cid:image002.jpg@01CD5565.42DADD30

 

 

 

SAN PEDRO, AMIGO ÍNTIMO DE JESUS

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant


1.    PEDRO, UN PESCADOR JUDIO DE GALILEA

Solo en el Nuevo Testamento, se cuenta quien era y como vivía Pedro, (aunque existen otros documentos apócrifos y de Clemente Romano.) Según lo que relatan los Evangelios, Pedro era un pescador judío de Galilea, oficio que ejercía con su hermano Andrés; “Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: « Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres.” Al instante, dejando las redes, le siguieron.  (Mc 1, 16-18).

Los evangelistas nos dan a entender que Pedro estaba casado, “Cuando salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella. Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles. (Mc 1, 29-31), este relato aparece además en Mt 8:14-17  y en Lc 4:38.

2.    ANDRES LE HABLA A PEDRO DE JESUS

Según el relato del Evangelio de san Juan, a diferencia de los sinópticos, cuando Jesus, iniciaba su ministerio, Andrés, hermano de Pedro, que ya había contactado a Juan, que era seguidor de Juan Bautista, es quien entusiasma a Pedro y lo lleva donde Jesus para que le conozca. “Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús. Este se encuentra primeramente con su hermano Simón y le dice: -- Hemos encontrado al Mesías -- que quiere decir, Cristo. Y le llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: -- Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas -- que quiere decir, "Piedra". (Jn 1, 40-42)

3.    PEDRO, EL PRIMERO EN RECONOCER A JESUS COMO HIJO DE DIOS

De todos los apóstoles, Pedro fue el primero en reconocer a Jesus como hijo de Dios. Jesús hizo esta pregunta a sus discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?, Ellos dijeron: “Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.” Díceles él: “Y vosotros ¿quién decís que soy yo?” Simón Pedro contestó: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.” (Mt 16, 13-16).

El reconocimiento de Jesús hacia Pedro como hombre de fe, ubica a este humilde pescador de Galilea en un lugar importante de la primera comunidad. No está por encima de sus hermanos, sino al servicio de ellos, como fundamento de la comunidad, en las bases de la comunidad.

4.    PEDRO FELICITADO POR JESUS

Pedro, desde su primer encuentro con Jesús, deja al descubierto, por una parte, la amistad no disimulada del Maestro, y por otra, la entrega sin reservas a su servicio o compañía, es así como Pedro sabe quién es Jesús, el Mesías, el Hijo de Dios. Jesús le dijo: “Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos” (Mt 16, 16-17. La felicitación de Jesús a Simón es porque esta confesión no se la reveló ni la carne ni la sangre, con la que se expresa el ser humano. Tal era la grandeza de este misterio, que su revelación se la hizo su Padre celestial. Se trata, pues, de un misterio desconocido a Pedro, y un misterio que no podía, sin revelación, ser alcanzado por la carne y sangre — el hombre — Entonces, este conocimiento no es por su capacidad humana, es un don de Dios. En efecto, Pedro alcanzó este conocimiento por la fe.

5.    PEDRO REPRENDIDO POR JESUS

Jesús, comenzó a enseñarles cómo era preciso que el Hijo del hombre padeciese mucho, y que fuese rechazado por los ancianos y los príncipes de los sacerdotes y los escribas, y que fuese muerto y resucitase después de tres días. Entonces Pedro, tomándole aparte, se puso a reprenderle y trató de disuadirlo. Pero Jesús se volvió y le dijo a Pedro: “¡Quítate de mí vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.  (Mc 8, 33b)

La respuesta de Jesús a Pedro, es que no sea para Él un Satanás, el gran enemigo del reino. Por eso, la proposición de Pedro, nacida de ignorancia y de afecto, era para el Señor un obstáculo de seguirla, para no cumplir el mesianismo de dolor, que era el plan del Padre. No es de extrañar en Pedro una dificultad para aceptar aquellas profecías de Jesús. Pedro conocía y confesaba la mesianidad de Jesús, pero algo deformada por los prejuicios rabínicos que el antes había oído sobre un Mesías triunfador y nacionalista, entonces no le era fácil aceptar la imagen de un Mesías doliente, humillado y crucificado por los jefes de la nación. Así es como Jesús le hace ver que habla al modo humano y, que elude el dolor.

6.    TESTIGO DE LA TRANSFIGURACION

Tomo Jesús consigo a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó, a ellos solos, aparte, a un monte alto. “Y se transfiguró delante de ellos”  (Mc 9,2)

Jesús los hizo subir a solas con él, Marcos relata que: los condujo solos a un monte alto y apartado. No se precisa el nombre del lugar, Mateo dice que es un monte elevado, pero la tradición lo ha localizado en el Tabor, de aproximadamente 600 metros de altura sobre la llanura.

Jesús subió a la monte para orar. En otra ocasiones, él ha subido al monte a orar solo, (Mt 14, 23) en esta ocasión ha invitado a tres de sus apóstoles y, los ha escogido como testigos para una gran acontecimiento. Se podría pensar que ocupaban un lugar privilegiado de entre sus apóstoles.

7.    SIMON, ES PEDRO PARA JESUS

Su nombre de nacimiento era Simón, y recibió de Jesús el nombre de Pedro (del griego que significa fragmento de piedra, también es Cefas, San Pablo los llamo en sus escrito como Keyfas, el equivalente arameo de Pedro, aún cuando se piensa que predicaba en griego, san Juan el Evangelista lo llamó, por lo general, "Simón Pedro".  “Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro” (Mt 16,18)

8.    PEDRO LA ROCA, COLUMNA DE LA IGLESIA

Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. (Mt 16, 18)

Jesús lo eligió como la roca para construir sobre ella su Iglesia y le confirió los poderes para llevar a la salvación a todos los hombres. Pedro es la roca, en el sentido de que la fe y los creyentes no pueden tener otra fe que la de los apóstoles y profetas, que son los que enseñan esa verdad, que está construida sobre la piedra angular de Jesús, y así es, como luego dice; y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Es decir, no podrá vencer a la Iglesia, pues ésta está firme y estable, porque está construida sobre la roca firme, que es Jesús.

9.    PEDRO EL MAYORDOMO DE LA CASA DE DIOS

A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.  (Mt 16)

La promesa es que ese atar y desatar sobre la tierra tendrá su automática ratificación en el cielo. Todo lo relacionado con esta misión — cuanto permita o prohíba en el reino, todo eso será también ratificado en el cielo. Y eso garantizado por Jesús.

Así, Pedro como Mayordomo de la Casa de Dios, ha recibido el poder para admitir o excluir, según el Evangelio y de administrar la comunidad, en Pedro recaerán las responsabilidades de la doctrina y de la moral, el podrá decidir lo que es bueno y licito para su Iglesia y sus miembros, sentencia que será ratificada Por Dios en lo alto de los cielos.

10.  JESUS LO INVITA A ORAR, PEDRO SE DUERME.

Jesus fue a orar a propiedad, cuyo nombre es Getsemaní, y dice a sus discípulos: “Sentaos aquí, mientras yo hago oración.” Toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir pavor y angustia. Y les dice: “Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad.” (Mc 14, 32-349. Pero Pedro se quedó dormido. Luego vino Jesus y los encontró dormidos, y dijo a Pedro: “Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora? Velad y orad para que no entréis en tentación”.

Jesus, al pedirles a sus íntimos amigos que velen para evitar la “tentación,” y se dirige personalmente a Pedro. Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora? Tres veces deja la angustia de su oración,  viene a los suyos, y los encontró dormidos. Tres veces les pide vigilia de oración, porque el “espíritu,” la parte noble del nombre, “está pronto” para las nobles reproches de lealtad; pero la “carne es flaca,” tiene sus compromisos de miedo y de pasión.

11.  LA TRAICION DE PEDRO

Jesus, durante la última cena, hace una profecía anunciando la traición de Pedro, a pesar de que él le juro no apartarse de Jesus.

Jesus, le da a sus íntimos amigos sus discurso de despedida, y le informa que donde Él va, ellos no pueden ir, entonces Simón Pedro le dice: “Señor, ¿a dónde vas?” Jesús le respondió: “Adonde yo voy no puedes seguirme ahora; me seguirás más tarde”. Pedro le dice: “¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti. “Le responde Jesús: “¿Qué darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes que tú me hayas negado tres veces.”  (Jn 13, 36-38). 

Seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Este discípulo era conocido del Sumo Sacerdote y entró con Jesús en el atrio del Sumo Sacerdote, mientras Pedro se quedaba fuera, junto a la puerta. Entonces salió el otro discípulo, el conocido del Sumo Sacerdote, habló a la portera e hizo pasar a Pedro. La muchacha portera dice a Pedro: “¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?” Dice él: “No lo soy.” Los siervos y los guardias tenían unas brasas encendidas porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos calentándose.  (Jn 18, 16-19) Estaba allí Simón Pedro calentándose y le dijeron: “¿No eres tú también de sus discípulos?”. Él lo negó diciendo: “No lo soy.” Uno de los siervos del Sumo Sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dice: “¿No te vi yo en el huerto con él?” Pedro volvió a negar, y al instante cantó un gallo. (Jn  18, 25-27)

12.  PEDRO, AFIRMA SU AMOR POR JESUS

Esta escena tiene lugar poco antes de subir Jesús al Padre, es muy conmovedora, Pedro pasa por un examen de amor, Jesús lo pone a prueba, y Pedro la pasa. Pedro experimenta una situación especial, Recordemos que Pedro había negado tres veces a Jesús, y lo hizo en público, sin embargo ahora Jesús mira con gran bondad a su discípulo.

Después de la aparición a la orilla del lago, Jesús resucitado dijo a Simón Pedro le dice Jesús a Simón Pedro: “Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?” Le dice él: Sí, Señor, tú sabes que te quiero.” Le dice Jesús: “Apacienta mis corderos.” Vuelve a decirle por segunda vez: “Simón de Juan, ¿me amas? » Le dice él: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero.” Le dice Jesús: “ Apacienta mis ovejas.” Le dice por tercera vez: “Simón de Juan, ¿me quieres?” Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: “¿Me quieres?” y le dijo: “Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.” Le dice Jesús: “Apacienta mis ovejas.” (Jn 21, 15-17)

Como vemos en este fragmento del Evangelio, antes de confiar a Pedro la misión pastoral de la Iglesia, Jesús le pregunta una triple confesión de amor. Pero para Pedro, es como una forma de rehabilitación, ante su triple negación durante la pasión del Señor.

Jesús, emplea dos formas amar y querer. El pregunta por dos veces ¿me amas? amor de caridad y misericordioso, que refleja en cierto modo el amor de Dios. Pedro responde humildemente Sí, Señor, sabes que te quiero, que es el verbo del afecto, de la amistad sincera. La tercera vez, sin embargo, Jesús pregunta Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?, así se pone a la altura de Pedro, condescendiendo amorosamente al nivel de Pedro. Entonces es cuando Pedro se entristece, al comprobar el amor inmenso del Maestro que no duda en ponerse a su misma altura.

Hermosa forma de establecer confianza, de comunión y de auténtico amor hacia Jesús. Luego le pasa a Pedro su misma misión: Apacienta mis ovejas.

El amor del apóstol se manifestará en su docilidad a los caminos de Dios en el servicio eclesial. El apóstol verdadero está siempre dispuesto a servir en cualquier circunstancia con obediencia y prontitud y sin olvidar que no hay amor más grande que dar la vida por sus amigos (Jn 15,13), como Jesús.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

Los textos Bíblicos son la S. Biblia de Jerusalén

Otro tema de San Pedro en este link: http://www.caminando-con-jesus.org/CRONICAS/SANPEDROAPASIONADO.htm

 

www.caminando-con-jesus.org

www.caminando-con-maria.org

caminandoconjesus@vtr.net