Caminando con Jesús

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Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

LITURGIA DEL DIA DE SAN JOSE

Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo


SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN MARÍA

josegreco.jpg (5859 bytes)El culto a San José nació de la devoción con que la Edad Media rodeó a la Virgen María y al Niño Jesús. Si la fiesta del esposo de María y Padre nutricio de Jesús (siglo XV) cae en Cuaresma, se debe a un motivo fortuito, ya que los calendarios antiguos mencionaban el 20 de marzo a un mártir del mismo nombre. En algunas regiones se celebró en Tiempo de Navidad.
La misión de San José al lado de Jesús y María queda expuesta con claridad en el prefacio de la misa: José es «el hombre justo», esposo de la Virgen María, «el servidor fiel y prudente», custodio de la Sagrada Familia, que «haciendo las veces de padre, cuidará de Jesús». La colecta resume con hondura el misterio encerrado en sus diversas actividades: «Dios confió los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de San José". Ahora bien, el Señor quiso que San José continuara desempeñando en la Iglesia, que es el cuerpo de Cristo, la misma función que había asumido cuando se entregó por entero a servir a Jesús». De igual modo que María, Madre de Jesús, es la Madre de la Iglesia, así también José, custodio de Jesús, es el protector de la Iglesia. Por eso pedimos que la Iglesia --cuya misión consiste en hacer que todos los hombres entren en la plenitud del misterio de la Encarnación--, «los conserve fielmente por intercesión de San José».


LITURGIA DE LA PALABRA

Se puede elegir entre dos evangelios: el primero relata el anuncio de la Encarnación hecho a San José, y el segundo describe el episodio de Jesús hallado en el Templo por sus padres después de tres días de búsqueda. La primera lectura profetiza que el Mesías seria hijo de David. Ahora bien, si Jesús es hijo de David, es porque José descendiente de David, había tomado, cumpliendo fielmente con la Ley, como esposa a una joven de su linaje. La epístola nos ayuda a adivinar la fe de José por comparación con la de Abraham, el padre de los creyentes.


Lectura del libro 2º de Samuel

david1x.jpg (14004 bytes)En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor: «Ve y dile a mi siervo David: «Cuando hayas llegado al término de tu vida y descanses con tus padres estableceré después de ti a un descendiente tuyo un hijo de tus entrañas, y consolidaré su reino. El edificará un templo en mi honor y yo consolidaré su trono real para siempre. Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia , tu trono durará por siempre.»


SALMO RESPONSORIAL 88

R/ Su linaje será perpetuo.

Cantaré eternamente
las misericordias del Señor
anunciaré tu fidelidad
por todas las edades.

Porque dije: «Tu misericordia
es un edificio eterno
más que el cielo has
afianzado tu fidelidad".

Sellé una alianza con mi elegido
jurando a David mi siervo
Te fundaré un linaje perpetuo
edificaré tu trono para todas las edades.

El me invocará: Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora.
Le mantendré eternamente mi favor
y mi alianza con él será estable.


Lectura de la carta del apóstol San Pablo 22 a los romanos ,4,13-16- 18-22

abrahanx.jpg (9807 bytes)Hermanos: No fue la observancia de la ley, sino la fe, la que obtuvo para Abrahán y su descendencia la promesa de heredar el mundo. Por eso, como todo depende de la fe, todo es gracia: así la promesa esta asegurada para toda la descendencia, no solamente para la descendencia legal, sino también para la que nace de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. Así lo dice la Escritura: «Te hago padre de muchos pueblos".. Al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe, Abrahán creyó.
Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchas naciones, según lo que se le había dicho: «Así será tu descendencia.» Por lo cual le fue computado como justicia.


Lectura del santo Evangelio según San Mateo 1, 16. 18-21. 24a

jose8x.jpg (4654 bytes)Jacob engendró a José, el esposo de María de la cual nació Jesús llamado Cristo. El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: la madre de Jesús estaba desposada con José, y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo, por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era bueno y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.» Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.


Oración de los Fieles

Oremos, hermanos y hermanas, al Señor, y pidámosle que se acuerde de nosotros, obra de sus manos: Respondemos a cada petición:
Escúchanos, Señor.

Para que el Señor, que puso en manos de san José el cuidado de su Verbo hecho hombre, asista a los pastores de la Iglesia, en manos de los cuales ha establecido los sacramentos de la gracia y los dones de la salvación, roguemos al Señor.

Para que el Señor, que ha querido que san José fuera patrono de la Iglesia y padre de su familia, derrame el espíritu de oración y de generosidad en los hogares cristianos, a fin de que surjan abundantes vocaciones para el servicio de la Iglesia y para la predicación del Evangelio, roguemos al Señor.

Para que el Señor, que puso la tierra al servicio del ser humano y le dio la misión de cultivarla, conceda a los trabajadores el sustento necesario y una vida digna y feliz, roguemos al Señor.

Para que el Señor, que permitió que san José fuera turbado por la incertidumbre y la duda y tuviera que huir de su tierra, venga en auxilio de los emigrantes y de todos los que viven en medio de dudas y tormentos, roguemos al Señor.

Para que el Señor, que quiso que san José fuese asistido por Jesús y María en el momento de su tránsito, sea benigno y misericordioso con los agonizantes y nos asista en la hora de nuestra muerte, roguemos al Señor.

Que nos ayuden, Señor, los méritos de san José, esposo santísimo de la Madre de Jesús, y que, por su intercesión, consigamos los bienes que, por nuestra debilidad, no nos atrevemos a esperar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Prefacio
Misión de san José

El Señor esté con vosotros.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación,
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la solemnidad de san José,
el hombre justo que diste por esposo a la Virgen Madre de Dios,
el fiel y prudente servidor a quien constituiste jefe de tu familia para que, haciendo las veces de padre, cuidara a tu Hijo unigénito,
concebido por obra del Espíritu Santo, Jesucristo, nuestro Señor.
Por él, los ángeles y los arcángeles y todos los coros celestiales,
cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo…