VIA CRUCIS

(IMPRESIONES)

 

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

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Después de haber salido de una reunión secreta, se retiro por la puerta de atrás Judas, uno de los seguidores del Nazareno Jesús. Seguidamente, los jefes de los sacerdotes y los fariseos reunieron rápidamente una junta romana estacionada en el castillo de Antonia, del templo vigía judío, junto con oficiales del Templo.

Como consecuencia de esta reunión, si hizo regresar al seguidor del Nazareno, el tal Judas, a quien se agregaron unos sirvientes y dependientes del sumo sacerdote, y una gran multitud de fanáticos y gente de mal vivir, con linternas y antorchas, con espadas y palos, y todo tipo de armas, por si encontraban resistencia. Estos se movilizaron bajo el liderazgo de Judas, quien señalo al Nazareno como el detenido con un beso en la mejilla. De esta manera fue capturado, por normas de seguridad fue amarrado y engrillado, y luego trasladado a la casa del sumo sacerdote.

Jesús fue juzgado ante un tribunal eclesiástico, En el juicio al Nazareno Jesús, participó Anás, y Caifás, quien al parecer actuó como cabeza del Sanedrín en cada caso. La corte judía encontró a Jesús culpable de blasfemia, por tanto lo condena a muerte.

Durante el juicio tuvo lugar la triple negación de Pedro.

Jesús, fue insultado y objeto de diversas burlas. Sin embargo en todo momento el Nazareno se mostró tranquilo y sereno, especialmente entre la segunda y la tercera sesión y después de su condenación final.

El testigo y acusador Judas se mostró muy desesperado, se esperaba cualquier reacción extrema de el.

 

 

I ESTACION

 

Jesús, es sentenciado a muerte

 

Jesús, se ve integro, a pesar de tanto vejamen recibido, fue puesto a disposición de la Corte Civil, el juicio consistió también de tres sesiones: la primera ante Pilatos, la segunda ante Herodes y la tercera otra vez ante Pilatos. Ante la corte de Pilatos no se acusó de blasfemia a Jesús; sin embargo, le acusan de alborotar al pueblo, de no querer dar tributo al César, y de ser rey. Pilatos ignoró los primeros dos cargos; y encontró inofensivo al tercero; cuando ve que Jesús no reclama la realeza en el sentido romano de la palabra. Sorpresivamente, y para no hacer que los líderes judíos se sientan molestos, Pilatos decidió enviar al prisionero Jesús, ante Herodes. Nuevamente, Jesús no cedió ante la curiosidad de Herodes, y recibió todo tipo de burlas y vejaciones. Luego fue enviado de regreso ante Pilatos El procurador romano declaró inocente al prisionero por segunda vez, pero en vez dejarle libre, dio al pueblo la alternativa de escoger entre Jesús o Barrabás por tener que liberar a un prisionero debido a la Pascua

Pilatos declaró inocente a Jesús por tercera vez con la solemne ceremonia del lavado de sus manos; recurrió así a un tercer esquema para librarse a sí mismo de pronunciar una sentencia injusta contra su prisionero. Una de las medidas tomadas fue azotar drásticamente al prisionero, eliminando de ese modo, en la medida en que los medios humanos puedan hacerlo, toda esperanza de que Jesús haya podido lograr la dignidad real. Pero incluso este procedimiento falló, y Pilatos permitió que su ambición política prevalezca sobre su sentido de justicia, es así como condenó a Jesús a morir crucificado.

 

 

II ESTACION

Jesús cargado con la cruz

 

Interiormente muy integro se la vio al acusado, cuado salio de su prisión, en la salida le esperaba un gran cruz de unos cinco metros de largo, se estima de un peso superior a los 145 kg. Jesús levantó la pesada cruz, con una amorosa decisión, sin importarle el peso del madero y el peso que representa la cruz.

Ahora se le ve caminar, con su pesada cruz, en su cara no refleja ningún rencor, la verdad me impresiona este gesto, pues fue este hombre duramente castigado.,

Todo el pueblo de Jerusalén se ha reunido en las calles, me llama la atención el ver que mucho de los que aquí están presenciando esta cruel caminata, vitorearon y recibieron con palmas y olivos a este hombre, hace algunos días atrás, esta actitud me confunde mucho, sin embargo el castigado Jesús, no pierde su tierna mirada, es sorprendente, Jesús observa con tanto amor a los que lo insultan, y sigue caminando con la cruz a cuesta.

 

III ESTACION

Jesús cae por primer vez

 

Algo le ocurre a  Jesús, cae por primera vez, no es para menos, casi no puede andar, el dolor de las heridas y del peso de la cruz hace que caiga al suelo empujado por el verdugo que le lleva atado del cuello.

 

La escena es muy cruel, el camino de Jesús es doloroso, pero el se levanta a pesar del peso de la cruz y sigue caminando, con su cuerpo casi destrozado por tanto tormento, sin embargo hay algo en su interior por el cual acepta llevar esta pesada cruz.

 

IV ESTACION

Jesús encuentra a su Santísima Madre

 

Jesús se encuentra con su Madre, una mujer muy dulce, su mirada es santísima, un manto de pureza la cubre, es una escena conmovedora la de este encuentro. Su amadísimo hijo la mira con mucho amor, en verdad esto que esta ocurriendo es una espada que atraviesa su alma, esto hará que se descubran los pensamientos de muchos corazones.

 

No puedo ser capaz de imaginar tanto dolor en lo más profundo del alma de María, no puedo comprender lo que siente este Jesús al ver sufrimiento de su Madre.

 

V ESTACION

Simón de Cirene lleva la cruz de Jesús

 

Es algo impresionante, no creo que el hombre que fue sanado de la vista de manos de Jesús,  quiera estar viendo esto, pues esta siendo cruelmente castigado, a ningún buen hombre le debe ser grato ver esta agonía.

 

Jesús va sintiendo el peso que lleva encima, no es para menos, es grande la carga que lleva, pero  un hombre se acerca a Jesús para  ayudar cargar la cruz, se trata de Simón de Cirene, que venía del campo, y se ha dispuesto a ayudar a cargar la cruz.

 

VI ESTACION

La Verónica limpia el rostro de Jesús

 

El camino por el cual va Jesús es malísimo, es muy tortuoso, parece que le eligieron una ruta muy cruenta, Jesús rompe sus pies al caminar, y va dejando una sangrada huella. El lleva tapado los ojos con la sangre que emana de la heridas de su cabeza producto de esa corona que le han puesto, pero ahora otra mujer se acerca a Jesús, lleva un pañuelo en la mano, esa es una mujer muy valiente, es un gesto de gran piedad el que hará. Se trata de Verónica, la mujer que se acerca a limpiar el rostro de Cristo,  rostro que se observa muy desfigurado, así es como la Piadosa llamada Verónica, con gran cariño y dolor limpia el rostro sufrido Jesús, luego algo inexplicable, el rostro de Jesús, esto es la imagen queda impresa en el pañuelo.

 

VII ESTACION

Jesús cae, por segunda vez

 

Jesús sigue su camino hacia la muerte, es una vía muy dolorosa, se requiere ser muy grande para hacer lo que esta haciendo, la gente lo mira, muchos murmuran, talvez muchos de estos observadores recibieron pan o algún pez de este sacrificado caminante, mucho de estos oyeron sus parábolas, y ahora están presenciando algo que parecen no entender, se ha visto algunos que están muy compungidos, otros se siguen burlando de el es la séptima estación, Jesús cae por segunda vez, él esta extenuado, apenas puede tenerse en pie y tropieza y cae otra vez entre las burlas de los soldados y los judíos, aquellos que pidieron su crucifixión, que increíble, como pueden ser así con este inocente hombre, pero así es el mundo que EL vino a cambiar

 

VIII ESTACION

Jesús consuela a las hijas de Jerusalén

 

Muchos observan y no comprenden lo que esta sucediendo, pero Jesús obtiene fuerzas que no son posibles en un hombre para levantarse nuevamente, y cargar esta pesadísima cruz, y continuar por este camino al Calvario, es una verdadera tortura caminar sobre el.

Sin embargo, algunas personas que están presenciando este difícil caminar, se lamentan y lloran al ver como Jesús va por esta vía tan dolorosa hacia la muerte, es así como con todo el peso que lleva encima, este Judío condenado por su propia gente, se detiene por octava vez para consolar a la mujeres e hijas de este Jerusalén, esto es admirables, el les dice "Hijas de Jerusalén no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos", y el aceptando la voluntad de Dios, va ha morir y dice que es por nosotros, que manera de amar a los hombres, para abrazar la muerte por esta razón.

