EL MAESTRO JESUS Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant Comentarios, Estudios y Reflexiones del Evangelio Contemplado |
CAPITULO
XXXV Marta y María, Lc 10:38-42. 38
Yendo de camino, entró en una aldea, y una mujer, Marta de nombre, lo recibió
en su casa. 39 Tenía ésta una hermana llamada María, la cual, sentada a los
pies del Señor, escuchaba su palabra. 40 Marta andaba afanada en los muchos
cuidados del servicio, y, acercándose, dijo: Señor, ¿no te da enfado que mi
hermana me deje a mí sola en el servicio? Dile, pues, que me ayude. 41
Respondió el Señor y le dijo: Marta, Marta, tú te inquietas por muchas cosas;
pero pocas son necesarias, o más bien, una sola. 42 María ha escogido la
mejor parte, que no le será arrebatada. COMENTARIO “«Marta, Marta,
muchas cosas te preocupan y te inquietan, siendo así que una sola es
necesaria. María escogió la mejor parte y nadie se la quitará». Jesús entró en un
pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una
hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor escuchaba su Palabra.
EL Pueblo al cual
se refiere es Betania, en la ladera oriental del monte de los Olivos, a unos Fijémonos en
algunos detalles de este fragmento del Evangelio, "Y una mujer, que se
llamaba Marta, le recibió en su casa", ella es una mujer que conoce la
caridad, como toda persona que recibe a alguien en su casa, mayor cariño si
es Jesús, ella le da techo, agua y de comer, más aún sale a su encuentro con
fervor. "Y ésta tenía
una hermana, que se llamaba María, que sentándose junto a los pies del
Señor…,” el evangelista pudo haber dicho solamente sentada, pero precisó
junto a los pies, para graficar con palabras la ternura de la conversación,
el deseo de María de oír a Jesús, el respeto que tenia por el Señor, como la
humildad para escucharlo “Escuchaba su
palabra”, Para que sepamos que cuando vayamos a casa de alguien sepamos lo
que debemos hablar, del amor de Dios, como lo hacia el Señor. Marta quiere servir
bien al Señor, quiere un estadía agradable, entonces prepara de comer y
atiende la casa, mientras ella trabaja, Maria escucha y medita, esta absorta
oyendo las dulces palabras del Señor. Marta se preocupa del alimento
corporal, María del alimento espiritual. Entonces Marta va
donde Jesús y le dice: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje
sola con todo el trabajo? Dile que me ayude". Seguramente ella pensó que
Jesús le diría a María, levántate ve a ayudar a tu hermana, Pero el Señor le
respondió: "Marta, Marta”, típica expresión de cariño y ternura cuando
se repite el nombre dos veces, y luego le agrega; “te inquietas y te agitas
por muchas cosas”, demostrando la preocupación amorosa por Marta, pero
enseñándole que entre todas las cosas que hacemos, la mas importante siempre
será la de preocuparnos por el Señor, por eso le dice “Y sin embargo, una
sola cosa es necesaria. María eligió la mejor parte, esa que no le será
quitada". El Señor distingue
las ocupaciones, no las reprende, María, eligió la mejor parte, pero Marta no
eligió la mala, pero la de María es la mejor porque no le será quitada, esa
es la diferencia, porque la palabra del Señor es alimento de vida eterna, en
cambio la de Marta es solo alimento temporal. En la vida real,
podemos pensar que Dice Santa Teresa
de Jesús: (Santa era santa Marta, aunque no dicen era contemplativa. Pues
¿qué más queréis que poder llegar a ser como esta bienaventurada, que merecio tener a Cristo nuestro Señor tantas veces en su
casa y darle de comer y servirle y comer a su mesa? Si se estuviera como Pedro Sergio Antonio Donoso Brant Octubre de 2005 |