“Mujer, ¡qué grande es tu fe” Mt 15, 21-28 Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant 1 BUSCANDO UN LUGAR DE RETIRO Y REPOSO PARA
SUS AMIGOS DISCÍPULOS El episodio de la cananea, ocurre la comarca
de Tiro y Sidón, provincia de Siria. Había un cierto desprecio en la misión
de Jesús a los gentiles, del mismo modo, ellos se molestaban de decir que los
judíos son, simbólicamente, señores de ellos. Ese es el ambiente donde sucede este
relato, donde una mujer salió de sus contornos para ver a Jesús. El Señor se
había supuestamente retirado a esa zona al norte de Galilea, buscando un
lugar de retiro y reposo para sus amigos discípulos, algo que no habría
encontrado en la región de Betsaida (Mc 6:31). Hemos de suponer, que Jesús
tendría largas conversaciones de preparación y formación y diálogos sobre el
Reino con sus discípulos. San Mateo dice que con motivo de la
actividad de Jesús en Galilea, se había “extendido su fama por toda Siria”
(Mt 4:24). Tiro es vecino a Galilea, por tanto habían escuchado a Jesús en
esa zona, precisamente junto al lago. También habían sido testigo
presénciales de muchas curaciones (Mc 3:8.11). 2 UNA MUJER CANANEA SALE EN BUSCA DE JESÚS Entonces la noticia de su llegada por esa
provincia se supo con rapidez, por eso la mujer cananea sale en busca de
Jesús, ella necesita de él, y pide su ayuda. Esta mujer, viniendo al
encuentro de Jesús, según san Marcos, se echó a sus pies; y grita ¡Señor,
hijo de David, ten compasión de mí! Es grande la fe de la cananea, ella
verdaderamente cree en la divinidad de Cristo, lo llama Señor y en su
humanidad lo llama “hijo de David”. Este título era
mesiánico y estrictamente judío, sin embargo la cananea emplea este
calificativo. La resonancia de aclamaciones anteriores de las gentes se
extendía hasta esa región. (Mc 3:8). 3 LA CANANEA, NOS MUESTRA LO QUE ES TENER
UNA FE FIRME El acontecimiento de la mujer cananea,
destaca la fe de esta gentil frente al fariseísmo judío. Y lo que más llama la
atención de esta mujer, es su profunda humildad. Ella pide ayuda a Jesús,
pero reconoce que no tiene ningún derecho a esta ayuda. Ella lo espera todo,
la benevolencia y la misericordia de Jesús. La cananea, nos muestra lo que es tener una
fe firme, es además un verdadero ejemplo de paciencia y perseverancias,
porque con las cosas de Dios, hay que tener paciencia. Y también esta sufrida
mujer, nos enseña a no desanimarnos cuando parece que Dios no atiende de
inmediato nuestras peticiones y creemos que Él nos está probando nuestra fe. 4 NOS SUCEDE QUE SENTIMOS QUE EL SEÑOR NO
NOS RESPONDE Muchas veces nos sucede que sentimos que el
Señor no nos responde cuando le pedimos, y creemos que El
está indiferente a nuestras necesidades, entonces conviene hacerse algunas
preguntas, ¿Rezamos mal?, ¿Estamos pidiendo algo que el Señor sabe que no nos
conviene? Observamos la actitud de la Cananea,
conmueve su fe y esto produce asombro a Jesús. A pesar de las dificultades de
Jesús: “Yo he sido enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de
Israel”. No obstante, ella sigue esperando el milagro, sin
desanimarse. Es así como este relato nos invita a preguntarnos si tiene mi fe
esa misma vitalidad y atrevimiento de esta mujer, o si tiene esa capacidad de
esperar contra toda esperanza, o si las dificultades, ¿derrumban mi fe o, por
el contrario, la hacen crecer? 5 MI HIJA ESTÁ TERRIBLEMENTE ATORMENTADA
POR UN DEMONIO Hay que destacar, que ella no le pide al
Señor un favor haciéndole ver sus propios méritos, solo suplica la
misericordia de Cristo, y le ruega “ten piedad de mí”. Por cierto
ella pide por su hija, y como toda mama, siente que el dolor de una hija es
también su dolor. No obstante lo que importa, es el amor por
su hija, ella sabe muy bien lo que su hija necesita y está dispuesta a no
marcharse hasta que consiga el milagro. Insiste sin cansarse Es así como la mujer le dice a Jesús; “Mi
hija está terriblemente atormentada por un demonio” Conforme al medio
ambiente, atribuye el mal de su hija a un demonio. La sola expresión no basta
para dictaminar si se trata de una verdadera posesión diabólica o de modos
públicos y crédulos de juzgar así ciertas enfermedades. 6 LOS DISCÍPULOS SE ACERCARON Y LE ROGABAN:
ATIÉNDELA Jesús no le contestó una sola palabra; pero
los discípulos se acercaron y le rogaban: Atiéndela, porque viene gritando
detrás de nosotros. La mujer insistía mucho con sus gritos, es por eso que
los discípulos le ruegan que la atienda y la despida. Pero Jesús tarda en
responder, era la espera para avivar la fe. Con esa demora en responder, Jesús nos
muestra la paciencia y la perseverancia de la mujer cananea, pero además hay
otro detalle, el oye a sus discípulos cuando se acercaron y le pidieron: “Señor,
atiéndela”, es decir, Jesús nos enseña a rogar por las necesidades de
nuestro prójimo, independiente de quienes son, de nacionalidad o de que raza
o condición. 7 YO NO HE SIDO ENVIADO, SINO A LAS OVEJAS
DESCARRIADAS Jesús, les contestó a sus discípulos: “Yo
he sido enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel”,
que son los que están sumidos por la desorientación mesiánica farisaica. El
judío debería venir a la fe, por descender de los padres, y por haber tenido
las revelaciones. Recordemos que antes el Señor les había dicho: “Vayan, en
cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel” (Mt 10, 5), porque Él
había reservado su tiempo para la salvación de todos en el momento de su
pasión y luego su resurrección, entonces en seguida los apóstoles llevarían
la fe hasta lo último confín de la tierra” (Hech 1:8). 8 ¡SEÑOR, SOCÓRREME! Sin embargo, Ella se acercó entonces a
Jesús y postrada ante él, le dijo: “¡Señor, socórreme!” La respuesta
de Jesús, debe entenderse en el contexto como lo dice Marcos, primeramente
deje que atienda a los hijos, porque la intención no era no atender a la
mujer cananea, sino que primero debe atender a Israel, por eso Él le
respondió: “No está bien tomar el pan de los hijos, para tirárselo a los
cachorros”. Era conocido denominar de modo metafórico a los dioses
paganos como perros. Son entonces esta expresiones formas de enunciar termino
gráficos semitas, así es que no debemos pensar en boca de Jesús, palabra de
aspereza menos aún en la intención del Señor, que iba a elogiar la fe de
aquella mujer y sanar a su hija. Sabiamente, la cananea no se atrevió a
contradecir, no se entristeció, y no abandono al Señor. La fe, la humildad y
la paciencia, hacen admirable a esta mujer y ella estaba convencida de que
Cristo Jesús podía sanar a su hija. 9 SIN EMBARGO, SEÑOR, LOS CACHORROS COMEN
LAS MIGAS QUE CAEN DE LA MESA. Por eso ella respondió: “sin
embargo, Señor, los cachorros comen las migas que caen de la mesa de sus
dueños!”. Esta mujer no deja de insistir y
lo hace con fe, y responde con una razón conocida en los hogares, le dirá que
no hace falta que quite el pan a los hijos, sino que, como sucede en las
casas, sin quitar el pan a los hijos, los pequeños cachorritos comen también
del mismo pan. Ella ve en Jesús, como un gran padre de Israel, entonces podía
comprender esta situación mejor que los padres en el hogar, y así pidiendo
con todo su corazón, demostraba una fe y confianza única. 10 MUJER, ¡QUÉ GRANDE ES TU FE! Jesús, con su natural inclinación de hacer
el bien, compasivo y bondadoso, hace la excepción para esta mujer gentil.
Entonces Jesús le respondió: “Mujer, ¡qué
grande es tu fe” Que se cumpla lo que deseas. Jesús elogia la fe de
esta cananea, en contraste con tantas de Israel, de su mismo Nazaret y de su
misma coterráneos que no “creían” en El, Y en aquel mismo instante quedó
curada su hija. Fue un nuevo milagro a distancia. La mujer marchó llena de fe
en la palabra de Jesús, y así fue como volvió a su casa y encontró a su niña
acostada en la cama, habiendo ya salido el demonio. En este milagro, donde se produce finalmente
un acontecimiento de gran ternura, nos enseña del gran corazón de Jesús, El
ama a los hombres con una grandeza inimaginable, pero también nos deja una
bella lección, la confianza que debemos tener en El, como la tuvo la mujer
gentil. Aquí se hace un milagro a distancia, no hay autosugestión, y con una
curación instantánea. Jesús nos había dicho al inicio de este fragmento del
evangelio, Yo no he sido enviado, sino a las ovejas descarriadas de la casa
de Israel, había un privilegio de los judíos, pero el aprecia la disposición
de las gentes, de la salvación única de todos por la fe. Roguemos al Señor, nos regale la fe y que
nada nos haga perder nuestra confianza en su infinita misericordia. El
Señor nos Bendiga Pedro Sergio Antonio Donoso Brant Domingo
XXI Ciclo A |
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