¡QUE
ME BESE CON LOS BESOS DE SU BOCA! Comentario
al Cantar de los Cantares, 1, 2-3 Autor:
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant 1.
"¡QUE ME BESE CON LOS BESOS DE SU
BOCA!", Evidentemente, los besos son deseados y dados sobre todo por los enamorados; por eso el Cantar de los Cantares se abre con esta expresión: "¡Que me bese con los besos de su boca!". Con este maravilloso verso, comienza un poema dramático del Cantar de los Cantares, todo es anónimo y misterioso, y hemos de ceder a las exigencias de la poesía pura. En él se cantan los amores de dos esposos que se buscan y, después de una ausencia momentánea, vuelven a unirse para no volver a separarse. Siguiendo a la tradición judía — basada en el simbolismo profetice —, veremos en el esposo a Yahvé y en la esposa a Israel, justamente en los momentos de sus primeros amores juveniles, cuando se encontraron en el desierto y se hicieron promesas de mutua fidelidad y asistencia. El poeta, pues, canta estos primeros amores ideales, que no debieron ser empañados con las múltiples infidelidades de parte de Israel, y que tendrán su culminación en la nueva alianza de los tiempos mesiánicos. "¡Que me bese con los besos de su boca!", es el preludio, pues, es un primer esbozo de los diálogos posteriores entre los dos protagonistas. La esposa, en un arranque de amor, declara repentinamente sus ansias incontenibles de acercarse al esposo y de gozar de su intimidad recibiendo el beso de amor. Sólo a ella le está reservado este privilegio. “¡Béseme con besos de su boca! Y el siguiente verso es; “Son tus amores más deliciosos que el vino”. Por encima de la suavidad del vino — símbolo literario de todas las alegrías sensuales, porque alegra los banquetes y la vida del hombre, está la atracción amorosa del esposo sobre la fascinada esposa. Esta presiente ya la presencia de su amado envuelto en perfumes el día de sus nupcias, y en el tercer verso dice; “son tus ungüentos agradables al olfato”, y su mismo nombre es un reclamo que la arrastra irresistiblemente como ella exclama “un perfume que se difunde.” Y concluye la primera parte de este poema con: “celebraremos tus amores más que el vino. ¡Con razón eres amado!” 2. QUIENES
LLEVAN EN SUS ENTRAÑAS EL DESEO DE DIOS NUNCA SE ENCONTRARÁN SACIADOS Me imagino a
la esposa pidiendo "¡Que me
bese con los besos de su boca!" con sus manos levantadas, sus manos puras sin ira ni reclamo, vestida
convenientemente, con decencia y modestia, pidiendo como también enseña san
Pablo; “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar elevando
hacia el cielo unas manos piadosas, sin ira ni discusiones” (1Tim 2,8), engalanada con los más dignos adornos
con que se puede adornar una noble esposa, pero, abrasada por el deseo de su
esposo y atormentada por una herida interna de amor, lanza su oración a Dios,
y dice de su esposo: ¡Que me bese con los besos de su boca! Es así como públicamente le declara su
amor y pide en su oración que le sea permitida deleitarse con los besos de su
novio, por ello exclama: "¡Que me bese con los besos de su boca!".
Se debe entender que la joven desea ser atraída y purificada por el contacto
de ese beso, por ello, se desarrolla en ella un deseo de amarle, disfrutarle
y tenerle. Quienes llevan en sus entrañas el deseo de
Dios nunca se encontrarán saciados. Por ese motivo, se arrebatan y entonces
vuelven a ansiar con mayor deseo. Así el deseo de la novia será más fuerte
que un torrente, puesto que se dirige hacia la inaccesibilidad de la belleza
divina. Por esa razón aunque el alma se encuentre unida a Dios declara que no
se encuentra satisfecha, ya que cuanto mayor es el gozo, más fuerte será el
deseo, se ve como angustiada por el deseo de su amor, se consume hundida en
su casa y obra en todo de modo que algún día pueda ver a su esposo y
disfrutar de sus besos 3.
