LA VERDAD DE CADA DIA El difícil vivir conforme a los preceptos señalados por
Dios. Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant “Amor y Verdad se han dado cita, Justicia y
Paz se abrazan; la Verdad brotará de la tierra, y de los cielos se asomará la
Justicia.” (Salmos 85,11) 1.
VIVIENDO EN EL
MUNDO DE LA MENTIRA Como es mi costumbre, observo y escucho las
noticias que transmite la televisión, en
mi país todos los canales las emiten a partir de las nueve de la noche, y ya
es una costumbre que a cada noticia,
mi repuesta interior es ¡no puede ser verdad!, esto me crea sentimientos de sufrimiento, pesar o
molestia, porque teniendo viva
conciencia de que la información es
algo real, primero me niego a creer, y luego me viene una actitud de
resignación. Parece que lo normal es ver
noticias trágicas, vemos y
escuchamos los problemas internos y los externos que hay en cada rincón del
mundo, ¿es que lo doloroso es mejor noticia? ¿Porque será que la buena
noticia es algo raro? En efecto, muchas veces tenemos la
sensación que estamos viviendo en el mundo de la mentira, y que cualquier cosa
que sucede no es cierta, porque ante de creer una noticia o cualquier suceso,
de nuestra vida o de los demás, primero lo ponemos en duda. Es lógico, el
mundo se organiza de una forma muy distinta a nuestra verdad cristiana, ya
nada es escandaloso y se está más preocupado por legislar y crear leyes para
legitimar lo que censura la moral, la ética y nuestro catecismo católico.
Algunas noticias que he oído como buena y alentadoras: “Por fin en el
Congreso se va a discutir la Ley de Aborto”. “Se llegó a acuerdo para formar
comisión que tratara el matrimonio para personas del mismo sexo”. ¿Alguien lo
consulta antes de disponer algo?, ¿es una doctrina válida para legislar
civilmente?, ¿es nuestro manual de vida? Es un contra sentido, pero la verdad nos
parece siempre una mentira. ¿Es posible combatir la mentira con la verdad?,
pareciera que es fácil, sin embargo creo que es una de las tareas más difícil
que tiene el hombre consciente de Dios hoy día. “Los labios mentirosos
abomina el Señor; los que practican la verdad alcanzan su favor.” (Proverbios
12,22) 2.
CUAL ES NUESTRA
VERDAD? Se presentan hoy día, verdades que tienen
que ser resuelta urgentemente por la condición de mejorar la vida de ciertas
personas que reclaman sus derechos a vivir sin que a ellos se les aplique las
leyes morales que nos han regido por muchos años, lo peor es que se presentan
como mejora a males sociales que hoy agobian al mundo, y los culpables son
aquellos que se han quedado en el pasado y no entienden que el mundo está cambiando, pero no se alega si está
cambiando el mundo para bien o para peor. Lo más grave, es saber cómo muchos
paladines, en algunos casos autoridades, sostienen que los que proponen que
se cumplan principios o normas morales, como los hombres de fe, no deben inmiscuirse en ese ámbito y los acusan
de retrógrados y falta de comprensión de la sociedad actual. Lamentablemente,
son pocas las autoridades que muestran interés por jugársela por los aspectos
morales que atentan contra la fe
cristiana. Nuestra verdad, son todos aquellos
preceptos dados por Dios, son todas aquellas enseñanzas de Nuestro Señor
Jesucristo con las cuales formamos nuestros
valores de vida. Ciertamente, al abrazar nuestra fe, también hemos
comprendido que tenemos principios que cumplir y ellos están en la Palabra de
Dios, que ha dirigido y revelado a los hombres en las Sagradas Escrituras,
dirigidas a todos los hombres para orientar bien la forma de vida que debemos
llevar para pasar por esta vida haciendo el bien y no son otras que los
valores de justicia, el respeto a la vida, a la libertad, a vivir en armonía
con todos, a vivir en paz, a vivir en la verdad. Sin embargo, la parte triste de la verdad
de cada día, es que las leyes civiles,
no ven inconveniente en aprobar y dictar normas que estén contra los
principios y normas morales con los cuales hemos formado la sociedad en la
cual vivimos. Nos hemos formado en el entendimiento que el propósito de las
leyes civiles que nos rigen son para asegurar el bien común de las personas,
en especial que se respete el derecho a
la Vida y la dignidad humana. Pero a pesar de esta formación, en
conciencia que debemos vivir leyes morales que vienen del mismo Dios,
nuestros gobernantes y legisladores se guían por doctrinas políticas
partidistas que no están basadas en los preceptos de la fe. Para algunos, esa
es la impresión que tengo, borraron con el codo del diccionario palabras como
decencia, decoroso, honorabilidad. 3.
