391px-Pride_-_Jacob_Matham

YO NO SOY SOBERBIO, ¿QUIÉN DIJO ESO?

“Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes”  (Santiago 4,6)

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant


1.    LA SOBERBIA Y LA ARROGANCIA

“Sed sumisos a los ancianos; revestíos todos de humildad en vuestras mutuas relaciones, pues Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes. (1 Pedro 5, 5). Hablamos de soberbia y nos referimos a una actitud de arrogancia, y los soberbios se auto califican en sus hechos de grandiosos, magníficos, o estupendos, y disfrutan placenteramente en la contemplación de sus cualidades propias, con menosprecio a los demás.

Soberbia, es uno de los siete pecados capitales: “El principio de todo pecado es la soberbia (Eclo 10,15). (SUMA TEOLOGICA I-II Qu.84 a.2). Don  Bosco también sostiene que: “El principio de todo vicio es la soberbia”. La soberbia consiste en una estima de sí mismo, o amor propio indebido, que busca la atención y el honor y se pone uno en antagonismo con Dios (CIC 1866). “Que no sea neófito, no sea que, llevado por la soberbia, caiga en la misma condenación del Diablo”.  (1 Timoteo 3,6)

La soberbia es el amor excesivo de la propia excelencia. Santo Tomás, sin embargo, confirmando la opinión de San Gregorio, lo considera el rey de todos los vicios, y pone en su lugar la vanagloria como uno de los pecados capitales. Al darle esta preeminencia lo toma en su significado más formal y completo. Entiende que es esa estructura mental en la que un hombre, a través del amor a la propia valía, aspira a alejarse de la sujeción a Dios Todopoderoso, y no hace caso de la órdenes de los superiores, aunque, San Agustín sentencia que hay que obedecer más a los que enseñan que a los que mandan. “La soberbia y la arrogancia y el camino malo y la boca torcida yo (El Señor) aborrezco”. (Proverbios 8, 13)

“La arrogancia, no provienen del Padre, sino del mundo" (1Jn 2,15-16) la arrogancia, la presunción y jactancia, solo puede vivir el corazón del soberbio y altanero, que “ama el pecado, ama los golpes, que busca la ruina” (Cfr. Proverbios 17,19) de los hijos de  Dios, ya que pone en peligro la unión de todos los hombres.

“Haré cesar la arrogancia de los insolentes, y la soberbia de los desmandados humillaré”.  (Isaías 13,11)

2.    “PURA VANIDAD”.

“Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama”. (San Agustín)

Un profesor, les cuenta el testimonio de su vida de estudiante a sus alumnos. Según el para servir de ejemplo. Entonces les narró cómo fue él un estudiante responsable y que no había nadie tan puntual como él para llegar a clase. Lo más importante que les hizo saber, fue las estupendas calificaciones que él había obtenido y sin estudiar mucho, solo cultivando su natural inteligencia. Finalmente les dice, que gracias a Dios, el no necesito ayuda de los demás, que su personalidad era triunfadora y de mucho éxito. Dijo además que se sentía bien consigo mismo, y se felicitaba por ser mejor que los demás.

Luego se sienta sobre su pupitre, mira a sus alumnos y dice: Bien, ya les he hablado de una parte de mi vida, entonces vamos ahora a hablar de ustedes, por favor participen todos. Para empezar, comenten ustedes ¿Que les ha parecido mi vida de estudiante?

Dice San Agustín; “La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano”

El cuento del profesor, creado para ilustrar el tema de la soberbia, nos recuerda un maestro presuntuoso, tal vez ridículamente engreído, cercano al típico profesor carente de razón o entendimiento. En otras palabras, está el deseo excesivo de mostrar las propias cualidades y de que sean reconocidas y alabadas. En otra palabras, “Pura vanidad”.

“Tú, en cambio, por el justo juicio de Dios cargarás con la pena merecida por tu soberbia.  (2 Macabeos (SBJ) 7,36)

3.    LA FIESTA DE MASCARAS QUE UTILIZA LA SOBERBIA.

En todo caso la soberbia es mucho más de lo que refleja la actitud del profesor. Pero hay que estar atentos, porque por lo general la soberbia no muestra la cara, siempre está bajo una máscara. Es decir, la soberbia está al acecho, observando a escondidas y con cuidado para no ser descubierta.

La soberbia, finge cualidades, ideas o sentimientos contrarios a los que verdaderamente tiene. Descubramos esta fiesta de máscaras que utiliza la soberbia para contaminar la vida de los hombres. Estas son  presentadas como un ideal principal, carácter íntimo o esencia de algo, esto es como un cierto espíritu.

a)    Espíritu de Servicio: Es una persona abnegada y muy generosa, que nunca piensa en sí misma, sin embargo, manifiesta con gran pena “si no fuera por mí, nada se haría, soy la única que hace algo”       

b)    Espíritu de Justicia: Es una persona muy preocupada de que se haga justicia, pero no logra disimular el resentimiento o la indignación producida por el  desengaño  o por las ofensas, no conoce el perdón ni es capaz de calmar el disgusto o pena causados por algo que considera una falta de afecto o una desconsideración.

c)    Espíritu de verdad; Es una persona que defiende la verdad a toda costa y no es capaz de medir su vehemencia. Actúa y se comporta  sin tener en cuenta los derechos de los demás. Tiene un deseo irresistible de imponerse o dominar con mucha diferencia. Se creen siempre poseedor de la verdad y caen en el mal de llevar la contraria a todo.       

d)    Espíritu de la sabiduría: Es una persona intelectual, su severidad excesiva y escrupulosa, solo él sabe cómo se interpreta todo, exige exactitud y rigidez en el cumplimiento de una ley, una norma o una regla, su actitud es orgullosa y generalmente despectiva con los demás .

e)    Espíritu de la enseñanza: Es una persona de mucho empeño e interés por enseñar, sus consejos son de los mejor, ellas son ejemplo de los que enseñan. Es una persona que dice las cosas por el bien de los demás. Son paternalistas y hacen sentir al aconsejado su superioridad y suficiencia.

f)     Espíritu de coherencia; Es una persona que busca la conexión, relación o unión en todo, pero ella ajusta los criterios a su conveniencia e impone cambiarle el principio a las personas, para que su forma de pensar parezca buena.

g)    Espíritu de generosidad: Es una persona generosa, los regala todo, sus obsequios son magníficos, aparatoso, lujoso. Todo lo que da lo hace para que los demás lo vean generosidad, humillando muchas veces al que recibe.

