R. Señor, me harás conocer el camino de la vida.

Salmo 15

Reflexión desde el Salmo: Sal 15, 1-2. 5. 7-11

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds


Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti. Yo digo al Señor: «Señor, tú eres mi bien». El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz, ¡tú decides mi suerte! R.

Bendeciré al Señor que me aconseja, ¡hasta de noche me instruye mi conciencia! Tengo siempre presente al Señor: Él está a mi lado, nunca vacilaré. R.

Por eso mi corazón se alegra, se regocijan mis entrañas y todo mi ser descansa seguro: porque no me entregarás a la muerte ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro. R.

Me harás conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha. R.

ASPIRACIONES DE INTIMIDAD CON DIOS.

Este Salmo es el desahogo íntimo del alma que encuentra su felicidad en vivir en compañía de Dios, porque El es la fuente única de todo bien. De aquí se sigue el  interés y el cariño por todos los que son fieles a su Dios.

El que sigue a Dios ha encontrado su mejor parte, la selecta. El salmista, consciente de este privilegio, tiene, de día y de noche, presente en su mente a su Dios y espera eternizar esta intimidad espiritual de vida con su Dios aun por encima de la muerte. Aleluya.

San Agustín comenta: (...) “Esperar a Dios de Dios, ser colmado de Dios por Dios. Él te basta, fuera de él nada te puede bastar” (Sermón 334, 3: PL 38, 1469).

TERESA DE JESUS, AMIGA DE DIOS

“Quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta”, nos enseña Teresa de Jesús, también define la oración como: “tratar de amistad, con quien sabemos nos ama". Es así como para ella, la Oración, es tratar como un Amigo a Aquél que nos ama. Y a Dios le agrada estar con el hombre, su hijo, como el amigo que se goza en el amigo y como un padre se alegra con su hijo. Dios siempre se agrada cuando el hombre decide "estar en dialogo con el, o “a solas con El", orando, tratando con El como Amigo.

La Oración, como la amistad, es un camino que comienza un día y va en progreso. El orante comienza a tratar al Amigo que le ha amado desde toda la eternidad, y así empieza a conocerle, a amarle, a entregarse a El, en una relación que sabe no finalizará, pues en la otra vida será un trato "cara a cara" y en felicidad infinita y eterna.

ADHESIÓN Y AMISTAD DEL SALMISTA AL SEÑOR

“Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti. Yo digo al Señor: “Señor, tú eres mi bien”.

Sustancialmente, la idea central de este poema, es la de la confianza ciega en Dios. El salmista se sabe amigo de Dios y se acoge a la protección divina como única fuente de felicidad. Por eso lo proclama como Señor único, “Señor, tú eres mi bien”, pues sólo en El encuentra su bien. Como un hijo con su padre.

“Tengo siempre presente al Señor: Él está a mi lado”. Vivamos con Dios como con un amigo, tengamos una fe viva para estar en todo unidos a Dios…….Dios en mí, yo en Él, he ahí mi vida, expresa la Beata Carmelita Isabel de la Trinidad quien se goza de saber que El es su bien, y así comenta además: “Mi alma se alegra en Dios, de Él espero mi liberación”

 “Mas para mí, mi bien es estar junto a Dios; he puesto mi cobijo en el Señor”, se canta en el salmo 73, 28.

EL SEÑOR, ES LA PARTE SELECTA DEL JUSTO

“El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz, ¡tú decides mi suerte!”

El salmista no quiere tomar parte en los cultos idolátricos, porque no tiene más que un Dios, que “es la parte de mi herencia y su cáliz”.  La metáfora alude a la distribución de la tierra de Canaán entre las doce tribus. A la de Leví no se le dio extensión territorial, porque su parte o hijuela fue el propio Dios. Debía estar dedicada exclusivamente al culto, por pertenecer de un modo especial a Dios, y por eso las otras tribus debían atender al sostén material de sus miembros. El Señor, es, pues, la fracción y heredad especial de los levitas y sacerdotes; pero también lo era de Israel, de las almas piadosas. Y el mismo Israel es la heredad del Señor. La semejanza expresa bien la vinculación mutua de Dios e Israel.

