SAN PABLO

Lista de las Epístolas del Apóstol Pablo

 

 

La Iglesia considera, basándose en testimonios fidedignos, que el apóstol Pablo es el autor de catorce epístolas, que se disponen en la Biblia en el siguiente orden:

1.       A los Romanos

2.       1ª a los Corintios

3.       2ª a los Corintios

4.       A los Gálatas

5.       A los Efesios

6.       A los Filipenses

7.       A los Colosenses

8.       1ª a los Tesalonicenses

9.       2ª a los Tesalonicenses

10.     1ª a Timoteo

11.     2ª a Timoteo

12.     A Tito

13.     A Filemón

14.     A los Hebreos

Este orden no es cronológico, sino indica la importancia y la amplitud de las epístolas, según el valor de las iglesias o personas a quienes fueron dirigidas. Después de las epístolas a las siete iglesias siguen las dirigidas a tres personas, y la epístola a los Hebreos esta ubicada última, ya que fue reconocida su autenticidad, más tarde que las otras.

Las epístolas, habitualmente se dividen en dos grupos desiguales: epístolas pancristianas y epístolas pastorales. A estas últimas pertenecen las dos epístolas a Timoteo y una a Tito. En ellas están indicadas las reglas a seguir para un buen pastor.

Algunas partes de las epístolas Paulinas, por ej: (1 Cor. 5:9 y Col. 4:16), permitirían pensar que han existido otras epístolas de san Pablo que no llegaron a nosotros. La correspondencia entre el apóstol Pablo y un desconocido filósofo Séneca, hermano del procónsul Galiónmencio-nado en Hechos 18:12, no fue considerada fidedigna

Siendo importante e imprescindible el agregado a las enseñanzas evangélicas, las epístolas del apóstol Pablo, deben ser estudiadas diligente y atentamente por toda persona que desea conocer más profundamente la fe cristiana. Estas epístolas se distinguen por una particular altura del pensamiento religioso, que reflejan un amplio conocimiento y preparación científica de las Escrituras del Viejo Testamento por parte del autor y asimismo una profunda comprensión de la enseñanza del Nuevo Testamento de Cristo.

A veces, no encontrando en el idioma griego contemporáneo las palabras adecuadas, el apóstol Pablo se vio obligado a acuñar nuevas formas lingüísticas, para expresar más exactamente sus pensamientos. Estas nuevas palabras y términos, entraron luego ampliamente en el vocabulario de los escritores cristianos. A estas expresiones pertenecen: “co-resurrección;” “co-sepultarse con Cristo;” “revestirse de Cristo;” “despojarse del hombre caduco, o viejo;” “salvarse con el baño de la eternidad;” “la ley del espíritu de la vida;” “la ley de mis miembros, que lucha contra la ley de la mente;” etc.

 

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Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

p.s.donoso@vtr.net