“Tengan
cuidado, no se dejen engañar” Lc
21, 5-19 Autor:
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant 1.
LA DESTRUCCIÓN
DE JERUSALÉN El tema es
introducido ante la observación que le hacen los discípulos, no sabemos cuáles
fueron los que preguntaron, Lucas no lo dice, es decir omite los nombres de
los discípulos que así abordan a Jesús. A la vista de aquel magnífico templo,
que en Mt-Mc se destaca, más que por la belleza, por la consistencia y
fortaleza, les dice que llegará un día en que todo él será destruido. Antes de la
destrucción de Jerusalén se les describe un panorama de angustias de todo
tipo. Aparecerán falsos Mesías; habrá toda clase de cataclismos — guerras,
hambres, pestes, señales en el cielo — Aparte de los elementos que tuvieron
cumplimiento histórico, el anuncio está hecho con frases de tipo
apocalíptico, lo que provoca una gran preocupación. 2.
DE TODO LO QUE
USTEDES CONTEMPLAN El texto acusa la
admiración y orgullo judío de aquel soberbio edificio. En el Evangelio de
Marcos dice: “Maestro, mira qué piedras y qué construcción” Y Lucas mismo
pone en boca de algunos discípulos el comentario de admiración sobre estos
que ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las
ofrendas votivas que lo adornaban. Me imagino que la visión del templo tenía
que ser verdaderamente deslumbrante en un día de sol. Herodes el Grande,
para ganarse la voluntad de los judíos y para satisfacer un poco a ellos de
su origen idumeo y además usurpador, reconstruyó el templo, en proporciones
colosales y con una riqueza de ornamentación fabulosa. 3.
NO QUEDARÁ
PIEDRA SOBRE PIEDRA DE TODO ESTO QUE ESTÁN ADMIRANDO La respuesta de
Jesucristo a esta invitación de los discípulos fue la más sorprendente y
tajante de todas. Pues, de todo aquello que veían, dijo: “Días
vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están
admirando; todo será destruido”. Entonces le
preguntaron: “Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto?, y ¿cuál será la señal de que ya
está a punto de suceder?” La sorpresa para los apóstoles tuvo que ser
fuerte; no sólo por lo que significaba la destrucción de la gran fortaleza,
sino, y mucho más, por lo que significaba la destrucción del templo de Dios,
centro y vida del pueblo judío. ¿Cuándo sería? La profecía quedaba hecha y
deliberadamente sumida en tiempo incierto: “Vendrían días.” 4.
CUÍDENSE DE QUE
NADIE LOS ENGAÑE Jesús les
respondió: “Cuídense de que nadie los engañe; porque muchos vendrán usurpando mi
nombre y dirán: “Yo soy el Mesías.” Esto que dice el Señor que muchos
vendrán en mi nombre, no quiere decir “venir en mi nombre” que vengan como
representantes suyos, sino que vendrán, como abiertamente dice Mt, como
falsos “Mesías”, que es lo mismo que se dice aquí en Lucas, cuando aparecerán
diciendo: “Yo soy el Mesías” y “Ha llegado el tiempo” El efecto que causarán
es que “engañarán a muchos” (Mt-Mc). Pero también nos dice que no les hagan
caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico,
porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el final. Es decir el
Señor nos da garantías previas: “no les hagan caso”, esto es “No
deben preocuparse de su defensa, pues el Espíritu Santo les sugerirá lo que
hayan de decir” (Mt-Mc-Lc) o “No se perderá ni un cabello de vuestra
cabeza” (Lc), con lo que se expresa la providencia especialísima de Dios
sobre ellos o también “El que perseverare hasta el fin, ése se salvará”
(Mt-Mc-Lc). 5.
