SANTAS
y BENDITAS MUJERES DE TODOS LOS TIEMPOS Autor:
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds 1. LAS MUJERES SIGUEN
A JESÚS
Jesús recorría las ciudades y los pueblos,
predicando y anunciando la buena noticia del reino de Dios. Lo acompañaban
los Doce y también algunas mujeres que habían sido sanadas de malos espíritus
y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete
demonios; Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas
otras, que los ayudaban con sus bienes. (Lc, 8,
1-3) Jesús supo valorar la presencia y el
servicio de algunas mujeres durante su vida pública, y este fragmento del
Evangelio, nos relata que al Señor le acompañaban algunas mujeres y nos
entrega sus nombres, María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete
demonios; Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y luego agrega
que había muchas otras. 2.
LA MUJER, CREACION
DESTACADA DE DIOS Dijo luego Dios: No es bueno que el hombre
esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada…….Entonces Dios hizo caer un
profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las
costillas, rellenando el vacío con carne. De la costilla que Dios había
tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre. (Génesis (SBJ)
2) El relato del Génesis, nos muestra que la
mujer no sólo es la creación destacada de Dios, además es suprema, pues ya la
tierra había sido formada, ya se había separado el día de la noche, ya habían
sido divididas las aguas de la tierra, ya había sido creada la vegetación y
la vida animal, y la mujer fue creada después de que el hombre había sido
puesto en la tierra, entonces Dios trató su obra por concluida y dijo que
todo esto era bueno. Muchas mujeres aparecen como protagonistas
en la historia del pueblo de Dios, Sara, Rebeca, Raquel, Noemí, etc. algunas
más destacadas que otras, para este comentario me fijo en dos de ellas, Ester
y Rut, ambas repercuten en la historia de Israel. 3.
MUJER VALIENTE Ester, hija de su tío, pues no tenía padre
ni madre. La joven era bella de talle y de hermosa presencia y había sido
adoptada por Mardoqueo cuando se quedó sin padre y sin madre. (Ester, 2,7),
Entre las jóvenes “vírgenes y bellas” el Rey Asuero, encontró a Ester, “El
rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y halló en ésta gracia y
favor ante él más que ninguna otra de las jóvenes.” (Ester 2,17) Con palabras
que recuerdan el saludo del ángel a María (Lc 1,
30.42), se dice que amó Asuero a Ester más que a todas las mujeres que tenía,
y que halló ella gracia y favor más que todas las otras jóvenes que habían
estado con el rey. Como cualidades de carácter encontramos en Ester dos que
son agradables, tales como su afecto por Mardoqueo, su padre adoptivo y
segundo su decisión y valor al oponerse a Amán, cuyos planes eran la
eliminación del pueblo judío. Su valor
es indudable. Arriesgó su vida, “Si perezco que perezca”. Alguien podría
criticar que fue una mujer sin clemencia con sus enemigos, sin embargo
contribuyó a su manera a la libertad de su pueblo. 4.
MUJER SOLIDARIA Y
VIRTUOSA Cuando Noemí decide regresar a Belén le
dice a su nuera Rut: Mira, tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a su dios;
vuélvete tú corno ella.” Rut le respondió: “No insistas en que te deje y me
vaya lejos de ti; donde vayas tú, iré yo; donde mores tú, moraré yo; tu
pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios; donde mueras tú, allí moriré y
seré sepultada yo. (Rut 2, 16-17) Dios, motivó el cariño por la pobre y
desolada Noemí como medio de gracia, y es así como Noemí es el eslabón con
que Dios ha unido para siempre a Rut con su pueblo y al Mesías. Rut fue la
bisabuela de David. Rut es además una mujer solidaria, que con
agradecimiento mira el rostro de la madre de su esposo y quiere permanecer
junto a ella. La fe en el Dios de Israel se mezcla inseparablemente con su
amor por su suegra. La fe de Rut es simple y transparente. Un servicio
humilde y tranquilo, sin macha de orgullo o altivez espiritual. Rut dice:
“Alguien tiene que cuidar a esta anciana, y soy yo quien debe hacerlo.”
Respetó la posición de Noemí como madre y decidió ser su hija. Juntas
hicieron el camino hasta llegar a Belén; y cuando entraron, toda la ciudad se
conmovió al verlas. (Rut 2,19) Así fue como Rut, la moabita, fue incluida
en la línea de los elegidos por Dios para formar la línea de la que nació el
nuestro Salvador. A esta mujer, Booz le dijo: El dijo: “Bendita
de Dios seas, hija mía; tu proceder ha sido a lo último mejor todavía que al
principio, pues no has buscado ningún joven, pobre o rico. No temas, hija
mía; yo haré por ti cuanto me digas, pues sabe muy bien todo el pueblo que
habita dentro de las puertas de mi ciudad que eres una mujer virtuosa. (Rut
3, 10-12) 5.
SANTA MARIA,
NUESTRA PRIMERA Y GRAN SANTA Y MADRE DE DIOS El rol de Madre del Salvador, Madre del
Redentor y Madre de Dios, comienza a descubrirse ya en el Antiguo Testamento,
donde proféticamente es anunciada, como se revela en libro Génesis 3,15. Y
pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y su
descendencia; ésta te Herirá en la cabeza, y Tú le Herirás en el Talón. María
ya era promesa de victoria sobre el mal que hizo caer en el pecado a los
primeros padres. Luego también es profetizada en Isaías (7, 14) Por tanto, el
mismo Señor os Dará la señal: He Aquí que la virgen Concebirá y Dará a luz un
hijo, y Llamará su nombre Emmanuel. Las Sagradas Escrituras del Antiguo y del
Nuevo Testamento, nos, muestran con mucha claridad la figura de la mujer
Madre del Redentor. Maria se destaca entre los
humildes y pobres del Señor, que de El con confianza esperan y reciben la
salvación. Así es, como con ella, excelsa Hija de Sión, tras larga espera de
la promesa, se cumple la plenitud de los tiempos y con ella, se inicia algo
nuevo para en los hombres, cuando el Hijo de Dios, asume de ella la
naturaleza humana para liberarnos del pecado. San Agustín escribió: "Si un Dios debe
nacer, no puede nacer más que de una virgen; y si una virgen debe engendrar,
no puede engendrar más que a un Dios" (De Trinitate 13: PL 18,23). La Virgen María, fue consignada por Dios
desde siempre a ser la Madre de Dios, ella con gran generosidad y como
servidora y humilde esclava del Señor, acepta su voluntad. Luego concibe a
Jesús, Hijo de Dios encarnado, lo engendra, lo amamanta, lo cuida, le enseña
los primeros pasos, lo presenta en el templo, lo lleva a las fiesta
religiosas, lo acompaña en su vida y padece junto a El, el dolor de la muerte
en la cruz, todo lo que hace ella, lo hace como una buena Madre. 6.
LA MUJERES EN EL
EVANGELIO En el Evangelio de Lucas, es donde hay más
relatos donde Jesús muestra su sensibilidad frente a las mujeres, a las que son destinataria sus
Palabras, su consuelo, su atención personal. Pero además, en los relatos evangélicos
observamos la capacidad de servicio, seguimiento y contemplación que le hacen
las mujeres a Jesús, alguna como ayudantes y asistentes de su ministerio
público, en otras situaciones contemplando y atesorando sus enseñanzas,
“María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los pies con sus
cabellos”; (Juan (SBJ) 11, 2), o como
mensajeras del Jesús resucitado: Fue María Magdalena y dijo a los discípulos
que había visto al Señor y que había dicho estas palabras. (Juan (SBJ) 20,
18). Jesús resucitó en la madrugada, el primer día de la semana, y se
apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a comunicar la noticia a los que
habían vivido con él, que estaban tristes y llorosos. (Marcos (SBJ) 16, 9-10) 7.
LAS MUJERES SIRVEN
A JESÚS CON SUS BIENES En aquellos tiempos, las mujeres estaban
muy marginadas, sin embargo en algunos relatos, ellas pasan a ser una
importante protagonista, como la mujer de la que decían que era pecadora (Lc 7, 36-50) y ella se acerca a Jesús, le besa y unge los
pies con perfume. El Señor, no se aparta, ni aleja a esta pecadora, al
contrario, la acoge y acepta su gesto en una actitud sorprendente de Jesús
para con las mujeres, defendiéndola de las críticas de un fariseo. La novedad de este relato, es que iba
acompañado no sólo por los discípulos, sino que también por las discípulas.
De ellas, además se afirma que “sirven a Jesús con sus bienes”. (Lc 8, 1-3) 8.
JESÚS PERMITÍA QUE
UN GRUPO DE MUJERES LE “SIGUIERA” Jesús permitía que un grupo de mujeres le
“siguiera” Había también unas mujeres mirando desde lejos, entre ellas, María
Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de José, y Salomé, que le
seguían y le servían cuando estaba en Galilea, y otras muchas que habían
subido con él a Jerusalén. (Marcos (SBJ) 15, 40-41) Este fragmento de
Evangelio de Marcos, nos relata el momento de la muerte de Jesús, pero además
no relata que ellas habían seguido y servido a Jesús, desde cuando él estaba
en Galilea, también que junto con ellas había otras más, que habían subido
con Jesús a Jerusalén. Lo sorprendente es que le había seguido y servido hasta
la muerte, pero no así todos los hombres, a excepción de Juan, el discípulo
amado. 9.
LA NOVEDAD ESTÁ EN
LA ACTITUD DE DE JESÚS CON ELLAS El Evangelio de Lucas, es que trae el mayor número de sucesos en que se destaca
la relación de Jesús con las mujeres. Y la novedad no está sólo en la
presencia de las mujeres alrededor de Jesús, la novedad está en la actitud de
de Jesús con ellas. Los escribas y fariseos le llevan una mujer
sorprendida en adulterio, la ponen en medio
y le dicen: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante
adulterio. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué
dices?” Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús,
inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos
insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: “Aquel de vosotros que
esté sin pecado, que le arroje la primera piedra.” E inclinándose de nuevo, escribía en la
tierra. Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro,
comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía
en medio. Incorporándose Jesús le dijo: “Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha
condenado?” Ella respondió: “Nadie, Señor.“ Jesús le
dijo: “Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más”. (Juan (SBJ) 8, 3-10) 10.
JESÚS ES SENSIBLE
AL SUFRIMIENTO SOLIDARIZA CON EL DOLOR DE UNA VIUDA Jesús muestra una gran compasión por una
viuda: Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban a enterrar a un
muerto, hijo único de su madre, que era viuda, a la que acompañaba mucha
gente de la ciudad. Al verla el Señor, tuvo compasión de ella, y le dijo: “No
llores.”14 (Lucas (SBJ) 7, 13-14) Jesús se deja tocar si miedo por una mujer:
“Si éste fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está
tocando, pues es una pecadora. (Lucas
(SBJ) 7,39) Entonces, una mujer que padecía flujo de
sangre desde hacía doce años, y que no había podido ser curada por nadie, se
acercó por detrás y tocó la orla de su manto, y al punto se le paró el flujo
de sangre. Jesús dijo: “¿Quién me ha tocado? …. Viéndose descubierta la
mujer, se acercó temblorosa, y postrándose ante él, contó delante de todo el
pueblo por qué razón le había tocado, y cómo al punto había sido curada. El
le dijo: “Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz” (Lucas (SBJ) 8, 43-48) 11.
LAS MUJERES RECIBEN
A JESUS Cuando Marta supo que había venido Jesús,
le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa. (Juan (SBJ) 11, 19) Yendo ellos de camino, entró en un pueblo;
y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana
llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra,
mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo:
“Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues,
que me ayude.” Le respondió el Señor: “Marta, Marta, te preocupas y te agitas
por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha
elegido la parte buena, que no le será quitada.” (Lucas (SBJ) 10, 38-42) 12.
JESÚS, HACE QUE LA
MUJER SE LEVANTE Y ASUMA SU DIGNIDAD Jesús, hace que la mujer se levante y asuma
su dignidad: y había una mujer a la que un espíritu tenía enferma hacía
dieciocho años; estaba encorvada, y no podía en modo alguno enderezarse. Al
verla Jesús, la llamó y le dijo: “Mujer, quedas libre de tu enfermedad. “ Y
le impuso las manos. Y al instante se enderezó, y glorificaba a Dios. (Lucas
(SBJ) 13,13) El trabajo de la mujer preparando alimento
está considerado por Jesús como señal del Reino de Dios: “¿A qué compararé el
Reino de Dios? Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en
tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.” (Lucas (SBJ) 13, 20-21) 13.