PARA INFLAMARME EN AMOR Y DESEO DE ÉL Comentado este verso Orígenes (Comentario
al Cantar de los Cantares, Cant 1, 2-4) escribe que esto debe ajustarse a la
relación de la Iglesia con Cristo, bajo la denominación de esposo y esposa
que recibió del nobilísimo esposo dignísimos regalos de esponsales
(compromisos de boda), más la dote, pero que, al demorarse largo tiempo el
esposo, se ve atormentada por el deseo de su amor, se consume abatida en su
casa y obra en todo de modo que algún día pueda ver a su esposo y disfrutar
de sus besos. Y porque ve a su amor
demorarse y que ella no puede conseguir lo que desea, recurre a la oración y
suplica a Dios, sabiendo que él es el Padre del esposo. Y más adelante
Orígenes comenta que de igual modo se puede adaptar convenientemente una
interpretación más interior: que sea la Iglesia la que está ansiosa de unirse
a Cristo; y advierte que la Iglesia es la congregación de todos los santos.
Pues bien, que esta Iglesia sea como único personaje que representa a todos y
que habla diciendo: tengo todo, estoy repleta de regalos, que recibí con
motivo de los esponsales y como dote antes de la boda. Hace tiempo,
efectivamente, mientras me preparaba para unirme al hijo del rey y
primogénito de toda creatura (Él
es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación, (Col 1,15), sus santos ángeles me agasajaron y
sirvieron trayéndome como regalo de bodas la ley, pues de hecho se dice que
la ley fue administrada por los ángeles en la mano de un mediador (Dice el
Apóstol Pablo; Entonces, ¿para qué la ley? Fue añadida en razón de las
transgresiones hasta que llegase la descendencia, a quien iba destinada la
promesa, ley que fue promulgada por los ángeles y con la intervención de un
mediador. (Gal 3,19)). También me sirvieron los profetas. Ellos también,
efectivamente, no sólo me dijeron todo cuanto podían para mostrarme y
señalarme al Hijo de Dios, con el cual, traídas las que llaman arras y
regalos de boda, querían desposarme, sino que también, para inflamarme en
amor y deseo de él, con palabras proféticas me anunciaron su venida y, llenos
del Espíritu Santo, me pregonaron sus innúmeras virtudes y obras inconmensurables. 4.
LA ESPOSA QUIERE OÍR DIRECTAMENTE LA VOZ
DEL ESPOSO Después de dar oídos tantas veces y de
tantos modos a Dios: “Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado
a nuestros Padres por medio de los Profetas” (Heb 1,1) la esposa quiere oír
directamente la voz del Esposo que le han anunciado tanto y atender al Padre
que le ha dicho al introducir a su Primogénito en el mundo: “adórenle todos
los ángeles de Dios.” (Heb 1,1). Recita el profeta Isaías: “¿Quién es ése que
viene de Edom, de Bosrá,
con ropaje teñido de rojo? ¿Ese del vestido esplendoroso, y de andar tan
esforzado? - Soy yo que hablo con justicia, un gran libertador. (Is 63,1) y
canta el salmista: “Bulle (se alborota) mi corazón de palabras graciosas; voy
a recitar mi poema para un rey: es mi lengua la pluma de un escriba veloz.
Eres hermoso, el más hermoso de los hijos de Adán, la gracia está derramada
en tus labios. Por eso Dios te bendijo para siempre……Escucha, hija, mira y
pon atento oído, olvida tu pueblo y la casa de tu padre, y el rey se prendará
de tu belleza. El es tu Señor, ¡póstrate ante él! (Sal 44, 3-4. 12-13).
Ella ha oído en su corazón su declaración de amor, ella le ha creído todo
cuanto le ha prometido lo anunciado por el profeta Isaías: “No se dirá de ti
jamás «Abandonada», ni de tu tierra se dirá jamás «Desolada», sino que a ti
se te llamará «Mi Complacencia», y a tu tierra, «Desposada». Porque el Señor
se complacerá en ti, y tu tierra será desposada. Porque como se casa joven
con doncella, se casará contigo tu edificador, y con gozo de esposo por su
novia se gozará por ti tu Dios.” (Is 62, 3-4) Y así ansiosa la esposa,
animadas por tantas promesas, y ardiente deseo por los besos del esposo
canta: "No quieras enviarme de hoy ya más mensajeros, que no saben decirme
lo que quiero…………..y déjame muriendo un no sé qué que quedan
balbuciendo" (San Juan de la Cruz, Canciones entre al Alma y el Esposo,
Canción 7 y 8). 5.