 

IX ESTACION

Jesús cae por tercera vez

 

Cada vez el camino se hace más difícil, Jesús, esta exhausto y vemos como cae en tierra por tercera vez poco antes de llegar donde será crucificado, entre insultos le obligan a levantarse y seguir caminando, pero mientras lo insultan, el los mira con amor, con piedad, parece que le abandonan las fuerzas, pero El nos sigue mirando uno a uno, no hay odio, no se le ve rencor, ofrece su rostro misericordioso, y todo por amor, por darnos un espíritu nuevo, a esos que corazón de piedra han estado observando esta crueldad.

 

X ESTACION

Jesús despojado de sus vestiduras

 

Jesús, es despojado de sus vestiduras, por gente muy cruel que se esta repartiendo sus vestidos, echándolos a suertes, para ver que se llevaba cada uno. Pero que indolentes causar más dolor aún, al arrancarle las vestiduras pegadas a las heridas y dejarle desnudo ante la gente que observa este triste acontecimiento.

 

XI ESTACION

Jesús clavado en la cruz

 

Sin embargo, vemos a Jesús, sentado en el suelo, mirando a su gente, a su pueblo, con una mirada entre triste y enternecedora, es algo difícil de explicar, mientras junto a uno hombres preparan fuertes hierros, a para clavarlo en la cruz, es un gran acto de crueldad, difícil de relatar, casi imposible de creer, le atravesaran con grandes hierros su huesos, ¡OH! Dios que dolor le ha atravesado las manos y los pies, pensar en el sonido de cada martillazo, me ha desecho, sin embargo Jesús acepta este sacrificio con un corazón que no tiene ningún otro ser, lo más impresionante es como mira a sus verdugos, por cada insulto él los bendice.

 

XII ESTACION

Jesús agoniza y muere en la cruz

 

Estamos en la hora sexta, ahí está Jesús, ya clavado y la cruz en pié, va a decir su primera palabra, ¡Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen!, Jesús ha pronunciado una plegaria.

 

Luego, habla con uno de los ladrones crucificado a su lado, el del otro lado se atreve a insultarlo, pero con el que habla, le pide algo y Jesús le responde, en su segunda palabra en la cruz ¡Amén, yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso!

 

Esta escena es conmovedora, Jesús de Nazaret, esta observando a su Madre, quien esta acompañada por la Hermana de Maria, la mujer de Clopás, también le acompaña Maria Magdalena, junto a ellos uno de los discípulos muy querido por Jesús.

 

Que sufrimiento para esta madre, ver su único hijo, crucificado, el que va a pronunciar su Tercera palabra:

 

¡Mujer Ahí tienes a tu hijo!;

 

Mira a su discípulo y le ¡ahí tienes a tu madre!, que bello gesto, Jesús nos hace su hermano y no regala una Madre.

 

Hemos tenido algunos silencios, Jesús ha convertido su cruz en un púlpito con sus primeras tres palabras,

 

Pero algo quiere decir nuevamente, ¡Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado!

 

Esta ya oscuro, o es consecuencia surgida de un eclipse de sol, que se ve a lo lejos, queda todo oscuro, esta oscuridad aumenta la ceguera del pueblo judío.

 

Mucho ya se han retirado, queda menos gente aquí en el calvario, Jesús aún se mantiene en la cruz, por quinta vez a decir algo

 

Es difícil para él hablar ya, algo nos quiere decir, Jesús grita ¡Tengo Sed, tengo sed!, un guardia toma una vasija llena de vinagre, sujeta a una rama de hisopo, con una esponja empapada en vinagre se la acercan a la boca.

 

¡OH! Dios, Jesús esta sufriendo mucho arriba de esa cruz, ha dicho su sexta palabra, ¡Todo está cumplido!, predicó y muere por la humanidad.

 

No puedo abandonar este hombre, esta ahora mirando al cielo

 

Algo va a decir

 

Es la séptima vez que pronunciará algo

 

Esta tratando de tomar un último aliento

 

Parece que va Gritar

 

¡PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU!

 

 

XIII ESTACION

Jesús muerto en brazos de su Madre

 

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

 

 

 

 

XIV ESTACION

Jesús es llevado al sepulcro

 

Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí.

 

 

Padre nuestro, que estas en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

 

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

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