“SE LEVANTARÁ
UNA NACIÓN CONTRA OTRA Y UN REINO CONTRA OTRO. Luego les dijo: “Se
levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes
lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el
cielo señales prodigiosas y terribles” Lucas y del mismo
modo los otros evangelistas presentan un cuadro trágico de preludios de
catástrofes, al leer los evangelios encontramos que se dice que habrá falsos
Mesías, guerras, hambres, pestes, terremotos, prodigios grandes y espantosos
en el cielo, y dirigido personalmente en el contexto a los apóstoles se les
anuncian que pasaran calamidades tales como “Se os prenderá y se os llevará a
los tribunales” o “Se os entregará a los azotes y tormentos”, “Seréis odiados
por todos a causa de mi nombre” Habrá odios, hasta el punto de traicionarse y
entregar el hermano al hermano, el padre al hijo, los hijos a los padres
(Mc-Lc; cf. Mt v. 10). 6.
MAESTRO, ¿CUÁNDO
VA A OCURRIR ESTO? Entonces le
preguntaron: “Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto?, y ¿cuál será la señal de que ya
está a punto de suceder? Es muy propio en
épocas de grandes cataclismos pensar y señalar un posible fin. Sin embargo
debemos considerar que las guerras y las catástrofes, son herencias de la
condición humana, y estas no deben hacernos pensar que son presagios de que
el fin esta en un minuto cercano, sin embargo esto nos hace meditar en la
condición de que la vida del hombre se extingue. Entonces todo está
orientado en que hay urgencia en la conversión, en el anhelo de transformarse
de esta triste condición donde nos estamos desenvolviendo. 7.
NO DEBEMOS SEGUIR
FALSOS PROFETAS Pero además la
advertencia es muy clara, no debemos seguir falsos profetas que en todo ven
el fin del mundo, que no nos dejemos engañar, y que estemos atentos frentes a
esos que pretenden engañarnos usurpando su Nombre. Por doquier, aparecen
falsos profetas, falsas revelaciones, apariciones con locuciones
apocalípticas que anuncian grande tragedias, especialmente tratando de
mostrar una pureza doctrinal muy exigente, muy estricta, en incluso dicen que
nuestra fe ya no es la del Señor. Como dice Jesús, tengamos cuidado
especialmente de esos apegos o de esas fidelidades ortodoxas, de las
caridades personalistas. La fe se funda en que profesamos la fe de los
apóstoles, que siguieron las verdaderas enseñanzas, que caminaron junto a
Jesús, y que caminamos con Cristo por él y en la vía que lleva a la
salvación. 8.
PERO ANTES DE
TODO ESO, LOS DETENDRÁN, LOS PERSEGUIRÁN, Entonces Jesús no
dice; “Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los
entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y
gobernadores a causa de mi Nombre” Así mismo el Cristo
Jesús, nos advierte que durante este tiempo de prueba, los que deseamos
seguirlo, sufriremos las consecuencias de las persecuciones de toda índole.
Tal como sucede hoy, donde muchos hombres se burlan de nosotros por amar al
Señor, se mofan de nuestras conductas, se ríen porque participamos en una
procesión, no aceptan nuestros ritos litúrgicos, son irreverentes con nuestro
Santo Padre, se burlan de los santos, nos les parece bien que no estemos de
acuerdo con los atentados a la vida, como los abortos, estamos pasados de
moda, en fin, una sarta de palabrería que es común en quienes disfrutan de
atacarnos. Igual como muchos
que ya están en la gloria de los cielos, después de haber sido perseguidos y
martirizados. Pero todas esas persecuciones que muchos sufrieron, cárceles,
fusilamientos, calumnias, es decir variados sufrimientos en los distintos
siglos de estos tiempos, son un testimonio glorioso a favor de Jesucristo,
quien también fue perseguido. 9.
