Convento
de San José de Malagón, 3ª Fundación de Santa Teresa TERESA DE JESUS, Y UN RECUERDO DE DOMINGO DE RAMOS,
FUNDACION DEL CONVENTO DE MALAGON Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant En el epígrafe del capítulo 9 del Libro Fundaciones,
la Santa Madre Teresa de Jesús, dice que “Trata cómo salió de Medina del
Campo para la fundación de san José de Malagón.” En efecto, en este capítulo Teresa de Jesús
nos relata cómo sale a fundar el Monasterio San José de Malagón, que queda en
el municipio del mismo nombre perteneciente a la provincia de Ciudad Real.
Tiene una población de 8.280 habitantes. No estaba en la idea de la santa
esta fundación, ella misma lo dice: “¡Qué fuera he salido del propósito! Y
podrá ser hayan sido más a propósito algunos de estos avisos que quedan
dichos, que el contar las fundaciones.” (F 9,) Recuerda Teresa que estaba en el Monasterio
de San José de las carmelitas descalzas de Medina del Campo, que fue la
segunda fundación que ella hizo el 15 de agosto de 1567 en unas humildes
casas cedidas por Dª María Juárez de Herrera, Señora de Fuente el Sol, su
primera benefactora. Así lo explica la santa: “Pues estando en san José de Medina del
Campo, con harto (mucho) consuelo de ver cómo aquellas hermanas iban por los
mismos pasos que las de san José de Avila, (Primer convento que había fundado
en 1562), de toda religión y hermandad y espíritu, y cómo iba nuestro Señor
proveyendo su casa, así para lo que era necesario en la iglesia como para las
hermanas, fueron entrando algunas -que parece las escogía el Señor-, cuales
convenía para cimiento de semejante edificio, que en estos principios
entiendo está todo el bien para lo de adelante; porque como hallan el camino,
por él se van las de después.” (F 9,1) Sigue explicando Teresa que; “Estaba
una señora en Toledo, (Doña
Luisa de la Cerda) hermana del duque de Medinaceli, (título nobiliario español
creado por la reina Isabel la Católica en 1479 a favor de Luis de la Cerda y
de la Vega, V Conde de Medinaceli. Su nombre se refiere al municipio
castellano de Medinaceli, en la provincia de Soria) en cuya casa yo había estado
por mandato de los prelados, como más largamente dije en la fundación de san
José, adonde me cobró particular amor.” (F 9,2) De esta misma señora habla en el Libro Vida, (V 34, 1) y
también en Fundaciones; “fuíme en casa de doña Luisa, que es
adonde había estado otras veces, y la fundadora de Malagón.” (F 15,3)
Teresa atribuye a esta señora la idea de fundar en Malagón, así lo comenta: “Como esta señora entendió que yo tenía
licencia para fundar monasterios, comenzóme mucho a importunar (agobiar)
hiciese uno en una villa suya llamada Malagón.” (F 9,2) Por eso Teresa relata al comienzo de este
capítulo que; “no estaba en la idea de la santa esta fundación” y las razones
que da es: “Yo no lo quería admitir en ninguna manera,
por ser lugar tan pequeño, que forzado había de tener renta para poderse
mantener, de lo que yo estaba muy enemiga.” (F 9,2) Teresa, mujer obediente de los buenos
consejos, dice que trata esta situación con: “letrados (Eruditos y
Teólogos) y confesor”, quienes le aconsejan hacer un monasterio, adonde se podía servir mucho
al Señor. Sumado esto a los agobios que sufría por tanta insistencia de doña
Luisa de la Cerda, ella accede a la fundación. (Cfr. F 9,3) Cuidando que las monjas viviesen de acuerdo
a las constituciones, (Cfr. F 9,4) tal
como los otros monasterios en una vida de pobreza, envía algunas hermanas
para fundarle y va con aquella señora (Luisa de la Cerda) a Malagón. Así fue como Santa Teresa llega a Malagón
el 1 de Abril del 1568. Le acompañaban seis monjas del Convento de la
Encarnación de Avila: María del Sacramento Suárez, María Magdalena Tejada y
Cardeño, Isabel de Jesús Gutiérrez, Isabel de San José Suárez, Antonia del Espíritu
Santo y Ana de los Ángeles, así como por el jesuita Pablo Hernández y de la
propia Doña Luisa. Dice la santa que llegaron “adonde aún no estaba la casa
acomodada para entrar en ella”, y agrega Teresa “y así nos detuvimos más de ocho
