¡Oh, sí escucharan hoy su voz! (Salmos 95, 5-7) Comentario a la Homilía del Papa Francisco a los
obispos, sacerdotes y religiosos en Rio de Janeiro Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant 1.
MISIÓN Y
EVANGELIZACIÓN SIN FRONTERAS Santo Padre Francisco, pide salir en misión
y evangelización sin fronteras de ningún tipo, y no enclaustrarse en las
parroquias, cuando tanta gente está esperando el evangelio. Conozco muchos
sacerdotes, donde su mayor deseo, es lo que el Papa ha dicho en la Homilía de
la Misa que celebró ante un millar de obispos y centenares de sacerdotes y
religiosos en la catedral de Río de Janeiro. No obstante recemos unidamente
para que todos sepan oír el pedido del Papa Francisco, la Iglesia lo
necesita, a los fieles y el mundo cristiano, les urge que así sea. El Papa Francisco, no hace otra cosa que
pedir que se ponga en práctica el Evangelio, el mismo Jesús, no se quedó en
casa y salió a buscar hombres para formarlos como sus discípulos y los invito
a venir con él; “Jesús les dijo: Venid conmigo, y os haré llegar a ser
pescadores de hombres.” Al instante, dejando las redes, le siguieron.
Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano
Juan; estaban también en la barca arreglando las redes; y al instante los
llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se
fueron tras él. (Marcos 1,18-20) 2.
ANUNCIAR A LOS
POBRES LA BUENA NUEVA También el Evangelio nos relata que Jesús
volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la
región. El Salió de donde estaba e iba enseñando en sus sinagogas, alabado
por todos. Jesús vino a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre,
entró en la sinagoga el día sábado, y
se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías
y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito: “El
Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a
proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la
libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor. (Lucas 4,
14-19), es decir, Jesús, se presenta a los suyos, como enviado por el
Espíritu, para anunciar a los pobres
la Buena Nueva, y hoy el Papa Francisco, exhorta a los obispo,
presbíteros, seminaristas y religiosos en general, que vayan a anunciar el
Evangelio a los jóvenes para que encuentren a Cristo y se conviertan en
constructores de un mundo más fraterno. Y para mayor entendimiento, nos
recuerda una frase de la beata madre Teresa de Calcuta, recordando a la monja
que consagró su vida a servir a los más pobres de los pobres y que ella afirmó: “Debemos estar muy orgullosos de
nuestra vocación, ya que nos da la oportunidad de servir a Cristo en los
pobres”. 3.
HAY QUE SALIR A
EVANGELIZAR Y con fuerza, el Papa Francisco expresa;
“No podemos quedarnos enclaustrados en la parroquia, en nuestra comunidad,
cuando tantas personas están esperando el Evangelio”. Y por si alguien no comprendió bien el Papa
reitera; “Es en las favelas, en los cantegriles, en las villas miseria donde
hay que ir a buscar y servir a Cristo. Debemos ir a ellos como el sacerdote
se acerca al altar: con alegría”. En toda su homilía el Papa Francisco nos
recuerda los diversos pasajes del Evangelio, como dónde marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la
Buena Nueva de Dios: (Marcos (SBJ) 1,14) o donde el Hijo del hombre no ha
venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por
muchos. (Marcos 10,45) Lo que hace el Papa, no es otra cosa que
ser leal a lo pedido por el Señor, convirtiéndose en un enviado a traernos
las enseñanzas y encargos que Jesús encomendó a sus discípulos, es decir, el
Papa Francisco, sigue e imita a Cristo. Jesús, envió a sus discípulos, ya
durante su vida pública, para predicar el Reino de Dios, él convocando a los
Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar
enfermedades; y los envió a proclamar el Reino de Dios (Lucas 9,1-2) y también lo hizo después de
la resurrección, los envió para hacer discípulos de todos los pueblos; “Id,
pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”, (Mateo 28,19), es decir, el envío es
para ir a predicar en su nombre a todas las gentes para que se predicara en su
nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones,
empezando desde Jerusalén. (Lucas
24,47), buena noticia, que debe llegar a por todo el mundo y a toda la
creación. (Marcos 16,15). 4.
