“El Hijo del Hombre
ha venido para dar su vida en rescate por todos” Mc 10, 32-45 Autor: Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant 1. MAESTRO, QUEREMOS QUE NOS CONCEDAS LO QUE TE VAMOS A PEDIR Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo,
se acercaron a Jesús y le dijeron: Maestro, queremos que nos concedas lo que
te vamos a pedir. En San Marcos son Juan y Santiago los que hacen la petición
a Jesús. En San Mateo es su madre. Ambas divergencias se compaginan bien,
porque ellos lo piden por su madre, como recurso más discreto y hábil, o
acaso se debe a las fuentes. En el fondo de la petición posiblemente hubiese
razones de posible parentesco (cf. Jn 19:25), de tanta fuerza vinculante en las costumbres
de Oriente. Ellos le dijeron a Jesús, En tu gloria. En San Mateo se
pide que se sienten junto a El en tu reino. Parecería que se tratase de la
fase celeste. Sin embargo, en el medio ambiente se esperaba que el reinado
del Mesías precediese aquí a la fase final del reino de Dios. Esto es lo que
piden – Hech1:6 -. Sin embargo, parece aludir a la parusía - San Marcos 8:38;
13:26 -, aunque se discute a qué aluden estos textos. La frase no es ajena a
la teología de San Marcos. Jesús les pone su ejemplo de servidor que vino a
dar la vida en redención por muchos, con el sentido semita de todos. Porque
el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su
vida en rescate por una multitud. Se piensa que pueda haber un duplicado, ya que parece que
El censuraría la ambición de esta pretensión ¡No saben lo que piden! ¿Pueden
beber el cáliz que Yo beberé y recibir el bautismo que Yo recibiré? y luego
se daría por buena, al excusarla con la predestinación del Padre. - En cuanto
a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino
que esos puestos son para quienes han sido destinados - 1. LA AMBICIÓN QUE REFLEJAN AQUÍ LOS DOS APÓSTOLES La ambición que reflejan aquí los dos apóstoles está en la
misma línea de incomprensión de un Mesías doliente y de su reino espiritual.
Para ellos se pide los dos primeros puestos en su reino. Se lo concibe como
terreno. La petición no miraba sólo a los puestos de honor, sino también a
los de ejercicio y poder. Estos dos puestos correlativos de su derecha e
izquierda eran los dos primeros puestos de una serie. Santiago y Juan, son
primo de Jesús y quieren hacer prevalecer este parentesco. 2. ¿PUEDEN BEBER EL CÁLIZ QUE YO BEBERÉ? En la respuesta de Jesús les corrige el enfoque de su
concepción terrena del reino. Este es de dolor, entonces Jesús les pregunta;
¿Pueden beber el cáliz que Yo beberé y recibir el bautismo que Yo recibiré?,
entonces nos preguntamos ¿Podrán ellos beber el cáliz que a El le aguarda de
su pasión?, la pregunta es un contexto lógico, para precisarles bien la
naturaleza del reino. El martirio — testimonio — estaba bien experimentado en
la Iglesia a esta hora. En la literatura judía se presenta frecuentemente el cáliz
como imagen de alegría y fortuna, derivando acaso su uso de los festines,
pero luego, por influjo de la copa de la venganza divina, que usaron los
profetas, vino a significar también, y preferentemente, el sufrimiento y la
desgracia El mismo sentido tiene en la literatura rabínica. El cáliz que
Jesús bebería era el de su pasión y muerte. A la pregunta que les hace Jesús si estarían dispuestos a
beber este cáliz y a sumergirse, como El en este dolor, le respondieron que
sí podemos, no era una respuesta de fácil inconsciencia. Y Jesús les
confirma, con vaticinio, este martirio de dolor. De hecho, Santiago el Mayor
sufrió el martirio sobre el año 44, por orden de Agripa I -Hech 12:2-, siendo decapitado. Juan murió en edad muy
avanzada -san Juan 21:23 -, de muerte natural. Pero, antes de ser desterrado
a la isla de Patmos, sufrió el martirio, pues fue sumergido en una caldera de
aceite hirviendo, de la que Dios le libró milagrosamente. Quedaba con ello corregido el erróneo enfoque sobre la
naturaleza de su reino. Y les aprobaba su coraje cristiano, cuyo ímpetu se
refleja en otras ocasiones. Pero había en esta petición un plan más profundo
