Consagración de la Familia

a los Sagrados Corazones de Jesús y María

 

 

Santísimos corazones de Jesús y María,

unidos en el amor perfecto,

como nos miráis con misericordia y cariño,

consagramos nuestros corazones,

nuestras vidas,

y nuestras familias a Vosotros.

Conocemos que el ejemplo bello

de Vuestro hogar en Nazaret fue un modelo

para cada una de nuestras familias.

Esperamos obtener,

con Vuestra ayuda,

la unión y el amor fuerte y perdurable

que Os disteis.

Qué nuestro hogar sea lleno de gozo.

Qué el afecto sincero, la paciencia, la tolerancia,

y el respeto mutuo

sean dados libremente a todos.

Qué nuestras oraciones

incluyan las necesidades de los otros,

no solamente las nuestras.

Y qué siempre estemos cerca de los sacramentos.

Bendecid a todos los presentes

y también a los ausentes,

tantos los difuntos como los vivientes;

qué la paz esté con nosotros,

y cuando seamos probados,

conceded la resignación cristiana

a la voluntad de Dios.

Mantened nuestras familias cerca

de Vuestros Corazones;

qué Vuestra protección

especial esté siempre con nosotros.

Sagrados Corazones de Jesús y María,

escuchad nuestra oración.

 

Amén.