SAN PABLO

Sobre la inutilidad de los que viven con pereza

 

 

Porque es imposible que cuantos fueron una vez iluminados, gustaron el don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, saborearon las buenas nuevas de Dios y los prodigios del mundo futuro, y a pesar de todo cayeron, se renueven otra vez mediante la penitencia, pues crucifican por su parte de nuevo al Hijo de Dios y le exponen a pública infamia. Porque la tierra que recibe frecuentes lluvias y produce buena vegetación para los que la cultivan participa de la bendición de Dios. Por lo contrario, la que produce = espinas y abrojos = es desechada, y cerca está de la = maldición, = y terminará por ser quemada. Heb. 6:4-8

= Esta es la Alianza que pactaré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y en su mente las grabaré, = añade: = Y de sus pecados = e iniquidades = no me acordaré ya. = Ahora bien, donde hay remisión de estas cosas, ya no hay más oblación por el pecado. Teniendo, pues, hermanos, plena seguridad para entrar en el santuario en virtud de la sangre de Jesús,  por este camino nuevo y vivo, inaugurado por él para nosotros, a través del velo, es decir, de su propia carne, y con un = Sumo Sacerdote = al frente de la = casa de Dios, = acerquémonos con sincero corazón , en plenitud de fe, purificados los corazones de conciencia mala y lavados los cuerpos con agua pura.

Mantengamos firme la confesión de la esperanza, pues fiel es el autor de la Promesa.  Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras, sin abandonar vuestra propia asamblea, como algunos acostumbran hacerlo, antes bien, animándoos: tanto más, cuanto que veis que se acerca ya el Día. Porque si voluntariamente pecamos después de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por los pecados,  sino la terrible espera del juicio y la = furia del fuego = pronto a = devorar a los rebeldes. = Si alguno viola la Ley de Moisés es = condenado a muerte = sin compasión, = por la declaración de dos o tres testigos. =  ¿Cuánto más grave castigo pensáis que merecerá el que pisoteó al Hijo de Dios, y tuvo como profana = la sangre de la Alianza = que le santificó, y ultrajó al Espíritu de la gracia? Pues conocemos al que dijo: = Mía es la venganza; yo daré lo merecido. = Y también: = El Señor juzgará a su pueblo. = ¡Es tremendo caer en la manos de Dios vivo! Heb. 10:16-31.

 

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Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

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