ESTO LES
SUCEDERÁ PARA QUE PUEDAN DAR TESTIMONIO DE MÍ. Pero nosotros,
sabemos que estaremos sujetos a una serie de sinsabores en la vida terrenal,
pero no por ello dejamos que se turbe nuestro corazón. En el mundo de hoy, en
cual vemos una paz perturbada, desavenencias de toda índole y un difícil
camino para seguir a Cristo en forma santa, donde estamos sometido a las más
diversas pruebas, optemos, por tener siempre presente todas y cada una de las
enseñanzas de Jesús. Ir por el mundo haciendo el bien, es una actitud de vida
que no podemos dejar de lado, digan lo que nos digan, oremos por ello y por
el crecimiento de nuestra fe. 10. TENGAN BIEN PRESENTE QUE NO DEBERÁN PREPARAR SU
DEFENSA. Jesús nos dice: “Tengan
bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré
una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir
ni contradecir.” Si bien es cierto,
muchas veces no somos los suficientemente elocuentes o no encontramos las
palabras apropiadas o tenemos vergüenza para expresarnos y nos enredamos o
nos turbamos cuando queremos predicar algo. Pero acojamos la invitación que
nos hace el Señor, pidamos a Él su ayuda, abramos nuestro corazón al Espíritu
Santo, para que llegue hasta el toda la sabiduría amorosa, que necesitamos
para expresarnos. Como decía San Gregorio, nosotros vamos al debate, pero es
quien se expresa, porque nosotros pronunciamos las palabras, pero El habla. 11. SERÁN ENTREGADOS HASTA POR SUS PROPIOS PADRES Y
HERMANOS Jesús dice; “Serán
entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y
amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de
mi Nombre.” Los peores
sufrimientos son los que nos causan las personas más queridas, porque
sentimos el cariño perdido. Pero más sentimos cuando en nuestros propios
hogares no logramos hacernos entender. Pero es allí, donde está el prójimo más
próximo, es donde se debe dar nuestro trabajo con mayor constancia. Allí
donde la permisividad se pone a prueba, donde confundimos la tolerancia con
la incapacidad de poner atajo a los malos hábitos y hacemos la “vista gorda”,
en los valores morales que nos corresponde como cristianos. 12. YO RUEGO POR ELLOS, NO RUEGO POR EL MUNDO Reza Cristo Jesús:
Yo ruego por ellos, no ruego por el mundo, sino por los que tú me diste... y
el mundo los aborreció porque no eran del mundo, como yo no soy del mundo. No
pido que los tomes del mundo sino que los guardes del mal. Ellos no son del
mundo como no soy del mundo yo” (Jn 17, 9-16). Dos conceptos están
claros en estas palabras de Cristo: que el mundo y los cristianos son
enemigos y que Cristo y los cristianos vivan en el mundo, lo cual no es ser
del mundo. Conceptos tan claros no siempre los ven todos en su claridad. Si Cristo es enemigo
del mundo y el cristiano es discípulo de Cristo, la mayor proximidad del
cristiano a Cristo nos dará la mayor enemistad del cristiano con el mundo. 13. QUISIERAN ESTAR BIEN CON DIOS Y CON EL MUNDO Están, hoy como
nunca, muchos cristianos preocupados de sus relaciones con el mundo. No se
deciden a vivir en plena hostilidad con él. Quisieran estar bien con Dios y
con el mundo. Oigamos a Cristo: “el mundo los aborreció porque no eran del
mundo, como yo no soy del mundo” (Jn 17, 14). No nos debe
extrañar que el mundo aborrezca a los cristianos como aborreció a Cristo, si
caemos en la cuenta de que ellos están para denunciarle. Las tinieblas son
descubiertas ante la luz. En una comunidad
donde hay tantos que roban o adulteran, o mienten o estafan, unos a otros se
encubren, hoy por ti mañana por mí. Si hay uno que no es como ellos se
sienten molestos con su presencia, como acusados implícitamente y esto les
llevará a involucrarle en su escándalo farisaico, como una victoria de los
que, no pudiendo negar la luz que daña sus ojos amenazadores, querrán verla
traspasada por su pequeña tiniebla. 14. NO SE COMPRENDE QUE JESÚS TUVIERA ENEMIGOS PERO
ÉSA FUE LA REALIDAD. No se comprende que
Jesús tuviera enemigos pero ésa fue la realidad. Los fariseos se pronunciaron
contra Cristo. “¿Por qué, Señor? Hazme justicia y mi causa defiende contra
gente sin amor; del hombre falso y fraudulento, oh Dios, líbrame”... (Sal
42). ¿Quiénes son esos hombres para situarse en contra de Cristo? Pobres
insignificantes. ¡Contra su Creador y Señor! Pero les ciega su soberbia.
