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Entre las muchas
y ricas promesas que Jesucristo hizo a los que fuesen devotos de su Sagrado
Corazón, siempre ha llamado la atención la que hizo a los que comulgasen en
honra suya nueve primeros viernes de mes seguidos. Es tal, que todos la
conocen con el nombre de «He aquí este
Corazón que ha amado tanto a los hombres, que no ha omitido nada hasta
agotarse y consumirse para manifestarles su amor, y por todo reconocimiento,
no recibe de la mayor parte más que ingratitudes, desprecios, irreverencias y
tibiezas que tienen para mí en este sacramento de amor. » Entonces fue
cuando Jesús dió a su servidora el encargo de que
se tributase culto a su Corazón y la misión de enriquecer al mundo entero con
los tesoros de esta devoción santificadora. El objeto y el fin de esta
devoción es honrar al Corazón adorable de Jesucristo, como símbolo del amor
de un Dios para nosotros; y la vista de este Sagrado Corazón, abrasado de
amor por los hombres, y al mismo tiempo despreciado de estos, nos ha de mover
a amarle nosotros y a reparar la ingratitud de que es objeto. Entre las
prácticas que comprende esta devoción, conformes con el fin de la misma,
sobresale la de He aquí la
promesa: Un viernes,
durante «Yo te prometo,
en la excesiva misericordia de mi Corazón, que mi amor todopoderoso concederá
a todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes seguidos la gracia
final de la penitencia; no morirán en pecado ni sin recibir los sacramentos,
y mi divino Corazón les será asilo seguro en aquel último momento. » Lo que es
necesario hacer para obtener esta gracia : Comulgar nueve
primeros viernes de mes seguidos en gracia de Dios, con intención de honrar
al Sagrado Corazón de Jesús. Cómo puede
hacerse : Por la mañana se
puede tener Comunión general a buena hora, y a la tarde una función más o
menos breve y solemne al Corazón de Jesús exponiendo al Santísimo, explicando
o leyendo la intención del mes, o algo acerca de ella, rezando las letanías o
algún acto de desagravios o de consagración. Caso de no poderse hacer esto a
la tarde, se puede hacer todo a la mañana en Cuando no hay
función o culto público o no puede uno asistir a él, hágase en particular lo
que se hace por otros en público. Para lo cual se puede rezar la oración que
se expone más adelante, y además las letanías del Corazón de Jesús o alguna
consagración al Corazón de Jesús. Fuente: www.aciprensa.com |