4.    MODO DE SER DEL SOBERBIO

Francisco de Quevedo y Villegas, escribe: “Más fácil es escribir contra la soberbia que vencerla.”

Pareciera que la soberbia está en todo y no nos salvamos de ellas. Pero además descubrimos que todos tenemos manifestaciones de soberbia. “La soberbia de tu corazón te ha engañado” (Abdías 1,3). Pero no nos sintamos ofendidos por esta última afirmación. Revisemos ese aire de dignidad y esa susceptibilidad, y no nos sintamos dolidos o enojados. Hagamos sí, un esfuerzo para descubrirla y amansarla, mitigarla o hacerla más suave y soportable.  San Agustín sentencia que: “Los hombres están siempre dispuestos a curiosear y averiguar sobre las vidas ajenas, pero les da pereza conocerse a sí mismos y corregir su propia vida”.

a)    El soberbio es autosuficiente, porque él cree que se basta a sí mismo, que no necesita a nadie, ni de Dios ni de los demás. Además goza de gran autocomplacencia al sentirse muy satisfecho de sí mismo, entonces se gloria de sí mismo, el solo se auto alaba y se complace de todo.

b)    El soberbio es orgulloso, se cree superior, por lo que trata de forma despectiva y desconsiderada a los demás, es decir es altanero, con actitud despreciativa hacia los demás en palabras, gestos y miradas. Además es vanidoso, aparenta lo que no es, todo lo que hace es una actuación para quedar bien, a costa de todo incluso de la verdad.

c)    El soberbio no trepida y no tiene vergüenza para hacerse dueño de los méritos que no le corresponden, se apropia del éxito ajeno, y acomoda y adapta las cosas para sacar provecho de las iniciativas que no le pertenecen. Además pone todo su esfuerzo para vanagloriarse y presumir llamado la atención y arrogarse ventajas y  beneficios, incluso derechos especiales que no goza todo el mundo.

d)    El soberbio es aquel que desea imponer su propio juicio y gusto personal. Pero aún más, él quiere a toda costa que todos aprueben, acepten y apoyen sus opiniones, sus gustos e iniciativas, pero sin aceptar la de los demás. Además impone su orgullo, con cierta rebeldía, para que todo se haga como él quiere, y se molesta y muestra enojo si le contradicen.

e)    El soberbio mira con malos ojos cualidades y éxitos de otros, entonces es envidioso y busca desanimar al que va bien, manifiesta su deseo de fracaso a otro que no es él. Pero además es egoísta, y busca ser el punto central, interesado solo por sí mismo y sus bienes y cosas.

f)     La soberbia sospecha de todo, complica todo lo que puede, enreda las expresiones de los demás, es burlón e irónico, lastima y ridiculiza a otros. También su juicio es duro, terco, juzga despreciativamente al que puede e interpreta siempre mal los actos de las personas. Además vive cavilando, le da vuelta una y otra vez a las cosas y complicándola mucho más de lo que es.

g)    El soberbio es ambicioso, se empeña a toda costa en triunfar, pasa por encima de cualquiera que se oponga a su éxito, busca todas las formas para sentirse bien consigo mismo. Es poderoso y mejor que los demás. Es calculador y para tener beneficios, reflexiona con cuidado y atención si va a tener perjuicios. Todo lo hace por conveniencia.

h)    El soberbio es desconfiado, está siempre preocupado de que no le vayan a engañar. Esta siempre manifestando abiertamente como los demás se equivocan, está pendiente de los errores ajenos, crítica los defectos de los demás. Su intención siempre es dejar mal a la otra persona ante los otros. Es el tipo de persona capaz de emitir juicios temerarios y negativos sobre otros, sin importar si se tiene fundamento en la verdad.

Tal vez se puede decir que este es un crudo análisis del soberbio, o quizás cruel, áspero, despiadado por que intenta mostrar con realismo lo que puede resultar desagradable o afectar a la sensibilidad de quien lo lee.

Pero la verdad que aún hay más, porque es soberbio el que se desanima ante los propios errores y fracasos, como el que hace suya una actitud de desaliento, de  pesimismo y de reproche. En efecto, la falta de aceptación personal, es decir, no estar conforme consigo mismo y por eso auto reprocharse y reprocharle a Dios por ser como se es, también es soberbia.

Sentencia el sabio: “La calzada de los rectos es apartarse del mal; el que atiende a su camino, guarda su alma. La arrogancia precede a la ruina; el espíritu altivo a la caída. Mejor es ser humilde con los pobres que participar en el botín con los soberbios. El que está atento a la palabra encontrará la dicha, el que confía en el Señor será feliz.” (Proverbios 16, 17-19)

EL Señor nos Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant


Fuentes y Bibliografía

Textos Bíblicos de la Biblia de Jerusalén


Publicado en este enlace de mi WEB:  www.caminando.con-jesus.org en esta sección:

CRONICAS Y COMENTARIOS

 

 

www.caminando-con-jesus.org

www.caminando-con-maria.org

caminandoconjesus@vtr.net

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

---