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““Ya viene el esposo, salgan a
su encuentro”” San Mateo 25, 1-13 Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds 1. “ESTAR PREVENIDOS Y PREPARADOS”, La parábola de las diez jóvenes, cinco necias y otras
cinco prudentes, forma parte del “discurso escatológico” de Mateo, donde el
evangelista intenta alcanzar un doble propósito, por una parte mantener viva
la certeza del retorno del Señor e indicar una sana sugerencia sobre cómo
comportarse durante este tiempo de vigilancia. No hay que ser muy ingenuo
para comprender que los peligros existen y deben ser superados por el
cristiano. Por tanto, un buen consejo es vivir con vigilante impaciencia,
esto es indiferente de los problemas del mundo, sería una evasión, así como
preocuparse por las cosas del mundo, hasta encogerse de hombros de estar
vigilante, sería una actitud de cómplice de las cosas mundanas. En síntesis, la parábola que nos trae Mateo en este
evangelio, nos ofrece una sabia enseñanza: hay que ser previsores y estar
preparados ante cualquier eventualidad, sin desanimarse con facilidad o hacer
excesivos cálculos. Olvidarse del Señor o no tener paciencia para esperar su
vuelta es un riesgo, igual que relajarse y descuidar la actitud vigilante. En
realidad, no cuenta si la vuelta de Jesús es inmediata o se demora, sino “estar prevenidos y preparados”,
porque todos los momentos son decisivos para la salvación. 2. LAS BODAS COMENZABAN AL ATARDECER, A LA PUESTA DE SOL Y ERA DE ESTA
FORMA Comento previamente sobre las costumbres de aquel tiempo.
Las bodas comenzaban al atardecer, a la puesta de Sol y era de esta forma: La
novia esperaba en su casa y siempre rodeada de sus amigas, luego venia el
esposo a buscarla y el también se hacía acompañar del grupo de sus amigos, luego,
con todo el grupo de familiares y demás amistades la llevaban unidos en dos
cortejos, a casa del futuro esposo, que es donde luego vivirían. Todo este
séquito se realizaba con lámparas y alegres cantos. La esposa llevaba su
cabeza ceñida de una corona y era llevada en andas a casa de su esposo. Este
y los suyos rodeaban el anda (litera). Tanto los amigos del esposo, como las
amigas de la esposa iban entonando cánticos festivos y alusivos a los mismos
de la ceremonia. A la llegada del cortejo se celebraba el banquete de bodas. 3. UN CORTEJO DE DIEZ VÍRGENES. San Mateo, nos presenta un cortejo de diez vírgenes. El
número es parte de armar la historia, y luego dice que son vírgenes, a fin de
se entienda de que no son casadas, como las amigas que habían de acompañar a
la novia. En este caso, suponemos que hubo alguna tardanza y el esposo llego
cerca de la media noche, por cuanto se habían quedado dormidas. De estas diez
vírgenes, cinco de ellas eran descuidadas, necias o imprudentes, en cambio
las otras eran previsoras o prudentes. Todas ellas salieron al encuentro del
cortejo del esposo, y llevando con ellas, pues, conforme al uso de noche,
lámparas para alumbrar el camino del cortejo nupcial. EL resultado es que las imprevisoras, no tomaron, con sus
lámparas una vasija donde llevar el aceite de relleno. 4. VIGILAD, PORQUE NO SABÉIS EL DÍA NI LA HORA ¿Que nos quiere decir Jesús con esta Parábola? Vigilad,
porque no sabéis el día ni la hora” de la venida final del Hijo del hombre. El esposo, es Jesús, su venida será inesperada y su venida
es la parusía. Las vírgenes previsoras, las almas preparadas para la parusía.
Las vírgenes imprevisoras, las almas no preparadas para esa hora. Las vasijas
de aceite de relleno y el prepararlas al despertar indica la solicitud de
estas almas y su preparación y su actitud vigilante en orden a la parusía.