del Padre que no competía a Jesús el cambiarlo; había en todo ello una
predestinación: Dios dispone libremente de sus dones: de la donación gratuita
de su reino y de los puestos del mismo. 3. LOS OTROS DIEZ, QUE HABÍAN OÍDO A SANTIAGO Y A JUAN, SE INDIGNARON
CONTRA ELLOS Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se
indignaron contra ellos por esta pretensión y proposición Al ver aquella
disputa, Jesús los llamó. Y va a restablecer la armonía con una gran lección
de humildad, dada especialmente para los que van a tener puestos jerárquicos,
para ellos, que son apóstoles y se sentarán en tronos en su reino -Lc 22:30-. Les va a dar una lección por capítulo doble,
primero con la verdadera doctrina del mando, y luego con su mismo ejemplo. 4. USTEDES SABEN QUE AQUÉLLOS A QUIENES SE CONSIDERA GOBERNANTES DOMINAN
A LAS NACIONES En el mundo, los que gobiernan las naciones fácilmente
abusan de su poder, y, en lugar de ser en servicio benéfico del bien común,
lo es en provecho propio, y así oprimen a los pueblos. Los apóstoles
comprendieron y asumieron como misión el hecho político y social desigual de
su época. Eran galileos y habían oído hablar de los abusos de Herodes el
Grande, de Arquelao y Antipas, lo mismo que de los abusos de algunos de los
procuradores romanos. Jesús los llamó y les dijo: Ustedes saben que aquéllos a
quienes se considera gobernantes dominan a las naciones como si fueran sus
dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe
suceder así. En efecto, sucede de hecho, ya que no es ésa la misión del poder
entre gobernantes de pueblos, no ha de ser así entre los que son apóstoles y
se sentarán en tronos del reino para juzgar a las doce tribus de Israel. 5. EL QUE QUIERA SER GRANDE QUE SE HAGA SERVIDOR DE USTEDES Jesús le dice; Al contrario, el que quiera ser grande que
se haga servidor de ustedes, y el que quiera ser el primero que se haga
servidor de todos. Porque que éstos no son para honor ni provecho propio,
sino para ministerio, servicio y provecho directo del bien común. No siendo
para provecho propio, en lugar de tener esos sentimientos de ambición, si
alguno pensase en ello, que piense que ha de tener sentimientos, en este
orden, de servidor y de servidor de todos. Pues ha de tener los sentimientos
de servicio. Deberá ser servidor de todos. Así enfocados, los puestos
jerárquicos y de mando cobran su auténtica proyección y excluyen
automáticamente las apetencias en el Reino terreno. Pues nadie tiene
apetencia por egoísmo de ser servidor de todos. Y luego de la doctrina, pone el gran ejemplo de su vida,
que es el Rey-Mesías. No vino a ser servido. Sus sufrimientos, su pobreza,
las intrigas armadas contra El, la perspectiva de su pasión y muerte, hacían
ver bien que no vino a ser servido, sino a servir; al contrario, vino a dar
su vida como rescate de muchos. Esta enseñanza de Jesús tiene responde a la
idea de la liberación por rescate, una liberación mediante un sacrificio, es
decir dar su vida por salvar a los hombres. 6. UNA GRAN LECCIÓN DE HUMILDAD Hay que saber beber a tiempo el cáliz amargo de la Pasión,
las contradicciones, las penas, las amarguras, las tristezas y enfermedades,
las persecuciones y las malas interpretaciones, pero todo esto nos ayudará a
purificar nuestros corazones y lo preparará la gloria de la resurrección y
luego, para la alegría del triunfo en unión con Jesús, nuestro Señor. Jesús nos da en este fragmento del Evangelio una gran
lección de humildad, algo que para nosotros es necesario comprender, nos
llega a nuestro amor propio, o por que sufrimos si otros nos aventajan, o
porque queremos ser los primeros en todas partes, sobresaliendo en todo y sin
importar si estamos relegando a los demás. El tratar de ser primeros, sin
importar como y a costa de quien, no esta conforme al espíritu cristiano.
Jesús no enseño a ser humildes por amor a El. El que tiene que sobresalir siempre, es Jesús y nosotros
no ser notado. El Señor les Bendiga Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant |
|
---