ANUNCIAR LA
BUENA NOTICIA DONDE MÁS SE NECESITA Recordemos también que la misión de Jesús
es el envío, que procede del Padre y se realiza bajo la acción del Espíritu
Santo. Esta misma misión es la que Jesús comunica a sus apóstoles, como
enviados por él: “Como el Padre me envió, también yo les envío”. (Juan 20,21). El deseo de Jesús, se cumple
en el objetivo de este envío que pide el Papa Francisco, que no es otra cosa
que la acción de evangelizar, es decir, de anunciar la buena noticia donde
más se necesita, por eso el Papa pide que no se restrinjan esfuerzos en la
formación de los jóvenes y que sean educados en la misión, es decir a salir a
ponerse en marcha, como hizo Jesús con sus discípulos, que “no los mantuvo
pegados a él como una gallina con sus polluelos, los envió”. Es así, como el
Papa Señala: “Ayudemos a los jóvenes a darse cuenta de que ser discípulos
misioneros es una consecuencia de ser bautizados, es parte esencial del ser
cristiano, y que el primer lugar donde se ha de evangelizar es la propia
casa, el ambiente de estudio o de trabajo, la familia y los amigos”. El deseo de muchos es que las palabras de
Papa Francisco, no se queden solo en los aplausos, sino que se hagan una
realidad y sean tomadas en cuenta cuando expresa: “No podemos quedarnos
enclaustrados en la parroquia, en nuestra comunidad, cuando tantas personas
están esperando el Evangelio. No es un simple abrir la puerta para acoger,
sino salir por ella para buscar y encontrar. Pensemos con decisión en la
pastoral desde la periferia, comenzando por los que están más alejados, los que
no suelen frecuentar la parroquia. También ellos están invitados a la mesa
del Señor” 5.
NO HAY QUE
EXCLUIR NI DESCARTAR No dejemos de reconocer que la misión y
evangelización que nos pide Jesús, como las que nos enseñaron los apóstoles,
y como la que predica la Iglesia, tiene una dimensión universalista, es decir
es para todos, por todos (Mc 10,45), a toda criatura (Mc 16,15). Es, pues,
misión para todos los pueblos (Mt 28,19) y en toda condición social. Es así
como el Papa Francisco denunció de nuevo la cultura de la exclusión, la
“cultura del descarte” que se está abriendo en la sociedad actual, en la que
no hay lugar, dijo, “para el adulto mayor ni para el hijo no deseado y no hay
tiempo para detenerse con aquel pobre a la vera del camino”. Solicita encarecidamente el Papa Francisco;
“Queridos obispos, sacerdotes, religiosos y seminaristas, tengan el valor de
ir contracorriente. El encuentro y la acogida de todos, la solidaridad y la
fraternidad, son los elementos que hacen nuestra civilización verdaderamente
humana”. Y como lo hizo Jesús con sus discípulos, “Id, pues, y haced
discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado.
Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del
mundo. (Mateo 28,19). Entrad,
adoremos, postrémonos, ¡de rodillas
ante el Señor que nos ha hecho! Porque
él es nuestro Dios, y nosotros el pueblo de su pasto, el rebaño de su mano. ¡Oh, sí escucharan hoy su voz! : (Salmos
95, 5-7) Gracias Papa Francisco, por hacernos
reflexionar sobre lo necesario que salir a evangelizar el corazón de los
hombres, y que esto nos anime, a vivir con intensidad el Evangelio. El
Señor nos bendiga. Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant Textos
Bíblicos de la Sagrada Biblia de Jerusalén Publicado en mi
página WEB www.caminando.con-jesus.org
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