EL MAESTRO JESUS

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

Comentarios, Estudios y Reflexiones del Evangelio Contemplado

 

 

CAPITULO XLI

Resurrección de Lázaro, Jn 11:38-44.

38 Jesús, otra vez conmovido en su interior, llegó al monumento, que era una cueva tapada con una piedra. 39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Díjole Marta, la hermana del muerto: Señor, ya hiede, pues lleva cuatro días. 40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que, si creyeres, verás la gloria de Dios? 41 Quitaron, pues, la piedra, y Jesús, alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, te doy gracias porque me has escuchado; 42 yo sé que siempre me escuchas, pero por la muchedumbre que me rodea lo digo, para que crean que tú me has enviado. 43 Diciendo esto, gritó con fuerte voz: Lázaro, sal fuera. 44 Salió el muerto, ligados con fajas pies y manos, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Soltad-le y dejadle ir.

 

COMENTARIO

"Yo soy la resurrección y la vida; quien cree en Mí, aunque muera, revivirá. Y todo viviente y creyente en Mí, no morirá jamás”

Cuando llego Jesús a Betania, que esta muy cerca de Jerusalén, a unos tres kilómetros, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. Ya habían llegado a consolar a Marta y a María muchos judíos, pero en cuanto ella supo, que se aproximaba Jesús, ella sale a su encuentro. Probablemente alguien debió de adelantarse a dar la noticia de su llegada. Solo Marta sale a su encuentro, mientras que María se quedó en casa, entre los aquellos que vivieron a entregar su pésame.

Era costumbre de aquel tiempo, hacer luto por ocho días. Además, las visitas de duelo era una obras de caridad muy estimadas por los judíos. También se sabe que los tres primeros días estaban dedicados al llanto, y los otros al luto. Otra costumbre era el ayuno y al volver del enterramiento, sentarse en el suelo con los pies descalzos y velada la cabeza.

En ese ambiente de pesar se encontró Jesús cuando llego a casa de Marta. En el encuentro Marta le dice al Señor: "Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano. No es perfecta la fe de Marta, ella creía en el poder de la oración de Jesús, de tal forma que si hubiese estado allí, por su oración Lázaro no hubiese muerto, es decir no reconoce la presencia del Señor a distancia. Sin embargo encontramos en otros relatos de los Evangelios donde otras personas si tuvieron esa fe, y sin tener ese grado de amistad que tenía Marta y María con Jesús.

No obstante Marta le dice a Jesús: Pero sé que lo que pidieres a Dios, te lo concederá. Sin embargo ella no cree en la resurrección de su hermano, cuando Jesús le dijo: Tu hermano resucitará", lo que es una afirmación, ella piensa con pena y, a modo de consuelo, Sé que resucitará en la resurrección en el último día, y dice esto pensando acorde a la creencia ortodoxa de Israel.

La respuesta que da luego Jesús, plantea un cambio muy grande para las creencias de aquel tiempo, ya que tener fe en la resurrección, era algo que estaba en el pensamiento religioso, pero lo que ellos no tenían en mente y no lo sabían, era que el Mesías fuese la resurrección. Y así lo dice el mismo: "Yo soy la resurrección y la vida; quien cree en Mí, aunque muera, revivirá. Jesús, ahora se presenta como el Mesías, agente de la resurrección de los muertos. El es la resurrección, porque el Padre le dio el “tener vida en sí mismo” (Jn 5:26), y por eso El causa la resurrección de los muertos, tanto del alma (Jn 5:25) como del cuerpo (Jn 5:28.29).

Como sabemos, según el Antiguo Testamento el poder de dar la vida y resucitar es atributo exclusivo de Dios. Entonces Jesús con esta enseñanza se está proclamando Dios. Ya lo dijo antes: “Como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo a los que quiere les da vida” (Jn 5:21).

Jesús también le dice a Marta, Y todo viviente y creyente en Mí, no morirá jamás. Del modo como lee a primeras esta frase, alguien podría pensar que el que muere físicamente, resucita de la misma forma. Lázaro resucita porque es causada por Cristo y, Jesucristo es la resurrección, y El nos dice: quien cree en Mí, es decir, la resurrección esta enlazada a la fe en el Señor y, Lázaro creía en Cristo.

Jesús le pregunta a Marta: ¿Lo crees tú?" Esta es la fe que Jesús le pide a Marta, entonces ella le confiesa. Sí, Señor. Yo creo que Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que viene a este mundo.

Si continuamos con los siguientes versículos de este Evangelio de san Juan, vemos que al llegar María a donde estaba Jesús, en cuanto lo vio, cayó a sus pies y le dijo: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Al ver Jesús el llanto de María y de todos los judíos que estaban con ella, su espíritu se conmovió profundamente y se turbó. Y preguntó: ¿Dónde lo han puesto? Le contestaron: Señor, ven a ver. Y Jesús lloró.

Jesús, al verla llorar a ella y a ellos, sin duda de emoción sincera, lloró. Y ante esta emoción traducida en lágrimas, los judíos presentes decían: “¡Cómo le amaba!”. Esta emoción y lágrimas de Jesús, es una emoción profunda, legítima y bondadosa del Señor ante la muerte de Lázaro, su amigo, a quien Jesús amaba. En esas lágrimas de Jesús, quedaron santificadas todas las lágrimas que nacen del amor y del dolor de cada cristiano

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

Octubre de 2005

VOLVER AL INDICE