UNA VIUDA, SEÑALADA
COMO MODELO DE ORACIÓN Había en aquella ciudad una viuda que,
acudiendo a él, le dijo: "¡Hazme justicia contra mi adversario!"
Durante mucho tiempo no quiso, pero después se dijo a sí mismo: "Aunque
no temo a Dios ni respeto a los hombres, como esta viuda me causa molestias,
le voy a hacer justicia para que no venga continuamente a importunarme." Dijo, pues, el Señor: “Oíd lo que dice el
juez injusto; y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a
él día y noche, y les hace esperar? Os digo que les hará justicia pronto.
Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?
“(Lucas (SBJ) 18, 1-8) 14.
LA VIUDA QUE SABE
COMPARTIR LO POCO QUE TIENE Una viuda pobre, comparte sus pocos bienes
con los demás como modelo de entrega y de don. Alzando la mirada, vió a unos ricos que
echaban sus donativos en el arca del Tesoro; vio también a una viuda pobre
que echaba allí dos moneditas, y dijo: “De verdad os digo que esta viuda
pobre ha echado más que todos. Porque todos éstos han echado como donativo de
lo que les sobraba, ésta en cambio ha echado de lo que necesitaba, todo
cuanto tenía para vivir.” (Lucas (SBJ) 21, 1-4) 15.
“MUJER, HE AHÍ A TU
HIJO” Jesús, viendo a su madre y al discípulo a
quien amaba, que estaban allí, dijo a la madre: Mujer, he ahí a tu hijo. (Jn
19, 25-27) ¿Que valor tiene esta expresión? Para
nuestras enseñaza, Cristo desde lo alto de su cruz, ratifica por un don con
mucho simbolismo y a su vez eficaz, la maternidad espiritual de María con
relación a los hombres, como también en la persona del discípulo predilecto,
en el que confiaba también a la Santísima Virgen. Es decir a partir de este
momento y con estas palabras, Cristo proclama la maternidad espiritual de
María sobre nosotros, todas las generaciones, lo mismo que en la persona de
san Juan proclamaba la afiliación espiritual de éstos con respecto a María En esta narración ni a María ni a Juan los
llama por su nombre propio, sino por los de “Mujer,” “Madre” y “Discípulo.” Siempre
ha extrañado el que Cristo llame a su Madre aquí “Mujer.” Hay diversas
hipótesis sobre esto en los estudios mariológicos, entendido por el modo más
sencillo el vocablo mujer, aplicado por Cristo a su madre, no expresaría, de
suyo, más que una forma más deferente y solemne de tratarla. Es sinónimo de
madre, pero dicho con más solemnidad, quizás la fórmula lógica sería: “Madre
(Mujer), ahí tienes a tu hijo; hijo, ahí tienes a tu Madre.” María, a la hora en que Cristo pronunció
estas palabras, comprendió el sentido de lo que en ellas se proclamaba y
María será madre desde ese instante madre espiritual de Juan y todos los
seres humanos. Eva es nuestra madre natural ya que es el
origen de nuestra vida natural; por tanto, María es nuestra madre espiritual ya
que es el origen de nuestra vida espiritual. Una vez más, la maternidad
espiritual de María se basa en el hecho de que Jesús es nuestro hermano, ya
que es "el primogénito entre muchos hermanos" (Romanos 8:29). Ella
se convirtió en nuestra madre desde el momento en que accedió a la
Encarnación del Verbo, la Cabeza del cuerpo místico cuyos miembros somos
nosotros; y ella selló su maternidad al consentir al sacrificio sangriento en
la cruz que es la fuente de nuestra vida sobrenatural. 16.
LAS MUJERES
ACOMPAÑAN A JESÚS HASTA LA MUERTE Estaban a distancia, viendo estas cosas,
todos sus conocidos y las mujeres que le habían seguido desde Galilea. (Lucas
(SBJ) 23, 49) Las mujeres que habían venido con él desde
Galilea, fueron detrás y vieron el sepulcro y cómo era colocado su cuerpo, Y
regresando, prepararon aromas y mirra. Y el sábado descansaron según el
precepto. El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro
llevando los aromas que habían preparado. (Lucas (SBJ) 23, 55-56, 24,1) Había allí muchas mujeres mirando desde
lejos, aquellas que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle. Entre
ellas estaban María Magdalena, María la madre de Santiago y de José, y la
madre de los hijos de Zebedeo. (Mateo (SBJ) 27, 55) 17.
LAS MUJERES EN EL
SEPULCRO Estaban allí María Magdalena y la otra
María, sentadas frente al sepulcro. (Mateo (SBJ) 27, 61). Pasado el sábado,
al alborear el primer día de la semana, María Magdalena y la otra María
fueron a ver el sepulcro. (Mateo (SBJ)
28,1). Pasado el sábado, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé
compraron aromas para ir a embalsamarle. Y muy de madrugada, el primer día de
la semana, a la salida del sol, van al sepulcro. (Marcos (SBJ) 16, 2-3). 18.
LAS MUJERES BUSCAN
A JESÚS RESUCITADO El Ángel se dirigió a las mujeres y les
dijo: “Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a Jesús, el Crucificado”
(Mateo (SBJ) 28, 5). Jesús resucitó en la madrugada, el primer día de la
semana, y se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete
demonios. Ella fue a comunicar la noticia a los que habían vivido con él, que
estaban tristes y llorosos. (Marcos (SBJ) 16, 9-10) Ellas partieron a toda prisa del sepulcro,
con miedo y gran gozo, y corrieron a dar la noticia a sus discípulos. En
esto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: “¡Dios os guarde!” Y ellas,
acercándose, se asieron de sus pies y le adoraron. (Mateo (SBJ) 28, 8-9) 19.
GRANDES Y SANTA
MUJERES Tres mujeres santas, han sido declaradas
Doctoras de la Iglesia, las Carmelitas Descalzas Santa Teresa de Jesús y
Santa Teresa de Lisieux, y la Terciaria Dominicana Santa Catalina de Siena,
pasando ellas a ser maestras de la Fe para muchos fieles. 20.
SANTA CATALINA DE
SIENA Entrega total a Cristo, fragmentos de la
homilía del Papa Pablo VI en la basílica de San Pedro el domingo 4 de octubre
de 1970 en el acto de la proclamación de Santa Catalina de Siena como doctora
de la Iglesia Universal “La alegría espiritual que ha inundado
nuestra alma al proclamar doctora de la Iglesia a la humilde y sabia virgen
dominica Catalina de Siena, encuentra su explicación más profunda, y hasta
podíamos decir su justificación, en la alegría purísima experimentada por el
Señor Jesús cuando, como nos narra el evangelista San Lucas, "se sintió
inundado de gozo en el Espíritu Santo y dijo: Yo te alabo, Padre, Señor del
cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y
prudentes y las revelaste a los pequeños. Sí, Padre, porque tal ha sido tu
beneplácito" (Lc 10,21; cfr. Mt 11,25-26). “No cuenta con haber desarrollado un
intenso y vastísimo magisterio de verdad y bondad con su palabra y sus
escritos, Catalina, quiso sellarlos con la ofrenda final de su vida al Cuerpo
místico de Cristo, que es la Iglesia, en la edad todavía joven de treinta y
tres años. Desde su lecho de muerte, rodeada de sus fieles discípulos en una
celda junto a al Iglesia de santa María sopra
Minerva, en Roma, dirigió al Señor esta conmovedora oración, verdadero
testamento de fe y de agradecido y ardiente amor: "Dios eterno, recibe el sacrificio de
mi vida a favor del Cuerpo místico de la santa Iglesia. No tengo otra cosa
que darte si no es lo que tú me has dado a mí. Toma mi corazón y estrújalo
sobre la faz de esta esposa" 21.