días en un aposento de la fortaleza”, (F 9,4) es decir en unas
habitaciones de la fortaleza junto al Castillo. Algunos autores fijan esta
primera residencia en el mismo Castillo, pero era mucho más apropiada para
esta pequeña comunidad alguna de las estancias de la fortaleza anexa a él,
que ya había sido construida por la Orden y después, el día 11 del mismo mes,
pasaron a las “Casas de la Quintería”, que se habilitaron como convento
provisional, pero que tenían el inconveniente de que estaban instaladas junto
a la plaza del pueblo y resultaban en extremo inconvenientes para la vida
conventual. Se trata, sin duda, de una casa situada en la Plaza de Roque Díaz, actual Plaza del
Ayuntamiento, que estuvo comprendida en la dotación inicial de Doña Luisa al
Convento. Tenía esta estancia una extensión de 1600 m2, y contaba con un
corredor a la plaza utilizada para las corridas de toros. Ocuparía toda la
fachada norte de la citada Plaza. Y así relata Teresa de Jesús, ese bello
recuerdo de Domingo de Ramos: “Día de Ramos, año de 1568, yendo la
procesión del lugar por nosotras, con los velos delante del rostro y capas
blancas, fuimos a la iglesia del lugar, adonde se predicó, y desde ahí se
llevó el Santísimo Sacramento a nuestro monasterio. Hizo mucha devoción a
todos. Allí me detuve algunos días. Estando uno, después de haber comulgado,
en oración, entendí de nuestro Señor que se había de servir en aquella casa.
Paréceme que estaría allí aún no dos meses, porque mi espíritu daba prisa
para que fuese a fundar la casa de Valladolid, y la causa era lo que ahora
diré.” (F
9,5) En efecto, Teresa sale de Malagón el 13 de
Mayo de este mismo año para realizar la fundación de Valladolid. Pero estos
cuarenta días de primera permanencia en la localidad, no fueron en absoluto
de sosiego y descanso para la Santa. Se preocupó principalmente en buscar
sitio donde levantar el definitivo monasterio. El lugar fue elegido
directamente por ella en un olivar situado en las afueras. Pero también se
preocupó de proveer de un buen confesor y capellán al monasterio, y para ello
hizo llegar al carmelita Tomás Carleval,
nacido en Baeza. Según los datos que constan en la portada de una de
sus obras, fue filósofo, teólogo y jurista. Licenciado en Cánones por la
Universidad de Salamanca. En este viaje Teresa pasa previamente por Toledo.
Va acompañada de Antonia del Espíritu Santo. Santa Teresa la llevaba muchas
veces en sus viajes como compañera (Medina, Duruelo, Malagón,
Valladolid, Toledo…) y más tarde, con Juan de la Cruz, Antonia del
Espíritu Santo estuvo en la fundación de los conventos de Granada y
Málaga. Pedro de Alcántara, que fue su confesor antes de entrar en San
José, decía de ella: “tiene más oración labrando en su almohadilla que las
religiosas en el Coro”. Murió en el Carmelo de Málaga en 1595. Iba además el
cura párroco de Santa María Magdalena, que la acompañó hasta Toledo, y de
algún criado de Doña Luisa. Teresa visitará en diversas ocasiones el
Monasterio de Malagón, como ella misma lo relata en La Fundaciones: “partimos
de Malagón sábado antes de cuaresma, a trece días de febrero, año de 1580”.
(F 28,18) Igualmente en febrero del 1575, la fundadora visita de nuevo
Malagón. Hizo aquí un alto en su
camino a Beas, para realizar la Fundación correspondiente de aquella villa,
relata Teresa; “salimos de Malagón para Beas”, (F 27,17) Finalmente, el 25 de Noviembre del 1579, y
con motivo de preparar la fundación de Villanueva de la Jara, (Convento
fundado a su llegada a Villa Nueva, municipio español de la provincia de
Cuenca, el 21 de febrero de 1580) la Santa visita nuevamente y por última vez
Malagón. Venía acompañada de la beata Ana de San Bartolomé y de Jerónima del
Espíritu Santo, la cual traía de Salamanca y a la que pensaba hacer priora en
Malagón. Unidos
en la Oración Pedro
Sergio A. Donoso Brant Vísperas Domingo de Ramos, Abril de 2017 Fuentes y Siglas F= Fundaciones V= Vida Bibliografía: Obras Completas de Santa
Teresa de Jesús, Edición de Maximiliano Herraiz G. Diccionario de la Mística, Editorial Monte
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