Están satisfechos de sí mismos. Se creen santos, perfectos. “Nosotros pagamos
contribución, ayunamos, no somos como los demás hombres...” (Lc 18, 11-12).
Examinemos nuestra vida para ver si descubrimos algún brote de fariseísmo
-guárdense del fermento de los fariseos, les decía Cristo a los mismos
apóstoles - (Mt 16, 6). Porque el fariseísmo es un espíritu contrario al del
Evangelio. Los fariseos se contentan con obras exteriores sin vivir
interiormente la religión. ¡Tanta práctica de religión sin obras internas
-que también se traslucirán -! ¡Cuántas
discusiones que degeneran en disputas entre personas que practican la
religión! ¡Cuánta vana ostentación y vanidad de las cosas que se hacen o de
las cualidades que se tienen o se piensan tener, o se dice que se tienen!
¡Cuánta facilidad para juzgar mal a las personas e interpretar malas acciones
del prójimo! 15. HAY UNA DIFERENCIA DIAMETRAL ENTRE EL CRISTIANO Y
EL FARISEO. El cristiano es un
hombre interior. El fariseo lo es exterior. El fariseo desprecia a los demás,
el cristiano ama al prójimo. El fariseo se
considera mejor que los demás, no cree que puedan decir algo interesante.
Desprecia a la pecadora a quien Cristo perdona (Lc 7, 39). Líbranos, Señor,
de la levadura del fariseísmo. Y nuestros
cristianos saben que, como Cristo, tendrán enemigos. ¡Vaya si lo saben!- y de
ahí el miedo que tienen de serlo de veras. Y de parecerlo, a veces más que de
serlo. Quisieran pasar desapercibidos: que no choque su actitud, vestir como
los del mundo, hablar como ellos, ver los espectáculos que ellos ven, llevar
los negocios como ellos. Con esos cristianos
¿qué va a hacer Cristo en el mundo? ¿Cómo iluminar con una luz entenebrecida?
Con una sal desvirtuada ¿cómo salar? 16. PERO NI SIQUIERA UN CABELLO SE LES CAERÁ DE LA
CABEZA Pero Jesús nos
dice: “Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la
constancia salvarán sus vidas.” Es decir, no
temamos a la verdad del caminar hacia la santidad, digan lo que nos digan, en
el hogar, en el vecindario o en el trabajo, por que el menor de los buenos
pensamientos, la más humilde y sencilla de las obras que hagamos, será
premiado dignamente. Porque el que pacientemente, sin temor a las
adversidades que podemos enfrentar, hace una vida sin que se ensucie su alma,
encontrara la salvación prometida. La paciencia consiste en tolerar los males
ajenos con ánimo tranquilo, y en no tener ningún resentimiento con el que nos
lo causa. En todas partes,
tenemos la oportunidad de manifestarnos como auténticos cristianos, en el
hogar, el trabajo, en la calle, frente a cualquier hermano, si somos
constantes, alcanzaremos la salvación, es palabra prometida. 17. NO SE TURBE VUESTRO CORAZÓN NI SE INTIMIDE Estamos en un mundo
atontado por los estruendos, los bullicios, los escándalos, es mucha la
agitación existente, son tanto los problemas, que nos causa muchos temores y
angustias, entonces es tiempo de hacer silencio y oír la palabra del Señor
que resuena en los Evangelios, en especial cuando nos dice; “La paz os dejo,
mi paz os doy; no como el mundo la da os la doy yo. No se turbe vuestro
corazón ni se intimide” Juan 14, 27. Nada te turbe, nada
te espante, todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene nada le falta. ¡Sólo Dios basta! (Santa Teresa de Jesús) El
Señor les Bendiga Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant Domingo
XXXIII Tiempo Ordinario |
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