Del mismo modo, se debe tener una actitud espiritual en orden a esta
preparación para el glorioso regreso de Jesucristo. Pero también, no basta
con un asistir, sin más, a este cortejo, que en el caso de la parábola es
nupcial y en el caso de la enseñanza es la parusía, además, hay que tener
esta previsión del relleno para la lámpara, es decir es necesario cooperar
directamente en una preparación que es personal. En efecto, cada una de las
vírgenes previsoras ha cooperado y se ha preparado, ya que el esposo puede
llegar inesperadamente. 5. SON CONSIDERADAS NECIAS POR IMPRUDENTES Del mismo modo, no basta con lamentarse como las jóvenes
imprevisoras, ya que se requiere las obras de toda una vida. Recordemos
además las Palabras de Jesús, No todo el que dice: ¡Señor, Señor! entrará en
el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en
los cielos. Muchos me dirán en aquel día: ¡Señor, Señor! Yo entonces les diré:
Nunca os conocí” (Mt 7:21-23). En esta enseñanza de Jesús, como vemos algunas son
consideradas necias por imprudentes y faltas de razón, y otras prudentes,
porque actúan con moderación y cautela, aunque a todas les entró sueño y se
quedaron dormidas su preparación era distinta. 6. “DESDE ALLÍ HA DE VENIR A JUZGAR LOS VIVOS Y A LOS MUERTOS” Estas son las dos opciones que tenemos en nuestra forma de
esperar el regreso glorioso de Jesucristo. Rezamos en el credo, “desde allí
ha de venir a juzgar los vivos y a los muertos”, esperamos pasivamente y sin
preocuparnos o lo hacemos activamente y con responsabilidad y bien
preparados. 7. "¿PODRÍAN DARNOS UN POCO DE ACEITE, PORQUE NUESTRAS LÁMPARAS SE
APAGAN?" En efecto, las cinco vírgenes necias, actuaron con
irresponsabilidad y no estaban preparadas, y luego cuando ellas necesitaron
la fuente de su luz, acudieron a las prudentes, "¿Podrían darnos un poco
de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?" y quienes mostrando su
buen juicio y su reflexión antes de actuar les respondieron: "No va a
alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado". La
negativa a facilitar el aceite, o el no conseguirlo, nos dice que no se puede
improvisar esto en el último momento ni se puede prestar ni transferir de unos
a otros, en otras palabras, es como decir, yo he realizados buenas obras de
esas que agradan al Señor, he rezado, le he sido fiel, le he amado a El y a
mi hermanos, tu no lo hicisteis, te presto un poco de mi vida, para que
parezcas preparada. 1. "LES ASEGURO QUE NO LAS CONOZCO" Así fue, como cuando el esposo es finalmente anunciado a
media noche, las muchachas necias no están preparadas, y no tienen luz para
ofrecerle, y no fueron consideradas para entrar al fiesta nupcial, Y luego
cuando ellas pensaron que porque a última hora se consiguieron el relleno, y
apuradas llegan tarde, se les consideraría, por mucho que gritaron Señor,
Señor, ábrenos", no fueron admitidas y, el esposo respondió: "Les
aseguro que no las conozco" 2. ¿A QUIEN REPRESENTAN HOY? Así estas muchas necias e imprevisoras, están
representando a aquella comunidad de los fieles que carecen de auténtica
entrega, y por tanto no están preparados, como del mismo modo a aquellos que
escuchan el mensaje, pero no lo han llevado a la práctica. Las otras cinco,
las prudentes, simbolizan a las personas pertenecientes a la comunidad, que
viven su vida de tal manera que dan luz a los demás, y que el mensaje de
Cristo lo han hecho parte de su vida, con prudencia y sensatez, es por esos
cuando llegó el esposo, estando preparadas entraron con él en la sala nupcial
y se cerró la puerta. El esposo representa al Hijo Jesucristo, como en la
parábola de Mateo 22,1-14. La fiesta nupcial, el banquete que esta preparado,
la alegría y felicidad del Reino. 3. "YA VIENE EL ESPOSO, SALGAN A SU ENCUENTRO" Este Evangelio es una voz de alerta para todos nosotros,
"Ya viene el esposo, salgan a su encuentro", esto es ¡Que viene el
Señor!, esto debe resonar en nuestros oídos y en nuestro corazón, nos debe
poner en estado de alerta y acción, es un despertador para que no nos
quedemos dormidos y para que tengamos suficiente luz, con lámparas donde
abunde el aceite de la fe, esa luz que nos ayuda a ver y a descubrir a Dios.
El aceite, representa nuestra conducta, nuestras buenas obras, el quedarse dormido,
la tibieza espiritual. Ciertamente, nos llegara el día y la hora en el que
deberemos presentarnos delante del Señor, no sabemos cuando, pero si sabemos
que ocurrirá, no nos olvidemos de Dios, el no se olvida de nosotros, estemos
preparados, que no nos sorprenda, esperémoslo con una vida pensada en El,
viviendo y haciendo cosas por El, para que cuando llegue ese día no nos
desconozca, lo que no se hace por el Señor, queda desconocido por El. Hagamos de nuestra vida una lámpara encendida que brille
con la luz de la fe. El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant ocds Domingo XXXII del
Tiempo Ordinario Ciclo A |
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