SANTA TERESA DE
JESÚS, MAESTRA DE ORACION De la homilía pronunciada por el Papa Pablo
VI, en al basílica de San Pedro, durante el acto de la proclamación de Santa
Teresa como doctora de la Iglesia Universal (27 de setiembre de Acabamos de conferir o, mejor dicho,
acabamos de reconocer a Santa Teresa de Jesús el título de doctora de la
Iglesia. El solo hecho de mencionar en este lugar y
en esta circunstancia, el nombre de esta santa tan singular y tan grande,
suscita en nuestro espíritu un cúmulo de pensamientos. Todos reconocían, podemos decir que con
unánime consentimiento, ésta prerrogativa de Santa Teresa de ser madre y
maestra de las personas espirituales. Una madre llena de encantadora
sencillez, una maestra llena de admirable profundidad. El consentimiento de
la tradición de los santos, de los teólogos, de los fieles y de los
estudiosos, se lo había ganado ya. Ahora lo hemos confirmado nosotros, a fin
de que, nimbada por este título magistral, tenga en adelante una misión más
autorizada que llevar a cabo dentro de su familia religiosa, en la Iglesia
orante y en el mundo, por medio de su mensaje perenne y actual: el mensaje de
la oración. Esta es la luz, hecha hoy más viva y
penetrante, que el título de doctora conferido a Santas Teresa reverbera 22.
SANTA TERESA DE
LISIEUX Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa
Faz es declarada Doctora de la Iglesia universal por Juan Pablo II,
fragmentos de la homilía del 19 de octubre de 1997 “La ciencia del amor divino, que el Padre
de las misericordias derrama por Jesucristo en el Espíritu Santo, es un don,
concedido a los pequeños y a los humildes, para que conozcan y proclamen los
secretos del Reino, ocultos a los sabios e inteligentes: por esto Jesús se
llenó de gozo en el Espíritu Santo, y bendijo al Padre, que así lo había
establecido (cf. Lc 10, 21-22; Mt 11, 25-26). “También se alegra la Madre Iglesia al
constatar que, en el decurso de la historia, el Señor sigue revelándose a los
pequeños y a los humildes, capacitando a sus elegidos, por medio del Espíritu
que “todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios” (1 Co 2, 10), para
hablar de las cosas «que Dios nos ha otorgado (...), no con palabras
aprendidas de sabiduría humana, sino aprendidas del Espíritu, expresando
realidades espirituales» (1 Co 2, 12. 13). De este modo el Espíritu Santo
guía a la Iglesia hacia la verdad plena, la dota de diversos dones, la
embellece con sus frutos, la rejuvenece con la fuerza del Evangelio y la hace
capaz de escrutar los signos de los tiempos, para responder cada vez mejor a
la voluntad de Dios (cf. Lumen gentium, 4 y 12; Gaudium et spes, 4). “Entre los pequeños, a los que han sido
revelados de manera muy especial los secretos del Reino, resplandece Teresa del
Niño Jesús y de la Santa Faz, monja profesa de la orden de los Carmelitas
Descalzos, de la que este año se celebra el centenario de su ingreso en la
patria celestial. “Durante su vida, Teresa descubrió «luces
nuevas, significados ocultos y misteriosos» (Ms A 83 v) y recibió del Maestro
divino la “ciencia del amor”, que luego manifestó con particular originalidad
en sus escritos (cf. Ms B 1 r). Esa ciencia es la expresión luminosa de su
conocimiento del misterio del Reino y de su experiencia personal de la
gracia. Se puede considerar como un carisma particular de sabiduría
evangélica que Teresa, como otros santos y maestros de la fe, recibió en la
oración (cf. Ms C 36 r).” 23.
BENDITAS MUJERES Doy gracias a Jesús, por tan bello
reconocimiento a las mujeres, en aquel tiempo, desafiando Jesús la mentalidad
de tu época, libero a la mujer de la deshumanización, restableciendo su valor
como persona humana. Doy gracias a Jesús, porque, superando todos
los prejuicios y los abusos de la cultura de su tiempo, supo el liberar a la
mujer de la subordinación, valorando su presencia y su capacidad de servicio. Doy gracia a Jesús, Señor, porque,
involucrando a la mujer como ayudante en su ministerio público, la levantaste
de la discriminación Doy gracias a Jesús, por todas esas mujeres
que, siguiendo su ejemplo, han colaborado en la obra de la redención,
restableciéndole a la mujer el puesto que le había dado Dios. EL
SEÑOR LAS BENDIGA Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant ocds www.caminando-con-jesus.org www.caminando-con-maria.org caminandoconjesus@vtr.net Publicado
en el año 2009 |
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