-- Yo te lo mando, levántate, toma
tu camilla y vete a tu casa --. Mc 2, 1-12 Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso
Brant 1.
PARA DIOS EL PERDÓN ES IMPORTANTÍSIMO Dios es fiel absoluto a su alianza, su pueblo es muy
importante, y siempre esta dispuesto a perdonar. ¡Me has abrumado, en cambio, con tus pecados,
me has cansado con tus iniquidades! Pero soy Yo, sólo Yo, el que borro tus
crímenes por consideración a mí, y ya no me acordaré de tus pecados. (Is 43, 24b-25) “Porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros
corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado (Rom
5:5), Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe (Gálatas 5:22). El perdonar es un hecho de amor divino. Dios nos
ha perdonado a través de su amor divino y eterno, y en consecuencia es a
través de este mismo amor divino que El ha puesto en nosotros, así es también
como podemos perdonar a otros. Para Dios el perdón es importantísimo, y lo es porque nos
ama al extremo, por eso El envió a su Hijo Jesucristo para salvarnos, para
redimirnos y para perdonarnos de nuestros pecados. Si entendemos esto, nos
daremos cuenta de la importancia que tiene para nuestro Padre el Perdón. Por
otra parte no seríamos consecuentes en nuestra unión con Cristo si denegáramos
la misericordia y el perdón a nuestro Hermanos o nos pusiéramos celosos si
viéramos como el Señor ayuda a los pecadores. 1.
JESÚS TIENE PODER PARA PERDONAR LOS PECADOS. En el relato de San Marcos,( Mc 2, 1-12), descubrimos,
algo nuevo, ya hemos visto como Jesús tiene poder para arrojar los demonios,
hemos visto como El sana a los enfermos, hemos visto como El tiene autoridad
para dirigirse a los hombres, y ahora nos muestra algo nuevo, Jesús tiene
poder para perdonar los pecados. También nos enseña Jesús, que el perdona nuestras faltas
aquí en nuestra vida diaria, es decir en la tierra. También nos destaca que
la curación es inmediata, y así nos lo hace saber el Evangelio cuando nos
dice; “Yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa” Jesús se encuentra con un hombre que le pide ser curado de
sus parálisis, pero le ofrece algo especial, “Hijo, se te perdonan tus
pecados”. El Evangelio de Marcos se nos quiere revelar que en Jesús realmente
llegó el Reino de Dios y la liberación de las enfermedades y de los demonios
no es sino un aspecto de la presencia de ese poder salvador que puede
perdonar los pecados. 2.
¿QUIÉN PUEDE PERDONAR LOS PECADOS, SINO SÓLO DIOS? Tal como dice este fragmento del Evangelio, durante las
enseñanzas que daba Jesús, siempre participaban como testigos de estas, los
escribas y los fariseos, es así como además eran testigos de los milagros de
Cristo. En otras palabras, estos hombres religiosos le oían cuando
predicaba y estaban muy atentos a las palabras de Jesús. Pero lo hacían para
observar que comentarios del Señor no se ajustaban a la Ley, para así
condenarlo. Jesús sabía que era menospreciado por esta clase de doctores de
la ley. Así es como ahora tiene nuevamente la oportunidad de hacerles ver en
su presencia algo tan extraordinario como hacer un milagro. Jesús, sana porque es Dios, para esto tiene autoridad
propia. Jesús perdona, porque en el abunda la gracia divina. Es decir Jesús
tiene poder para curar todos los males. Es así, como un grupo de hombres
tiene una fe admirable y a como de lugar, llevan a la presencia del Señor a
un enfermo paralítico. Ellos no habiendo podido entrar con el enfermo por la
puerta, inventaron una forma para hacerlo desde el techo. 3.