EL BESO ES REALMENTE EL SIGNO MÁS NORMAL
DE LA AMISTAD Y DEL AMOR No existe otro gesto más dulce entre dos personas
que se aman, escribe el sabio; “Besa en los labios, el que responde con
franqueza.” (Pr 24,26”), lo mismo que no hay monstruosidad mayor que el beso
del enemigo; “Leales son las heridas del amigo, falsos los besos del
enemigo.”(Pr 27,6). Judas Iscariote se precipitó en este abismo cuando con un
beso entregó a su amigo y maestro; “Nada más llegar, se acerca a él y le
dice: « Rabbí », y le dio un beso. Ellos le echaron mano y le prendieron. (Mc
14,44-45). El beso es realmente el signo más normal de la amistad y del amor. Por esta razón Jesús reprocha a su anfitrión Simón por no haberle dado un beso y no haberle mostrado ningún amor, mientras que la pecadora cubrió de besos sus pies, revelando el amor profundo de su corazón al Señor; “No me diste el beso. Ella, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies.” (Lc 7,45). Entre los primeros cristianos el beso era el gesto normal de saludo, de manera que Pablo termina algunas de sus cartas invitando a los fieles a darse el beso santo; “Saludaos los unos a los otros con el beso santo. Todas las Iglesias de Cristo os saludan.” (Rm 16,16) En palabras de Pedro encontramos la significativa expresión: “Saludaos unos a otros con el beso de amor. Paz a todos los que estáis en Cristo.” 1P 5,14 Y son muchos
los parágrafos de la Biblia que nos hablan del besos; “Dícele su padre Isaac: Acércate y bésame,
hijo. Él se acercó y le besó” (Gen 27,26-27) “Jacob besó a Raquel y luego
estalló en sollozos.” (Gen 29,11) “A la mañana siguiente, Labán besó a sus
hijos e hijas, les bendijo y se volvió a su lugar.” (Ge 32, 1) “Esaú, a su vez, corrió a su encuentro, le
abrazó, se le echó al cuello, le besó y lloró.” (Ge 33,4) Los ojos de Jacob
se habían nublado por la vejez y no podía ver. Acercóselos, pues, y él los
besó y los abrazó. (Ge 48,10) José cayó sobre el rostro de su padre, lloró
sobre él y lo besó. (Ge 50,1) Tobías se dispuso a emprender la marcha y besó
a su padre y a su madre. (Tb 5,17) Estando él todavía lejos, le vió su padre
y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. (Lc 15,20) 6.
LOS MÍSTICOS SE DELEITAN REFIRIÉNDOSE AL
BESO Los místicos se deleitan refiriéndose al beso, San Juan de la Cruz, también lo utiliza; “Este beso es la unión de que vamos hablando, en la cual se iguala el alma con Dios por amor. “ (CA, 5,14)”Y que el entendimiento beba sabiduría, en el mismo libro (Ct 8, 2) lo dice la esposa, adonde deseando ella llegar a este beso de unión y pidiéndolo al Esposo” ( CA, 17,44)” Lo cual sólo es en el matrimonio espiritual, que es el beso del alma a Dios” (CA 27,6) “Lo cual sólo es en el matrimonio espiritual, que es el beso del alma a Dios, donde no la desprecia ni se le atreve ninguno; porque en este estado, ni demonio, ni carne, ni mundo, ni apetitos molestan.” (CB 22,8) “Este beso es la unión de que vamos hablando, en la cual se iguala el alma con Dios por amor.” (CB 24,5) “Lo dice la Esposa, adonde, deseando ella llegar a este beso de unión y pidiéndolo al Esposo” (CB 26,6) (CA= Cantico Espiritual “A” y CB= Cantico Espiritual “B”) Al iniciar las Meditaciones sobre los
Cantares, Teresa de Jesús en el
epígrafe escribe; “Trata de la veneración con que deben ser leídas las
Sagradas Escrituras y de la dificultad de comprenderlas las mujeres, principalmente el "Cantar de los
Cantares". Béseme el Señor con el
beso de su boca, porque más valen tus pechos que el vino, etc.” Más adelante
añade: Yo lo confieso, que tiene muchos entendimientos: más el alma que está
abrasada de amor que la desatina, no quiere ninguno, sino decir estas
palabras. Sí, que no se lo quita el Señor.
