POR LOS POBRES Y NECESITADOS

 Señor, enséñanos a no amarnos
• a nosotros mismos,
• a no amar solamente a nuestros amigos,
• a no amar sólo a aquellos que nos aman.
Enséñanos a pensar en los otros y a amar, sobre todo, a aquellos a quienes nadie ama.
Concédenos la gracia de comprender que, mientras nosotros vivimos una vida demasiado feliz, hay millones de seres humanos, que son también tus hijos y hermanos nuestros, que mueren de hambre, sin haber merecido morir de hambre; que mueren de frío, sin haber merecido morir de frío...
Señor, ten piedad de todos los pobres del mundo.
Y no permitas, Señor, que nosotros vivamos felices en solitario.
Haznos sentir la angustia de la miseria universal, y líbranos de nuestro egoísmo. Amén. (R. Follerau)