la extrañeza aldeana de no
concebir a uno de los suyos superior a ellos, sino que latiesen rumores de su
mesianismo. Como el Mesías debería ser de origen desconocido, no podía
conciliarse con el conocimiento que ellos tenían de sus padres. ¿No
es éste el hijo del carpintero?, se habían preguntados
sus paisanos, como queriendo decir que los son hijos de un artesano, no
pueden mostrar sabiduría. Es conocido como sufre aquel que siente celos y
envidia porque uno de condición más humilde es más alabado, seguramente
porque piensa que la gloria que se le tributa se la están robando a él,
entonces su mal corazón intenta calmar este dolor despreciando el origen de
quien sobresale más que él. Siempre habrá
grandes cualidades que admirar en las personas que nos rodean, y no tiene
sentido escandalizarse y entristecerse porque son mejores, ya que no podemos
ser nosotros los mejores en todos los aspectos, admirar cualidades de los
demás es un hermoso sentimiento, y para los envidiosos una amargura. Si
nosotros vemos en esta expresión, incomprensión, es porque conocemos a Jesús;
Entonces, hagamos un esfuerzo por captar lo bueno y positivo que hay en
quienes nos rodean, y así, buscar que en nosotros haya capacidad de
admiración por la gente a la que conocemos. 3. "LES
ASEGURO QUE NINGÚN PROFETA ES BIEN RECIBIDO EN SU TIERRA”
Y Jesús les respondió: Sin duda ustedes me citarán el refrán:
“Médico, sánate a ti mismo” Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que
hemos oído que sucedió en Cafarnaúm. La cita de
haber hecho muchos milagros en Cafarnaúm pudiera llevar agregado el celo de
pueblos rivales. Pero en el fondo de aquella argumentación late estrechez,
por eso les responde con el proverbio,
"Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra”. Además va a notificarles
el porqué de esto. El profeta obra en nombre de Dios los prodigios, sin que
esté, por lo mismo, sujeto a las exigencias de los hombres. Tal fue el doble
caso bíblico que les cita de Elías (1 Re 17:18ss) y de Elíseo (2 Re 5:1ss).
Ambos profetas fueron a realizar milagros fuera del mismo Israel: uno para
remediar un hambre devastadora va a casa de una viuda en Sarepta, en la
región de Sidón, y el otro, para curar de lepra a Naamán, de Siria, a pesar
de que la lepra era ordinaria en Israel. 4. “AL
OÍR ESTAS PALABRAS, TODOS LOS QUE ESTABAN EN LA SINAGOGA SE ENFURECIERON”.
Dice el
Evangelio: “Al oír estas palabras,
todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron”. Ante esto, la
reacción de los oyentes fue de un hostil tumulto. Veían a Israel pospuesto a
gentes no judías, por profetas. Y este rechazo del pueblo escogido, que
posiblemente interpretaron como una censura a ellos, les hizo abalanzarse
sobre El y sacarle del pueblo. Podemos observar
en este relato del Evangelio, que la actuación de Jesús desagradó sumamente a
los oyentes que no querían oír hablar de la buena noticia de su liberación
dirigida a los pobres, a los cautivos, a los ciegos y a los oprimidos, de una
amnistía general de Dios, del perdón otorgado a la humanidad entera,
cancelando para siempre el léxico de la venganza de las relaciones humanas,
por eso al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron;
aún más, se levantaron, y lo echaron fuera de la ciudad y lo llevaron hasta
un barranco de la montaña sobre la cual estaba construida la ciudad, con
ánimo de despeñarlo. “Pero Jesús,
pasando en medio de ellos, continuó su camino”. 5. ASÍ
FUE, COMO JESÚS, DEJO A LOS SUYOS Y SE FUE A PREDICAR A OTRO LUGAR.
Y Jesús, para
ellos fue un motivo de escándalo, especialmente cuando les hizo ver que un
profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia no hizo allí
muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente. Así fue, como
Jesús, dejo a los suyos y se fue a predicar a otro lugar. Esto para nosotros
hoy debiera entristecernos mucho, que EL no abandone por nuestra falta de fe,
es así, como pongamos todo lo necesario de nuestra parte para que el Señor
nunca nos deje. Para que esto no ocurra, nuestra fe debe ser honesta, sincera
y con mucho amor al Señor. Jesús, resucitado,
continúa hoy caminando en medio de la humanidad, especialmente entre los
pobres con la buena noticia, anunciando la liberación a los cautivos y en la
curación de los ciegos, como luz del mundo, dando libertad a los oprimidos y
a proclamando el año de gracia del Señor 6. JESÚS
NOS HACE VER COMO NUESTRA CEGUERA ESPIRITUAL NO NOS DEJA VER SU OBRAS
Cuando estamos
falto de fe, Jesús nos hace ver como nuestra ceguera espiritual no nos deja
ver su obras salvadora, Él nos está mostrando su voluntad y no somos capaces
de verla, ¿será porque está contrariando nuestros gustos?, ¿o nos está
delatando nuestra soberbia? Muchas veces el hombre busca a Jesucristo para
servirse de Él, especialmente de su nombre, y cuando no le es útil, lo
rechaza. Jesús rompe todos los esquemas de esta vida temporal. “Jesús, paso
por medio de ellos”, porque prefirió la antipatía antes que ceder en su
mensaje de salvación, y reprende a todo el que anda falto de fe. Así, con la
actitud de Jesús, aprendemos y nos animamos hoy, porque encontraremos
oposición en nuestro apostolado, pero no debemos desistir ni desanimarnos, al
contrario, con amor y gran caridad, mantengamos la adhesión incondicional a
Cristo, sin dejar de mantener la verdad del mensaje de Jesús, manteniendo
integro su mensaje, dejando de lado los halagos y complacencia a los que nos
escuchan, pero siendo firme con sus enseñanzas. Pero no podemos
amar al Señor, si sentimos desprecio por algún hermano, especialmente, si en
el miramos su condición social, económica o racial. Hagamos un esfuerzo para
no juzgar a los demás por las apariencias, y sepamos ver en otros su
coherencia de vida, la rectitud de su espíritu, su calidad humana, capacidad
de justicia, su sabiduría y que sea para nosotros un ejemplo su camino de
santidad. El Señor les Bendiga Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds IV DOMINGO CICLO
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