“El Señor reveló su victoria a las naciones”

                                        Reflexión desde el Salmo: Sal 97, 1-4

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds


El salmo de hoy es una vibrante invitación a la tierra entera: “Canten, aclamen al Señor...”Al hacer de este salmo su oración en este tiempo pascual, la Iglesia celebra la maravilla de la victoria de Jesús sobre la muerte, la maravilla del envío del Espíritu sobre los paganos y su adhesión al Evangelio.


El Señor reveló su victoria a las naciones.

O bien: Aleluya.

Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. R.

El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad a favor del pueblo de Israel. R.

Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos. R.

Canto de Alabanza a Dios después de la Liberación.

En este brevísimo salmo encontramos dos fragmentos salmodíeos de distinta procedencia, los ritmos son diferentes en ambas secciones, y el contenido ideológico también diverso. La liturgia de este sexto Domingo de Pascua, solo ha considerado para este día los versos 1 al 4.

Acción de gracias por una liberación (1-3).

En el primer fragmento, desde los versos 1 al 3, encontramos una acción de gracias por una liberación, esta parte parece hacerse eco de la liberación de la cautividad babilónica, que es la nueva gran maravilla del Señor en favor de su pueblo, como el paso del mar Rojo lo había sido en la antigüedad al formarse la nación israelita. Todos los pueblos han sido testigos de las últimas maravillas del Dios de Israel. Esto indica que el Señor sigue siendo el Dios poderoso de los primeros tiempos y ha mostrado la fidelidad a sus promesas salvadoras sobre su pueblo.

Las proezas nuevas del Señor exigen entonar un nuevo cántico que refresque el eco de las antiguas maravillas. “Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas”  De nuevo se ha manifestado victoriosamente su diestra invencible y su santo brazo o poder sagrado. “su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria”. Característica de la divinidad es la trascendencia, que para los hebreos se reflejaba en la idea de santidad, que incluía incontaminación y separación. Por eso, la expresión santo brazo equivale aquí a omnipotencia desbordante, fuera de toda comparación con lo humano. La nueva salvación obrada por Yahvé ha servido para manifestar la justicia divina ante las gentes: “El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones”. El verso está copiado en Isaías; Ha desnudado el Señor su santo brazo a los ojos de todas las naciones, y han visto todos los cabos de la tierra la salvación de nuestro Dios.  (Isaías (SBJ) 52,10).” En el verso 3 ”se acordó de su amor y su fidelidad a favor del pueblo de Israel”,  se resume Sal 106:44-46. Esta victoria salvadora del Señor ha tenido lugar porque El se ha acordado de los compromisos con su pueblo, manteniendo así su fidelidad como en otras memorables ocasiones. Todos los pueblos son testigos de esta manifestación salvadora del Dios de Israel.

Estos signos de salvación (de los versos 2 y 3), se revelan “a las naciones”, hasta “los confines de la tierra”, para que la humanidad entera sea atraída hacia Dios salvador y se abra a su palabra y a su obra salvífica. (Comentario de Beato Juan Pablo II)

Por otra parte, en este salmo son muchas las citas implícitas de textos de la segunda parte del libro de Isaías y de otras composiciones del Salterio. Todo esto hace pensar que ha sido compuesto, uniendo dos fragmentos diversos que al principio tenían vida independiente, por un autor que vive después del exilio. (SBNC)

El advenimiento de Yahvé como Juez (4-9).

En el segundo, desde el verso 4 al 9, encontramos el anuncio del reino escatológico del Señor, siguiendo la perspectiva de los dos salmos anteriores.  En esta parte se invita a toda la tierra a regocijarse porque se acerca el advenimiento del Señor como Juez para inaugurar un reinado de justicia y equidad, como se declaraba en los salmos anteriores. Será una intervención deslumbrante que ofuscará a los prodigios del pasado.

Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Con frases redundantes, el salmista invita a todos los habitantes del orbe a mostrarse jubilosos por el advenimiento próximo del Juez de la tierra. No se alude para nada a la liberación de Israel. La perspectiva es más amplia. A este júbilo de los habitantes de la tierra debe responder el regocijo de la naturaleza inanimada: el mar, los ríos y los montes: Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos.

El Señor, va a inaugurar los tiempos mesiánicos, gobernando con justicia y equidad. Esto es algo nuevo en la historia, y por eso la misma naturaleza inanimada debe asociarse al triunfo moral que va a dominar la sociedad en el nuevo orden de cosas, como relata Isaías 11; “La vaca y la osa pacerán, juntas acostarán sus crías, el león, como los bueyes, comerá paja. Hurgará el niño de pecho en el agujero del áspid, y en la hura de la víbora el recién destetado meterá la mano. Nadie hará daño, nadie hará mal en todo mi santo Monte, porque la tierra estará llena de conocimiento del Señor, como cubren las aguas el mar. (Isaías (SBJ) 11, 7-9).

Oración:

Dios y Señor poderoso, Jesús ha sido tu brazo derecho por el que nos has salvado; ha sido tu mano con la cual nos has curado de nuestros males y nos has bendecido en nuestras desgracias; que sigamos contemplando tu presencia salvadora en los sacramentos de la Iglesia. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén. (Ángel Aparicio y José Cristo Rey García)

Padre lleno de amor, que te acordaste de tu misericordia y tu fidelidad en favor de la casa de Israel, haciendo maravillas y dándole la salvación, haz que sepamos vitorearte y tocar en tu honor, y revela también a las naciones tu justicia, para que también los confines de la tierra te aclamen como Rey y Señor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. (P. Pedro Farnés)

“El Señor reveló su victoria a las naciones”

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio

www.caminando-con-jesus.org

caminandoconjesus@vtr.net

Algunos comentarios están tomados de la Biblia Nácar Colunga (SBNC) y de la Biblia de Jerusalén (SBJ), otros tienen ya la referencia en el mismo texto.

Publicada en este link: REFLEXIONES DESDE LOS SALMOS

SEXTO DOMINGO DE PASCUA

Mayo 2012

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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