Y luego agrega: porque claro está que el beso es señal de paz y
amistad grande entre dos personas. Cuántas maneras hay de paz, el Señor ayude
a que lo entendamos. En el capítulo 2.6 enseña Teresa; Vamos a la amistad y
paz que nos comienza a mostrar el Señor en la oración, y diré lo que Su
Majestad me diere a entender. Y luego en el 2.10, regresado a este punto
dice: señal es que pues la Esposa señala la paz que pide diciendo: Béseme con
beso de su boca, que otras maneras de hacer paces y mostrar amistad tiene el
Señor. Canta el poeta; “Como jadea la
cierva, tras las corrientes de agua, así jadea mi alma, en pos de ti, mi
Dios.” (Sal 42,2) Una cierva sedienta, con la garganta seca, lanza su lamento
ante el desierto árido, la búsqueda de Dios por parte del hombre es algo que
nunca termina. Hay que darle a los labios ese gran deseo de sentir el agua que sacamos de la fuente, esa
misma que nos dice el Señor; "Si
alguno tiene sed, venga a mí y beba", (Jn 7, 37). Parece ser que es eso lo
que pide el alma de la joven, quiere atraer, aproximar hasta sus labios
aquella boca que es manantial de vida y exclama: ¡Que me bese con el beso de
su boca! Este es el beso que hace brotar vida y salvación para todos, beso
del cual el Señor no desea privar a nadie. 7.
SAN BERNARDO, SEGUIR A CRISTO COMO UN
ABRAZO, COMO UN BESO. Comenta en su homilía San Bernardo de
Claraval Este grito, ¡Que me bese con los besos de su boca!, me evoca aquel
deseo ardiente y el afecto de su devota expectación. Todo el que entonces
podía ser espiritual, sentía intensamente en su corazón cuánta gracia se
derramaba en aquellos labios. Por eso exclamaban como hablando con el deseo
de su alma: ¡Que me bese con los besos de su boca! Y ansiaban con todo anhelo
no verse defraudados de compartir tan gran embeleso. Cada uno de aquellos santos se decía para
sí: “¿Para qué oír tanta palabrería a los Profetas? Mejor que me bese con
besos de su boca el más hermoso entre los hijos de los hombres. Ya no escucho
más a Moisés: su boca y su lengua tartamudean. Los labios de Isaías son
impuros. Jeremías no sabe hablar porque es un niño. Todos los Profetas son
como mudos. No, no; que me hable ya él, el mismo a quien ellos anunciaban.
¡Que me bese él con los besos de su boca! No quiero que me hablen más sus
intermediarios; son como nubarrón espeso. No. ¡Que me bese él con besos de su
boca! Para que el hechizo de su presencia y las corrientes de agua de su
admirable doctrina se me conviertan en fuente que salte hasta la vida eterna. Si él, al fin, ungido por el Padre con el
óleo de la alegría entre todos sus compañeros, se dignase besarme con besos
de su boca, ¿no derramaría sobre mí su gracia más copiosa? Su palabra viva y
eficaz es para mí un beso de su boca. No es un simple contacto de los labios,
que a veces interiormente es mera paz ficticia, sino la efusión del gozo más
íntimo que penetra hasta los secretos más profundos. Pero sobre todo, es como
una intercomunión maravillosa de identidad entre la luz suprema y el espíritu
iluminado por ella. Pues el que se allega al Señor se hace un espíritu con
él. 8.
AMOR QUE ES TAMBIÉN EL ESPÍRITU SANTO EN
EL BESO PERSONAL ENTRE EL PADRE Y EL HIJO.
Beso de Dios a la humanidad. Beso del amor
de Dios a los hombres. Beso de Paz. Beso de amistad. Beso del Creador que se
une a la criatura. Beso de Dios a la humanidad en Cristo, y a partir del
Verbo encarnado, Cristo se hace nuestro Esposo y nos comunica el Espíritu. En
la encarnación, toda la humanidad ha sido invitada a participar de este
desposorio. Así podemos decir a partir del texto de Sal 45, 3: " Eres hermoso, el más hermoso de los hijos
de Adán, la gracia está derramada en tus labios. Por eso Dios te bendijo para
siempre”. Por ello, el Cantar nos habla de este único amor que sin perder
intensidad abarca y abraza a todos los hombres. Este amor es la más alta
encarnación del amor de Dios llamado Jesús. Amor que es también el Espíritu
Santo en el beso personal entre el Padre y el Hijo. ¡QUE ME BESE CON LOS BESOS
DE SU BOCA! Pedro Sergio Antonio Donoso
Brant Fuentes: Textos Bíblicos: Biblia de Jerusalén. Orígenes, Comentarios al Cantar de los Cantares Obras Completas Editorial Monte Carmelo Publicada en mi página WEB, sección REFLEXIONES INTIMAS, EN AMISTAD
CON DIOS, en este link: http://www.caminando-con-jesus.org/REFLEXION/QUEMEBESE.htm |