LOS ESCRIBAS Y FARISEOS QUEDAN SORPRENDIDOS Los escribas y los fariseos comenzaron a preguntarse: --
¿Qué está diciendo este hombre? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar los
pecados, sino sólo Dios? --. Para estos hombres, el que blasfemaba contra
Dios, era merecedor de la pena de muerte. Sin embargo reconocen cuando dicen
¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?”, pero aquí quedan al
descubierto que no creen en Jesús como Dios y no aceptan que El pueda
perdonar. Los escribas y fariseos quedan sorprendidos como el Señor
conoce lo que ellos tratan en secreto. Es así como Jesús les dice; ¿Qué están
pensando? ¿Qué es más fácil decir al paralítico: “Tus pecados te son
perdonados”, o “Levántate, toma tu camilla y camina”? Entonces Jesús,
demuestra que es Dios, porque puede perdonar los pecados como Dios, pues
cuanto más noble y sana es el alma que el cuerpo, en mejor disposición se
esta para curarse de cualquier mal. Y para que todos sepan que el Hijo del
hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados, le dice al
paralítico que se levántate, que tome su camilla y vuelve a su casa”. 4.
NOS SANAMOS CUANDO EL SEÑOR NOS PERDONA. Al ver la fe de estos hombres, Jesús de acerca al enfermo
y le dice: “Hombre, tus pecados te son perdonados”. Jesús hace esto, para que
sepamos que nos enfermamos como consecuencia de nuestras faltas, y nos
sanamos cuando el Señor nos perdona. Todo pensamiento, todo dicho, obras y situaciones que
omitimos en contra de los preceptos de Dios, son nuestros pecados. Es bueno
tener conciencia de que los actos y comportamientos lamentables que se
apartan de lo recto y justo son pecados. Para nuestra fe, la confesión y el
arrepentimiento en conciencia nos permiten salir de esto. No arrepentirse es
una desacertada acción, y las consecuencias para la paz del corazón son
negativas. Este fragmento del evangelio, también no enseña, el mérito
que tienen otras personas que por su fe, nos acercan al Señor. Esto es muy
válido, para todos nosotros, por tanto ayudemos a los que están enfermos del
alma a ponerse en la presencia de Dios, para que les llegue la misericordia.
Cuando nuestra alma esta enferma, es fuente de muchos males, si no nos
curamos de estos, tampoco se curan los del cuerpo. Feliz el que se ocupa del débil y del pobre: el
Señor lo librará en el momento del peligro. El Señor lo protegerá y le dará
larga vida, lo hará dichoso en la tierra y no lo entregará a la avidez de sus
enemigos. (Sal 40) 5.
EL SEÑOR JESÚS SE CONMUEVE Y CURA LOS ENFERMOS Hermosas y esperanzadoras enseñanzas nos deja este
fragmento del Evangelio, el poder de Jesús se manifiesta curándonos nuestros
males espirituales, y así nos llega la curación de otras enfermedades. Para
esto solo debemos acudir a El, con espíritu de fe y humildad. Nuestro Señor Jesucristo, se conmueve y cura los enfermos,
les devuelve la salud integral y les perdona sus pecados. Cuando Jesús
perdona los pecados del alma, desaparece la debilidad del cuerpo. El Señor no hace las cosas a medias, la bondad de Jesús es
total y nos hacer ver que sentirse libre de los pecados, nos hace vivir con
un corazón sano y limpio, estos nos trae gran satisfacción e incomparable
gozo, y un corazón alegre, no da un vida saludable. 6.
LA GENTE QUEDÓ ASOMBRADA Y GLORIFICABA A DIOS, DICIENDO:
“NUNCA HEMOS VISTO NADA IGUAL”. Nosotros también demos gracias a Dios, por tantas
maravillas, las hemos visto y las hemos oído. La bondad de Dios, su
sabiduría, su amor inmenso, su misericordia, su paciencia, su fuerza. Son
muchos los motivos que tenemos en nuestra vida para alabar y glorificar a
Dios. 7.
OREMOS A LA MISERICORDIA DEL SEÑOR CON SUS FIELES (Salmo
103) Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga a su
santo Nombre; bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus
beneficios. Él perdona todas tus culpas y cura todas tus dolencias;
rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de ternura; él colma
tu vida de bienes, y tu juventud se renueva como el águila. El Señor les Bendiga Pedro Sergio Antonio Donoso Brant |
Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant |
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