POR LOS SACERDOTES

¡Oh Dios, que constituiste a tu Hijo unigénito sumo y eterno sacerdote!; te rogamos que cuantos fueron elegidos por Cristo como ministros de tus misterios, se mantengan siempre fieles en el cum­plimiento de su servicio. Por nuestro Señor.

0 bien:

Señor Dios nuestro, que para regir a tu pueblo has querido servirte del ministerio de los sacerdo­tes; concédeles aceptar constantemente tu santa voluntad para que, en su ministerio y en su vida, busquen solamente tu gloria. Por nuestro Señor. 

POR LOS MINISTROS DE LA IGLESIA

¡Oh Dios, que enseñaste a los ministros de tu Iglesia a servir a los hermanos y no a ser servidos!; te rogamos les concedas disponibilidad para la acción y que en el humilde ejercicio de su ministerio perseveren siempre en la Plegaria. Por nuestro Señor.