Una segunda metáfora confirma la idea de que el Señor es el cáliz del salmista; alusión a la costumbre de dar el padre de familias a beber el cáliz común a sus hijos y huéspedes. En todo caso, se expresa la alegría del salmista, que se siente privilegiado al poder tener como posesión suya al propio Dios, ¡tú decides mi suerte!, el cual garantiza su suerte, es decir, su íntimo bienestar y felicidad.

BENDECIR A DIOS

“Bendeciré al Señor que me aconseja, ¡hasta de noche me instruye mi conciencia! Tengo siempre presente al Señor: Él está a mi lado, nunca vacilaré.”

Agradecido, el salmista quiere bendecir a Dios, que le aconseja y le hace ver que su verdadero bien está en el propio Dios, que le ha cabido en suerte; su conciencia le instruye de noche, ¡hasta de noche me instruye mi conciencia!, cuando medita secretamente en el lecho sobre la elección divina sobre él.

Consecuencia de esta meditación profunda y secreta sobre su suerte privilegiada es su entrega sin reservas al Señor, al que tiene siempre ante su mente; y precisamente en esta su vinculación constante a su Dios está su seguridad inconmovible: no me moveré. “Él está a mi lado, nunca vacilaré”, Esto es, el Señor está siempre a su lado, protegiéndole contra todo peligro.

LA GRAN ALEGRÍA QUE EMBARGA AL SALMISTA

“Por eso mi corazón se alegra, se regocijan mis entrañas y todo mi ser descansa seguro: porque no me entregarás a la muerte ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro”

Este sentimiento de seguridad bajo la protección del Señor hace que el justo se entregue a momentos de alegría que penetran todo su ser: “se regocijan mis entrañas”, el corazón, y todo su ser, término que resalta enfáticamente la gran alegría que embarga al salmista al sentirse bajo la protección divina. “Y todo mi ser descansa seguro”,  porque podrá hacer frente a todos los peligros. Movido de esta confianza, el salmista espera que su Dios no le dejará ir a la región subterránea donde están los difuntos, “no me entregarás a la muerte ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro”, llevando una vida lánguida como de “sombras,” sin dolores físicos, pero tampoco con alegrías y satisfacciones positivas. El salmista espera que su Dios protector le libre del peligro de muerte, de ver la fosa del sepulcro.

EL SENDERO DE LA VIDA

“Me harás conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha”.

El salmista expresa su esperanza de librarse de la muerte por intervención divina, que le hará conocer el camino de la vida”,  es decir, le permitirá vivir en plenitud junto a El, gozando de la satisfacción de alegría y de las delicias a su derecha.

Nos enseña el salmista, que encuentra su felicidad en vivir en intimidad litúrgica con Dios en su templo. Dios, es el dispensador de toda felicidad, y se goza de tener relaciones con Dios, “saciándome de gozo en tu presencia” En sus aspiraciones de felicidad, el salmista desea convivir para siempre con su Dios; “En felicidad eterna a tu derecha”, quizá en estas frases haya un presentimiento de otra vida en unión con Dios, como se declara en el libro de la Sabiduría. En Proverbio 12:28, el “sendero de la vida” es el sendero de la justicia, y, como tal, se contrapone a los caminos que conducen a la muerte. Creo que, en la perspectiva del salmo, la contradicción “no está entre esta vida y la otra, sino entre la vida con Dios o sin Dios”.

TRANFORMAR EL SALMO EN ORACION

Este salmo nos invita a oírlo y trasformarlo en oración, es un poema de penetrante fuerza espiritual. Al comentarlo, el Beato Juan Pablo II, explica que es un cántico luminoso, con espíritu místico, como sugiere ya la profesión de fe puesta al inicio: “Mi Señor eres tú; no hay dicha para mí fuera de ti” (v. 2). Así pues, Dios es considerado como el único bien. Por ello, el orante opta por situarse en el ámbito de la comunidad de todos los que son fieles al Señor: “Cuanto a los santos que están en la tierra, son mis príncipes, en los que tengo mi complacencia” (v. 3).( Audiencia general del Miércoles 28 de julio de 2004)

Expresemos confianza en la fidelidad de Dios aclamando: “Señor, me harás conocer el camino de la vida.”

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio

www.caminando-con-jesus.org

caminandoconjesus@vtr.net

Algunos comentarios están tomados de la Biblia Nácar Colunga.

 Publicada en este link: REFLEXIONES INTIMAS EN AMISTAD CON DIOS

Tercer Domingo de Pascua, mayo 2011

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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