Caminando con Jesús
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Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
LITURGIA DEL DIA DE SAN JOSE
Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo
SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN MARÍA
El culto a
San José nació de la devoción con que la Edad Media rodeó a la Virgen María y al
Niño Jesús. Si la fiesta del esposo de María y Padre nutricio de Jesús (siglo
XV) cae en Cuaresma, se debe a un motivo fortuito, ya que los calendarios
antiguos mencionaban el 20 de marzo a un mártir del mismo nombre. En algunas
regiones se celebró en Tiempo de Navidad.
La misión de San José al
lado de Jesús y María queda expuesta con claridad en el prefacio de la misa: José
es «el hombre justo», esposo de la Virgen María, «el servidor fiel y prudente»,
custodio de la
Sagrada Familia, que «haciendo las veces de padre, cuidará
de Jesús». La colecta resume con hondura el misterio encerrado en sus
diversas actividades: «Dios confió los primeros misterios de la salvación de
los hombres a la fiel custodia de San José". Ahora bien, el Señor quiso
que San José continuara desempeñando en la Iglesia, que es el cuerpo de Cristo, la misma
función que había asumido cuando se entregó por entero a servir a Jesús». De
igual modo que María, Madre de Jesús, es la Madre de la Iglesia, así también José, custodio de Jesús,
es el protector de la
Iglesia. Por eso pedimos que la Iglesia --cuya misión
consiste en hacer que todos los hombres entren en la plenitud del misterio de
la Encarnación--,
«los conserve fielmente por intercesión de San José».
LITURGIA DE LA PALABRA
Se puede elegir entre dos
evangelios: el primero relata el anuncio de la Encarnación hecho a
San José, y el segundo describe el episodio de Jesús hallado en el Templo por
sus padres después de tres días de búsqueda. La primera lectura profetiza que
el Mesías seria hijo de David. Ahora bien, si Jesús es hijo de David, es
porque José descendiente de David, había tomado, cumpliendo fielmente con la Ley, como esposa a una joven
de su linaje. La epístola nos ayuda a adivinar la fe de José por comparación
con la de Abraham, el padre de los creyentes.
Lectura del libro 2º de Samuel
En aquellos
días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor: «Ve y dile a mi siervo
David: «Cuando hayas llegado al término de tu vida y descanses con tus padres
estableceré después de ti a un descendiente tuyo un hijo de tus entrañas, y
consolidaré su reino. El edificará un templo en mi honor y yo consolidaré su
trono real para siempre. Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo.
Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia ,
tu trono durará por siempre.»
SALMO RESPONSORIAL 88
R/ Su linaje será perpetuo.
Cantaré eternamente
las misericordias del Señor
anunciaré tu fidelidad
por todas las edades.
Porque dije: «Tu misericordia
es un edificio eterno
más que el cielo has
afianzado tu
fidelidad".
Sellé una alianza con mi elegido
jurando a David mi siervo
Te fundaré un linaje perpetuo
edificaré tu trono para
todas las edades.
El me invocará: Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora.
Le mantendré eternamente mi
favor
y mi alianza con él será
estable.
Lectura de la carta del apóstol San
Pablo 22 a
los romanos ,4,13-16- 18-22
Hermanos: No
fue la observancia de la ley, sino la fe, la que obtuvo para Abrahán y su
descendencia la promesa de heredar el mundo. Por eso, como todo depende de la
fe, todo es gracia: así la promesa esta asegurada para toda la descendencia,
no solamente para la descendencia legal, sino también para la que nace de la
fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. Así lo dice la Escritura: «Te hago
padre de muchos pueblos".. Al encontrarse con
el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe,
Abrahán creyó.
Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que
llegaría a ser padre de muchas naciones, según lo que se le había dicho: «Así
será tu descendencia.» Por lo cual le fue computado como justicia.
Lectura del santo Evangelio según
San Mateo 1, 16. 18-21. 24a
Jacob
engendró a José, el esposo de María de la cual nació Jesús llamado Cristo. El
nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: la madre de Jesús estaba desposada
con José, y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo, por
obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era bueno y no quería denunciarla, decidió
repudiarla en secreto. Pero apenas había tomado esta resolución, se le
apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no
tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en
ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre
Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.» Cuando José se
despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.
Oración de los Fieles
Oremos, hermanos y hermanas, al Señor, y pidámosle que se acuerde de
nosotros, obra de sus manos: Respondemos a cada petición:
Escúchanos, Señor.
Para que el Señor, que puso en manos de san José el cuidado de su Verbo hecho
hombre, asista a los pastores de la Iglesia, en manos de los cuales ha establecido
los sacramentos de la gracia y los dones de la salvación, roguemos al Señor.
Para que el Señor, que ha querido que san José fuera patrono de la Iglesia y padre de su
familia, derrame el espíritu de oración y de generosidad en los hogares
cristianos, a fin de que surjan abundantes vocaciones para el servicio de la Iglesia y para la
predicación del Evangelio, roguemos al Señor.
Para que el Señor, que puso la tierra al servicio del ser humano y le dio la
misión de cultivarla, conceda a los trabajadores el sustento necesario y una
vida digna y feliz, roguemos al Señor.
Para que el Señor, que permitió que san José fuera turbado por la
incertidumbre y la duda y tuviera que huir de su tierra, venga en auxilio de
los emigrantes y de todos los que viven en medio de dudas y tormentos,
roguemos al Señor.
Para que el Señor, que quiso que san José fuese asistido por Jesús y María en
el momento de su tránsito, sea benigno y misericordioso con los agonizantes y
nos asista en la hora de nuestra muerte, roguemos al Señor.
Que nos ayuden, Señor, los méritos de san José, esposo santísimo de la Madre de Jesús, y que, por
su intercesión, consigamos los bienes que, por nuestra debilidad, no nos
atrevemos a esperar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Misión de san José
El Señor esté con vosotros.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación,
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la solemnidad de san José,
el hombre justo que diste por esposo a la Virgen Madre de
Dios,
el fiel y prudente servidor a quien constituiste jefe de tu familia para que,
haciendo las veces de padre, cuidara a tu Hijo unigénito,
concebido por obra del Espíritu Santo, Jesucristo, nuestro Señor.
Por él, los ángeles y los arcángeles y todos los coros celestiales,
cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo…
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