CENTRO DE ESPIRITUALIDAD CARMELITANO-BIBLICO “LA FONTE” (o.c.d.) |
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TERCER GRADO DE ORACIÓN, AGUA DE RÍO O DE FUENTE |
TERCER
GRADO DE ORACIÓN: En este grado de oración el agua con que se riega esta huerta
del alma “es agua corriente de río o de fuente, que se riega muy a menos
trabajo, aunque alguno da el encaminar el agua. Quiere el Señor aquí ayudar
al hortelano de manera que casi él es el hortelano y el que hace
todo”(V.16,1) Una vez más Dios sale al encuentro del orante pues su
acción es mucho más abundante. Sta. Teresa nos habla del sueño de potencias
como oración propia en esta tercera manera de regar el huerto. La experiencia
de la gracia es mucho más clara que en la oración anterior: ”Es que da el
agua a la garganta a esta alma”. ”Es un sueño de las potencias que ni del
todo se pierden, ni entienden cómo obran” La acción de Dios alcanza al hombre
en su interior__ en las potencias__ más fuerte y vivamente que en la oración
de quietud pasada. Acción de Dios que “adormece” al hombre con relación a
todo lo creado, porque está profundamente cogido por quien está obrando en él
en estos momentos. La persona siente en sí “embriaguez y desatino de amor”.
“Glorioso desatino, una celestial locura”(V.16,1-2). Es una “unión muy
conocida de toda el alma con Dios”(V.17, 4) aunque entiende con claridad que
no es del todo unión de todas las potencias. A diferencia de la oración de
quietud, aquí el alma tiene más “soltura” para moverse en las actividades de
la vida, aunque entiende bien que la mejor parte está con Dios: ”atada y gozando”(V.16,2).”... coge Dios la
voluntad, y aun el entendimiento, a mi parecer, porque no discurre, sino está
gozando de Dios, como quien está mirando y ve tanto que no sabe hacia dónde
mirar...” (V.17,5) “ Háblanse aquí muchas palabras en alabanzas de Dios sin
concierto, si el mismo Señor no las concierta; al menos el entendimiento no
vale aquí nada. Querría dar voces en alabanzas el alma, y está que no cabe en
sí; un desasosiego sabroso.” (V.16,2) La actitud del orante en esta oración es de un dejarse del
todo en los brazos de Dios, porque ya su alma no es suya sino de Dios. Ya
nada le puede contentar fuera de Dios. Ya no querría vivir sino en El. El alma se ve otra: más fuerte en virtudes__
“Ya , ya se abren las flores, ya comienzan a dar olor” (V.16,3) __deseosa de
servir a su Señor pues tanto le regala el Señor a ella, que quiere ser El el
hortelano para que el alma goce. Este primer grado de oración, lo trata la Santa Madre
Teresa en capitulo 11 al 13 del Libro Vida |
Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant |