“El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz” Mt 4, 12-23 Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds 1.
Y, DEJANDO NAZARET, SE ESTABLECIÓ
EN CAFARNAÚN, A ORILLAS DEL LAGO Sucedió que la predicación de Juan
Bautista, provoco una importante esperanza del Mesías, en quien se ha puesto
una confianza absoluta y de quien se espera la solución de todos los
problemas. Esto hizo temer a Herodes Antipas un movimiento revolucionario.
Herodes, al ser censurado por Juan Bautista, como consecuencia de su incesto,
lo encarceló y luego lo degolló. (Mt 14,10). Cuando Jesús se enteró de la
prisión de Juan Bautista, comprendiendo la actitud de Antipas frente a El, no
solamente se aleja de Judea, sino que también abandona la misma Nazaret,
donde se había criado, para establecerse en Cafarnaúm, cuya precisión
topográfica indica Mateo, pues por razón de su localización verá él su
vinculación con la profecía mesiánica de Isaías. Cafarnaúm estaba situada al borde
del lago de Genezaret, enclavada en la tribu de Neftalí, no lejos de la de
Zabulón, junto al lago de Tiberíades. San Mateo, ve en esta venida de
Jesús a establecerse en Cafarnaúm como centro de su actividad misional por
Galilea el cumplimiento de una profecía de Isaías. 2.
EL PUEBLO
QUE SE HALLABA EN TINIEBLAS VIO UNA GRAN LUZ San
Mateo, ve en esta venida de Jesús a establecerse en Cafarnaúm como centro de
su actividad misional por Galilea el cumplimiento de una profecía de Isaías. El pasaje de Isaías alude, en su primera
parte, a las invasiones asirías, que provocaron deportaciones de estas gentes
a Asiría, con lo que sufrió especialmente “todo el territorio de Neftalí,” y
con lo que Yahvé así los castigó y humilló, va a seguir “a lo último” un
premio especial, pues Dios “llenará de gloria” todas estas regiones. Galilea,
además de las deportaciones, sufrió infiltraciones paulatinas de colonos
gentiles: arameos, itureos, fenicios y griegos. En tiempo de Jesús vivían
numerosos gentiles juntamente con los judíos de raza y judíos mixtificados,
atraídos por el comercio, sobre todo en las ciudades de Galilea superior. Estas tribus, antes así humilladas
y mixtificadas de razas y religiones, hacia que los habitantes de Judea
tuviesen a los galileos como judíos inferiores, pero tuvieron un gran
privilegio. Los que estaban “en tinieblas” ahora vieron 3.
“CONVIÉRTANSE, PORQUE EL REINO DE
LOS CIELOS ESTÁ CERCA”. A partir de ese momento, Jesús
comenzó a proclamar: “Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está
cerca”. La síntesis de la predicación de
Jesús es la conversión y el anuncio del Reino de Dios, el reconocimiento de
nuestro mal comportamiento o conducta desordenada y el arrepentimiento de nuestros
pecados, es el primer paso para la conversión. Esto es necesario e
indispensable, para llegar a la santidad y es parte del camino de la
santificación. Así es, como Juan Bautista predica
la penitencia de los judíos que se han olvidado de Dios. Jesús, predica la
penitencia y la conversión a una vida de santidad. Por eso, Jesús nos enseña
que para entrar al Reino de Dios, supone un cambio, un arrepentimiento. Sin
embargo la conversión, es mucho más que un arrepentimiento, es un cambio
radical de actitud y conducta. El Evangelio, asocia la venida del
Reino de los Cielos, y del Mesías que ha de instaurarlo. En Jesús, Dios no
propone la iniciativa de la reconciliación y el ofrecimiento del perdón. Para
que así suceda, es preciso que abandonemos el orgullo y nos volvamos a Dios. 4.
“JESÚS RECORRÍA TODA Jesús recorría toda Este pasaje es un clásico relato
de tipo resumen, compendio o recopilación de la obra de Jesús. El aparece
como en muchas ocasiones, recorriendo Galilea acompañado siempre por sus
discípulos y mucha gente sencilla. Esta presentación de “multitudes,” supone
una actividad ya desarrollada de Jesús, y prepara las gentes del “sermón de La “Buena Noticia” tiene su origen
en El evangelio nos da 5.
VOLVERNOS A DIOS PARA OÍR SU
PALABRA, Y ACOMODAR NUESTRA VIDA A LAS EXIGENCIAS DEL SEÑOR Si ya hemos dado el primer paso a
la conversión, ahora debemos consolidarlo y perfeccionarlos, volvernos a Dios
para oír su Palabra, y acomodar nuestra vida a las exigencias del Señor, para
cumplir su Palabra, abrámosele nuestro corazón a ella, dejémosle que penetre
en nosotros, nos ayuda a purificarnos, nos convierte, no hace volver a Dios. Dice el Señor: “Os digo que, de
igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se
convierta que por 99 justos que no tengan necesidad de conversión (Lc 15, 7)…..Del
mismo modo, os digo, se produce alegría ante los ángeles de Dios por un solo
pecador que se convierta.”(Lc 15, 10) Oración: Señor, te ruego que me
des 6.
VIO DOS HERMANOS PESCADORES Y LOS
ELIGIÓ MIRANDO SUS CORAZONES Jesús caminaba a orillas del mar
de Galilea, este es el mismo lago de Genezaret o también conocido como el mar
de Tiberíades. En esta oportunidad, vio dos hermanos pescadores y los eligió
mirando sus corazones. Los llamó cuando estaban en su trabajo diario, la
pesca, y ellos los siguieron. Jesús no eligió gente especial,
como soberanos, intelectuales o filósofos. Jesucristo elige hombres
sencillos, pescadores, hombres de trabajo. Jesús sabe bien a quien elige y
porque lo elige, en esta ocasión hombres que echan la red al mar sin saber
que tipos de pescados sacaran. Del mismo modo cuando un predicador arroja sus
palabras sobre los hombres, no conoce de antemano quienes se acercarán a
Dios. 7.
PESCADORES DE HOMBRES El llamamiento que Jesucristo les
hace es para ser “pescadores de hombres.” La frase tiene sentido
“escatológico” (Mt 13:47-49). Los discípulos van a congregar a los seres
humanos para su ingreso en el Reino. Al punto le “siguieron,” término
rabínico para expresar el discipulado. Marcos dice que el padre de Juan y
Santiago estaba en la barca con “jornaleros”, gentes a sueldo. En cambio,
estos grupos binarios de hermanos no eran simplemente “compañeros” (Mc 5:10)
en sus faenas de mar, pues Juan y Santiago eran “participantes”, “socios” de
Simón-Pedro, seguramente en sus gastos y beneficios, como se hace hoy. Los
papiros testifican estas costumbres con la misma palabra de “socios”. El
hecho de “dejar las redes” allí y “seguir” a Jesús no parece exigir un
completo desprendimiento material de toda su familia y bienes. Se los verá,
en ocasiones, residir en su hogar, y, después de la resurrección de
Jesucristo, volver a Galilea a sus faenas. Un ejemplo bien concreto es Mateo,
que en su “vocación” sigue a Jesucristo, y luego aparece en su casa dando un
banquete a Jesús. 8.
ELLOS DEJARON LAS REDES Y LO
SIGUIERON Santiago, hijo de Zebedeo, y a su
hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las
redes; y Jesús los llamó. Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su
padre, y lo siguieron. San Marcos nos añade un dato de interés, “ellos,
dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron”.
Esto puede significar que dentro de la modestia de pescador de Galilea, tenía
más recursos para pescar, por eso tenían jornaleros, que eran pagados para
hacer esta faena. Pero, no debemos vivir para la
cosas, debemos hacerlo para los hombres y en primer lugar para Dios. Es decir
las cosas sirven, pero no para adorarlas, las cosas están en orden a los
hombres y los hombres en orden a Dios. Inmediatamente al oír de Jesús
“Síganme, y yo los haré pescadores de hombres”, Pedro y Andrés dejaron sus
redes y lo siguieron. Para ellos, la redes eran toda su herramienta de
trabajo, por ellas lograban su sustento. Sin embargo no dudaron y siguieron a
Jesús. Así, Jesús, prolonga a través de los hombres su predicación. Hombres
elegidos para ser profetas y sus apóstoles. 9.
SEGUIR A JESUS Según entendemos los que nos
relata el evangelio, Pedro y Andrés respondieron de inmediato, y Santiago y
Juan, dejaron a su padre, así nos indica que para seguir a Jesús, se debe
renunciar a todo aquello que se opone a su seguimiento. Así es como Jesús sabe bien a quien
elige y porque lo elige, en esta ocasión hombres que echan la red al mar sin
saber que tipos de pescados sacaran. Del mismo modo cuando un predicador
arroja sus palabras sobre los hombres, no conoce de antemano quienes se
acercarán a Dios. Pero también hay algo muy
importante para todos nosotros, las características de los discípulos
elegidos por el Señor. Esto nos sirve para que no tengamos temor y no
pensemos que tenemos que superdotados en conocimientos para seguir a Jesús.
El eligió a hombres humildes, pobres, sencillos, sin una gran formación
académica, sin influencias, talvez, así nos imaginamos a Pedro, “rudos”, sin
formación teológica, porque los hombres no se arrepienten ni se convierten
con argumentos y palabras humanas, sino que por la gracia de Dios. Entonces, nosotros, somos hombres
predilectos del Señor, descubramos en nosotros mismos ese llamado, con la
misma rapidez que los apóstoles y sigamos tras los pasos de Jesús. Nuestro
apostolado, exige menos renuncia que el de los apóstoles y lo podemos ejercer
del mismo lugar en el cual nos desempeñamos, en el trabajo, la escuela, el
vecindario, la familia y los amigos. Tenemos la gran oportunidad de
seguir a Jesús, hagámoslo íntimamente en lo personal, y como apóstol entre
los hombres. El Señor les Bendiga Pedro Sergio Antonio Donoso
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