“CAUTELA, PORQUE NO TODO EL QUE DICE SEÑOR,  SEÑOR, ENTRARÁ EN EL REINO DE LOS CIELOS”

¿SERE YO UNO DE ELLOS?

Tener cuidado, y lo que se debe tratar con cautela

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds


1 Introducción

2 Cristianos influenciados por un mundo ateo

3 Este mundo nos mirar con malos ojos por no querer ser como es este mundo

4 Influenciados por el Espíritu Santo

5 ¿Deseo que mi religión sea muy estricta?  

6 Cuidarse de las maneras erradas de imitar a Cristo (de San Alberto Hurtado)

7 Cuidado con los que enseñan los preceptos de hombres dejando a un lado los mandamientos de Dios

8 Cuidado con los que predican el perdón, pero viven condenando

9 “Tengan cuidado de los falsos profetas” Mt 7, 15-20

10 Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.  (Juan 8,32)

11 No son los que me dicen: Señor, Señor, los que entrarán en el Reino de los Cielos

12 Cuidarnos de nos ser engañados por los que hablan en nombre de Cristo


1.  INTRODUCCION

San Juan de la Cruz, santo Carmelita, Doctor de la Iglesia, junto a Santa Teresa de Jesús, es fundador del Carmelo Descalzo, y fue formador de los primeros carmelitas teresianos sucesivamente en varias casas de formación, director y maestro espiritual, en Castilla y Andalucía, de monjas carmelitas y de los fieles, a quienes instruía y enfervorizaba con la predicación, si bien su carisma particular se realizaba más bien en la dirección espiritual. Unos de su texto son las Cautelas , en el cual expone que:  “el alma que quiere llegar en breve al santo recogimiento, silencio espiritual, desnudez y pobreza de espíritu, donde se goza el pacífico refrigerio del Espíritu Santo, y se alcanza unidad con Dios, y librarse de los impedimentos de toda criatura de este mundo, y defenderse de las astucias y engaños del demonio, y libertarse de si mismo, tiene necesidad de ejercitar los documentos siguientes, (Cautelas) advirtiendo que todos los daños que el alma recibe nacen de los enemigos ya dichos, que son: mundo, demonio y carne. El mundo es el enemigo menos dificultoso: el demonio es más oscuro de entender; pero la carne es más tenaz que todos, y duran sus acometimientos mientras dura el hombre viejo. Para vencer a uno de estos enemigos es necesario vencerlos a todos tres; y enflaquecido uno, se enflaquecen los otros dos, y vencidos todos tres, no le queda al alma más guerra.”

Este artículo no se refiere a las cautelas que presenta san Juan de la Cruz, no obstante, las puede leer desde este link de mi página WEB: Cautelas. No obstante, he recogido el nombre del escrito de este santo, porque a mi parecer, nos viene bien tener cuidado, es decir ser cauteloso con algunos aspectos de nuestras vida de fe.

2.  CRISTIANOS INFLUENCIADOS POR UN MUNDO ATEO

Se me acercó una persona madura, de aspecto sencillo y me pregunto si yo tenía alguna religión, y pensé mucho de que forma le tenía que responder, porque estaba seguro que detrás de mi respuesta comenzaría esta persona a exponerme su punto de vista, y si era de otra confesión distinta a la mía, trataría de convencerme quizá de lo bueno que era su religión, y tratar de demostrarme por que la mía si era distinta a la de el, no era la verdadera o no era la mas fiel a Dios. Por lo general, cuando se te acerca algún hombre que anda evangelizado según su espiritualidad, te quiere poner entre algunos límites, al hacerte ver algunos errores que los hombre hacen en tu comunidad o religiosidad, que por lo demás en esos aspecto, somos testigos de muchas equivocaciones de nuestros hermanos, y no me refiero solo a los errores doctrinarios, sino a las actitudes poco o nada cristiana que pesan sobre muchos religiosos y laicos activos en nuestra Iglesia.

Los que nos hacemos llamar cristianos, no importa de que confesión, tenemos muchas cosas comunes, creemos en el mismos Dios y decimos que el es nuestro padre, creemos en Jesucristo como nuestro Redentor y en el Espíritu Santo. Y esta fe, dice mucho más de lo que creemos de quienes somos nosotros, el Apóstol Pedro, expone a sus hermanos; “somos de un linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz, vosotros que en un tiempo no erais pueblo y que ahora sois el Pueblo de Dios, de los que antes no se tuvo compasión, pero ahora son compadecidos. (1 Pedro (SBJ) 2, 9-10)

Ciertamente, como cristianos, tenemos que tener conciencia si somos o no parte de una vida mundana. La vida terrenal esta llena de frivolidades y superficialidades, por lo que  estamos muy influenciados de lo profano y en nombre de la tolerancia, se nos proponen formas de vida que están muy lejos de lo que Jesús nos ha predicado. Al menos en mi país, algunos aún dicen que vivimos en un país mayoritariamente católico, sin embargo oí hace poco con mucho entusiasmo una muy buena predica de un anciano sacerdote, en la cual se nos decía, que eso era ya un error, porque nuestro mundo mayoritariamente va por lo ateo y lo antirreligioso.

3.  ESTE MUNDO NOS MIRAR CON MALOS OJOS POR NO QUERER SER COMO ES ESTE MUNDO

Nuestro Señor Jesucristo, le ha rogado a su Padre por nosotros, y por consecuencia de su mensaje, este mundo nos mirara con malos ojos por no querer ser como es este mundo, el les ha pedido al Padre que nos libre del maligno, también le ha rogado que nos haga santo y que nos consagremos a El, que confiemos en El y vivamos adheridos a El, el punto está, en que confiamos que lo hacemos, pero en conciencia, hay que reflexionar si de verdad lo hacemos o estamos dispuesto a hacerlo. Toda esta verdad, nos la dice el Evangelista San Juan, cuando nos relata esta oración realizada por Jesús.

 “Yo les he dado tu Palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como yo no soy del mundo.  No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno. Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo. Santifícalos en la verdad: tu Palabra es verdad. Como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo. Y por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean santificados en la verdad. No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. (Juan (SBJ) 17, 14-21)

4.  INFLUENCIADOS POR EL ESPIRITU SANTO

Nuestra fe, se va alimentado a diario, en especial, por intermedio de la Palabra de Dios, oída, leída, meditada, reflexionada y rezaba, para mí y quizá para muchos, esta palabra se entiende gracias a la acción del Espíritu Santo, así también lo pone la Sagrada Biblia de Jerusalén, cuando al subtitular el 1 Corintios 2, 6-16, lo presenta como “El Espíritu nos enseña la sabiduría” porque; “lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó para los que le aman. Porque a nosotros nos lo reveló Dios por medio del Espíritu; y el Espíritu todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios. En efecto, ¿qué hombre conoce lo íntimo del hombre sino el espíritu del hombre que está en él? Del mismo modo, nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios.  (1 Corintios (SBJ) 2, 9-11), es decir, Dios nos ha revelado y se nos ha mostrado por medio de su espíritu. Lo que me queda claro, es que todas las influencias divinas, consejos que percibimos, misterios que se nos descubren, vienen a nosotros por influencia del Espíritu Santo.

Expresa nuestro Catecismo Católico; "Nadie puede decir: "¡Jesús es Señor!" sino por influjo del Espíritu Santo" (1 Co 12, 3). "Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama ¡Abbá, Padre!" (Ga 4, 6). Este conocimiento de fe no es posible sino en el Espíritu Santo. Para entrar en contacto con Cristo, es necesario primeramente haber sido atraído por el Espíritu Santo. Él es quien nos precede y despierta en nosotros la fe” (CIC 683)

Ciertamente, el hombre sabe, comprende y entiende a Dios, por la influencia del Espíritu de Dios, que proviene de Dios. El Espíritu Santo con su gracia es el "primero" que nos despierta en la fe y nos inicia en la vida nueva que es: "que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo" (Jn 17, 3). (CIC 684). Todo esto es un obsequio, bendiciones que Dios nos da gratuita y abundantemente.

5.  ¿DESEO QUE MI RELIGION SEA MUY ESTRICTA?

Ciertamente, he puesto un pregunta muy difícil, porque tenemos la idea de que mi religión le hace bien a los hombres y que esto no se opone a Dios, pero el mundo religioso no siempre fue de esa manera, y así lo señalan los Evangelios, por tanto, hay que hacerse permanentemente un examen de conciencia para poder identificar este aspecto, ya que muchos veces podemos estar haciendo lo que Dios no quiere, ejemplo de esto nos pone San Pablo en el libro de los Hechos; “Ellos me conocen de mucho tiempo atrás y si quieren pueden testificar que yo he vivido como fariseo conforme a la secta más estricta de nuestra religión.  (Hechos (SBJ) 26, 5). Y así nos lo han relatado los evangelistas, los fariseos, eran unos religiosos muy estrictos, con muchas normas, se creían santos, no obstante sus reglas no fueron aceptadas por Jesucristo y ser  como ellos, no era camino al Reino de los Cielos; “Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos. (Mateo (SBJ) 5)

Tenemos muchos relatos evangélicos, en especial en los de Mateo, donde los fariseos condenan permanentemente a los discípulos de Jesús, a modo de ejemplo, estos le dijeron: Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado.  (Mateo (SBJ) 12), ante esto, Jesús les responde (Mateo 12, 3-9), descubriéndole que son religiosos poco misericordiosos, que no muestran disponibilidad ni para ayudar, nunca esta en ellos la idea de corregir con amor, ni para salvar ni menos para perdonar; “Si hubieseis comprendido lo que significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio, no condenaríais a los que no tienen culpa, (los inocentes).  (Mateo (SBJ) 12, 7), poco mas adelante, Mateo nos relata que; “los fariseos, en cuanto salieron, se confabularon contra él para ver cómo eliminarle. (Mateo (SBJ) 12, 14)

6.  CUIDARSE DE LAS MANERAS ERRADAS DE IMITAR A CRISTO (De San Alberto Hurtado)

En una conferencia a alumnos y profesores de la Universidad Católica en 1940, San Alberto Hurtado expuso: Otro grupo de personas creen imitar a Cristo preocupándose, al extremo opuesto, únicamente de la observancia de sus mandamientos, siendo fieles observadores de las leyes divinas y eclesiásticas. Escrupulosos en la práctica de los ayunos y abstinencias. Contemplan la vida de Cristo como un prolongado deber, y nuestra vida como un deber que prolonga el de Cristo. A las leyes dadas por Cristo ellos agregan otras, para completar los silencios, de modo que toda la vida es un continuo deber, un reglamento de perfección, desconocedor en absoluto de la libertad de espíritu.

El foco de su atención no es Cristo, sino el pecado. El sacramento esencial en la Iglesia no es la Eucaristía, ni el bautismo, sino la confesión. La única preocupación es huir del pecado. E imitar a Cristo para ellos es huir de los pensamientos malos, evitar todo peligro, limitar la libertad de todo el mundo y sospechar malas intenciones en cualquier acontecimiento de la vida. No; no es ésta la imitación de Cristo que proponemos. Esta podría ser la actitud de los fariseos, no la de Cristo.

Nuestra religión no consiste,…..en una sola lucha fría y estéril contra el pecado……Nuestra imitación de Cristo consiste en vivir la vida de Cristo, en tener esa actitud interior y exterior que en todo se conforma a la de Cristo, en hacer lo que Cristo haría si estuviese en mi lugar. Lo primero necesario para imitar a Cristo es asimilarse a Él por la gracia, que es la participación de la vida divina. Y de aquí ante todo aprecia el bautismo, que introduce, y la Eucaristía que alimenta esa vida y que da a Cristo, y si la pierde, la penitencia para recobrar esa vida...Y luego de poseer esa vida, procura actuarla continuamente en todas las circunstancias de su vida por la práctica de todas las virtudes que Cristo practicó, en particular por la caridad, la virtud más amada de Cristo…..a hacer una operación con la delicadeza de Cristo..., a tratar a sus alumnos con la fuerza suave, amorosa y respetuosa de Cristo, a interesarse por ellos como Cristo se interesaría si estuviese en su lugar. A viajar como viajaría Cristo, a orar como oraría Cristo, a conducirse en política, en economía, en su vida de hogar como se conduciría Cristo.

Este es el catolicismo de un Francisco de Asís, Ignacio, Javier, y de tantos jóvenes y no jóvenes que viven su vida cotidiana de casados, de profesores, de solteros, de estudiantes, de religiosos, que participan en el deporte y en la política con ese criterio de ser Cristo. Éstos son los faros que convierten las almas, y que salvan las naciones. (Nuestra imitación de Cristo, Un fuego enciende otro fuego, página 131, Universidad Católica de Chile)         

7.  CUIDADO CON LOS QUE ENSEÑAN LOS PRECEPTOS DE HOMBRES DEJÁNDO A UN LADO LOS MANDAMIENTOS DE DIOS

En el relato de Mateo 15, 1-9, se nos expone la diferencia entre los mandatos del Dios y las enseñanzas de los hombres. Los fariseos, nuevamente se presenta para acusar a los que siguen a Jesús, se acercan a el y le dicen: “¿Por qué tus discípulos traspasan la tradición de los antepasados?;  (Mateo (SBJ) 15,2)….entonces el Señor de forma muy dura les da una respuesta, ya que estos religiosos, pone de lado la Palabra de Dios, tratando de disminuirle fuerza, queriendo invalidarla, entonces él les responde; “Así habéis anulado la Palabra de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías cuando dijo: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres.  (Mateo (SBJ) 15, 6-9). En el relato de Marcos lo dice de esta forma: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.  En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres.  Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres.  (Marcos (SBJ) 7, 7-9).

Estos fragmentos evangélicos, nos deben hacer pensar con seriedad, porque podemos estar en el error de que estamos siendo acompañados de preceptos o influencias que impiden que la Palabra de Dios llegue con la verdadera fuerza y autoridad y no hace el efecto en nuestra vida del modo como Dios quisiera, por eso Jesús llamó a la gente y les dijo: “Oíd y entended. No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre.  Entonces se acercan los discípulos y le dicen: “¿Sabes que los fariseos se han escandalizado al oír tu palabra?” El les respondió: “Toda planta que no haya plantado mi Padre celestial será arrancada de raíz. Dejadlos: son ciegos que guían a ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo.  (Mateo (SBJ) 15, 10-14)

Ciertamente, Jesús les hablo muy fuerte a los fariseos de ayer y son palabras muy actuales a los de hoy que aún están en medio de nosotros: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos! Vosotros ciertamente no entráis; y a los que están entrando no les dejáis entrar. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y, cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble que vosotros!  ¡Ay de vosotros, guías ciegos, ……… ¡Serpientes, raza de víboras!  (Mateo (SBJ) 23 13 al 39)

8.  CUIDADO CON LOS QUE PREDICAN EL PERDON, PERO VIVEN CONDENANDO

Exponiendo este tema, alguien una vez trato de increparme con la típica expresión ¡Y dale otra vez con los fariseos!, como si estos ya no vivieran entre nosotros. Ciertamente los escribas y fariseos fueron unos religiosos que vivieron ya hace muchos años, pero ¿Por qué tantos relatos sobre los fariseos?  Pienso que estos pasajes, nos muestran que esta forma de ser esta muy presente en el mundo hoy en día y más aún en medio de nosotros y lo peor, ocupando en algunos sitios puestos de autoridad, y como están influenciado de mala manera, hay que descubrirlos con la misma Palabra, reflexionada y rezada, a fin de que en unión con nuestro Señor, se nos aclare e ilumine para ver esta realidad.

Un ejemplo, lo tenemos cuando los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio y la ponen en medio de Jesús para que la condene (Juan (SBJ) 8, 3-10), pero no obstante, Jesús les descubre su artimaña  respondiéndole; Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra………. Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio. Incorporándose Jesús le dijo: “Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?” Ella respondió: “Nadie, Señor.” Jesús le dijo: “Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más”.  Parece, que ayer y hoy, hay muchos que nos escuchan la Palabra de Dios y no logran comprender que “Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él”. (Juan (SBJ) 3,17)

Así, para aclararnos mejor, reflexionemos en el Evangelio de san Juan estas palabras;  “Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he salido y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino que él me ha enviado. ¿Por qué no reconocéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi Palabra………… a mí, como os digo la verdad, no me creéis. …… El que es de Dios, escucha las palabras de Dios; vosotros no las escucháis, porque no sois de Dios (Juan (SBJ) 8).  (Juan (SBJ) 8, 42-47).

9.  “TENGAN CUIDADO DE LOS FALSOS PROFETAS” Mt 7, 15-20

Jesús dijo a sus discípulos: Tengan cuidado de los falsos profetas, Al peligro del camino ancho con senda a la perdición, puede unírsele aquí el peligro que para lo mismo aportan los falsos profetas. El falso profeta o profeta de mentira era conocido en la vieja historia de Israel.

Siempre la ambición, el falso celo o la enfermedad hizo surgir este tipo de personas. Jesús hablará y profetizará varias veces la presencia de estos falsos que pretenden de seducir al pueblo.

Esto toca de algún modo a los fariseos en su momento histórico. Aunque estos no eran profetas. La aparente austeridad externa de su vida, aunque fuesen sepulcros blanqueados, había hecho de ellos los rectores espirituales del pueblo. Pero los fariseos eran los grandes enemigos de Jesús y su doctrina, hasta el punto de anular con sus tradiciones el precepto de Dios (Mc 7:9) en su lucha antimesiánica contra el reino de Jesús. Ni entraban (ellos) ni permitían entrar a los que querían entrar (San Mateo 23:23). Eran guías ciegos que llevaban al pueblo al abismo (San Mateo 15:14). Más para su valoración da un control de exactitud: los frutos. De los fariseos dice Jesús: No los imitéis en las obras, porque ellos dicen y no hacen  (San Mateo 23:3).

El discernimiento del verdadero y falso profeta, en sus días, era una de El discernimiento del verdadero y falso profeta, en sus días, era una de las preocupaciones dominantes. También lo es hoy, porque el cristiano consagrado a Dios puede ser un falso profeta, entonces es necesario que nos examinemos, así es, en conciencia debemos analizarnos si somos falsos o verdaderos profetas.

¿Qué tanto estamos comprometidos en la instauración del Reino?, ¿Hablamos nuestra palabra y con nuestra vida en nombre de Dios?, quizás nuestra consagración a Dios nos hace parecer como profetas del Señor, pero íntimamente ¿respondemos a esa realidad? Seremos cuidadosos de los falsos profetas, pero también nos preocuparemos de no serlo.

10.                CONOCERÉIS LA VERDAD Y LA VERDAD OS HARÁ LIBRES.  (Juan (SBJ) 8,32)

La palabra de Dios es lo mas grande, lo mas destacada, es sobresaliente, y Jesús nos ha dicho: “Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos,  y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.  (Juan (SBJ) 8,32). Pero de que queremos ser libre?, es una pregunta que debemos responder en oración, para que se nos aclare si deseamos ser libres para elegir a quien verdaderamente seguimos, a Jesús, libres para seguir la Palabra y caminar junto a Jesús, porque él es la verdad y el nos hace libre.

No dice San Pablo; “Tu, en cambio, persevera en lo que aprendiste y en lo que creíste, teniendo presente de quiénes lo aprendiste, y que desde niño conoces las Sagradas Letras, que pueden darte la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia; así el hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena. (2 Timoteo (SBJ) 3, 16-17)

Ciertamente, es mas fácil mirar los errores de los otros que los nuestros, exigimos a los demás una vida santa, y cualquier cosa que le pase al otros, le conformamos diciéndole, que esa es la voluntad de Dios, como si supiéramos lo que Dios piensa sobre determinada persona. Pero lo que tenemos que hacer, es todo a la manera de Dios, con la Palabra de Dios, del mismo modo como nos las enseño el mismo Hijo de Dios. San Alberto Hurtado decía; “Que haría Cristo en mi lugar”

11.                NO SON LOS QUE ME DICEN: SEÑOR, SEÑOR, LOS QUE ENTRARÁN EN EL REINO DE LOS CIELOS

Quizá a los hombres pueden engañar, pero no a Dios, por eso, habiendo algunos que muestran que hacen cosas agradables a Dios, Jesús les da una advertencia importante, “No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirán aquel Día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" Y entonces les declararé: "¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!" (Mateo (SBJ) 7, 21-29)

Si se descubren los profetas verdaderos y falsos, también se pueden distinguir los cristianos falsos y verdaderos. No basta creer lo que Jesús enseña, hay que ponerlo por obra. En los hombres justos, la justicia tenía que superar a la de los escribas y fariseos (Mt 5:20), porque de ellos dice: Haced y guardad lo que os digan. Pero no los imitéis en las obras, porque ellos dicen y no hacen (Mt 23:3). El control de autenticidad cristiana en el Reino está en las obras. Así, todo el que escucha de verdad las palabras de Jesús y las pone en práctica, es el cristiano auténtico. Ni vale como excusa el haber profetizado en su nombre o el haber exorcizado demonios o el haber hecho milagros. Y si no tiene caridad, nada es, (Cfr 1 Cor 13:1-3).

Con su Palabra, nuestro Señor Jesús, nos advierte, como reconocer a aquellos que aparentan llevar una buena vida en las palabras, pero en los hechos y en sus obras no son ejemplos de nada. Esto, porque los hechos y las palabras son necesarias de cumplir por igual a los que sirven al Señor. Y aún hay más exigencia, una y otra cosa son necesarias, pero estas deben ir acompañada de de la aceptación y del cumplimiento de la voluntad de Dios. Jesús nos dijo: Felices los que escuchan la Palabra de Dios y la Practican (Lc 11, 28)

12.                CUIDARNOS DE NOS SER ENGAÑADOS POR LOS QUE HABLAN EN NOMBRE DE CRISTO

Es necesario entonces estar atentos para distinguir de los buenos y los malos maestros. Debemos en otras palabras, cuidarnos de nos ser engañados por los que hablan en nombre de Cristo, pero entienden mal las verdaderas enseñanzas y las acomodan a su manera y sus estatus de vida.

Así es, como si confesamos nuestra fe, debemos vivir nuestra fe, es decir vivir según la palabra de Jesucristo, si no es así, no entraremos al Reino de los Cielos. El camino del Reino de los Cielos, incluye aceptación y obediencia a los propósitos y planes de Dios, y no se esta caminando por El, por el solo hecho de repetir sus nombre.

Jesús vino a cumplir la voluntad del Padre. No es otra la voluntad del Hijo que la del Padre que esta en los cielos, son palabras que hemos oído con mucho énfasis de Jesús. Pongamos nosotros el mismo empeño, el mismo interés y esfuerzo en imitar a Jesús, aceptando y haciendo la voluntad del Padre en los hechos y las palabras. Pero no dejemos de tener presente, que para pertenecer al Reino, no basta con invocar al Señor, auque sintamos que lo hacemos con fe viva, es indispensable cumplir la voluntad de Dios y hacer una vida coherente a los principios y enseñanzas de Jesucristo.

Jesús ilustra y confirma la enseñanza propuesta. La imagen es una parábola, la descripción que hace san Mateo, no sólo es literariamente bella, sino que refleja exactamente el medio ambiente palestino. Su relato tiende a ilustrar genéricamente la idea central de los que, oyendo la palabra de Jesús, luego no la practican o no la ponen por obra.

Dice Jesús; Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero ésta no se derrumbó, porque estaba construida sobre roca. Esto es frente a muchas dificultades, nuestra fe y nuestros principios no han de caerse y nuestra Iglesia permanece firme. La lluvia, representa el elemento que al unirse con la arena arrastra nuestros principios, pero si cae sobre roca, no le hace mella, los torrentes, representan los impulsos de avaricia, los vientos las soberbias. Estamos expuestos a encontrarnos con muchas dificultades, toda clase de peligros contra nuestra fe, pero el que se funda sobre Cristo, permanece en pie y ninguna adversidad lo derriba.

Nos dice Jesús: “Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica puede compararse a un hombre sensato” Es decir el que oye y practica sus enseñanzas, es semejante a un varón prudente. Pero no se trata de alguien inteligente o intuitivo, con un gran sentido práctico, sino del que cree y obedece sus enseñanzas, el que pone en práctica los Evangelios, el que lleva en la práctica de su vida una vida religiosa. La conclusión es clara: la vida cristiana está sólidamente construida, como el edificio bien cimentado, si la fe se traduce en hechos, no en expresiones de deseos.

Pongamos entonces el Hágase tu voluntad que rezamos cada día en practica y disposición de cumplirla, viviendo siempre conforme a ella y para que no nos sea tan difícil, alimentemos nuestro corazón de la Palabra de Dios con la lectura y comprensión de los Evangelios, para que sepamos bien lo que nos dice el Señor y que es lo que nos pide.

Muchas Bendiciones

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

Marzo 2012

Para esta reflexión, utilicé Textos bíblicos tomados de la Sagrada Biblia de Jerusalén (SBJ) y sus cometarios.

Publicado en este link, de  mi sección: CRONICAS Y COMENTARIOS


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