SE CAMBIA LA
VERDAD POR LA MENTIRA. Regresando a los puntos iniciales de esta
reflexión, reitero que cada día
vemos en las portadas de los
periódicos o en los encabezamientos de las noticias importantes, notas sobre
la corrupción, la falta de seguridad ciudadana, asaltos, familias destruidas
por la violencia familiar,
violaciones, abusos de todo tipo, todo ello como consecuencia de haber
debilitado las Leyes Civiles que protegen a las leyes basada en la moral. No me cabe ninguna duda, que cuando los
legisladores propician leyes civiles que no se guían por las leyes de Dios,
entonces se pierden los principios que dirigen la vida cristiana, es decir,
se cambia la verdad por la mentira. Para mí la verdad es algo simple, y como
cristianos, en mi caso como católico, estamos llamados a estar de acuerdo de lo que se dice con lo
que se siente, esto es estar de acuerdo con la Palabra de Dios que oímos y
que atesoramos, la mentira es lo contrario. Y vivir la mentira hoy, es
guiarnos por la los ideales de cambio que se alejan de esa vida moral que
hemos recibido como la Buena Noticia que viene de lo Alto, y permitir sin
reclamar que el mundo siga caminando ciegamente y guiados por ciegos que van
sumergiendo la sociedad en un mundo de familias destrozadas por la
infidelidad, el libre homosexualismo como si fuera algo normal de la
naturaleza humana, la drogadicción, el aborto, la legalización de la unión
matrimonial por personas del mismo sexo, la delincuencia juvenil, propiciando
el desorden social, todo ello porque hemos permitido que las leyes civiles no se guíen por la moral que conoce nuestra fe. “Señor , ¿quién morará en tu casa , ¿quién
habitará en tu santo monte?. El que anda sin tacha,
y obra la justicia; que dice la verdad de corazón” (Salmos 15, 1-2) 4.
ES TIEMPO DE
RAZONAR Y MOTIVAR NUESTRA VERDAD. “Quien declara la verdad, descubre la
justicia; el testigo mentiroso, la falsedad.” (Proverbios 12,17) La verdad que sentimos, la verdad
razonamos, nace de la facultad que todos tenemos de pensar con sentido común
el motivo o causa de algo, y luego estar de acuerdo que hemos empleado el
buen juicio. Es tiempo de razonar y motivar nuestra verdad. Razonar para
deducir que nos están llevando por un camino que nos aleja de las enseñanzas
de nuestra fe. Razonar para motivar a nuestra sociedad que ya no se puede negar
que la crisis actual que nos angustia, es por causa de la pobreza moral en la
cual estamos. Razonando se entiende la gente, es una expresión que yo al
menos he escuchado mucho desde pequeño, ¿es que la razón es la autoridad de
la verdad? Si un niño nos pregunta que nos diferencia
de los animales, le podemos decir que al contrario de estos (los animales) el
hombre razona. Entonces me pregunto ¿porque no podemos decir que la
diferencia está en que el hombre tiene voluntad y el animal no la tiene?,
acaso voluntad no es la facultad mental que nos permite escoger o decidir
conscientemente lo que vamos a hacer o
lo que queremos hacer, o como queremos vivir?. No
nos olvidemos que al rezar en el Padre nuestro, el “hágase en mi tu
voluntad”, que le decimos a Dios, es un hágase según su deseo y el deseo de
Dios no es otro que vivamos conforme a sus enseñanzas, conforme a la moral
que viene de él. Dios dotó al hombre de razón y voluntad,
eso es algo que no podemos olvidar, eso es una verdad que podemos afirmar,
(Juan 8, 31-42) En aquel tiempo dijo Jesús a los judíos que habían creído en
él: “Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y
conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”. 5.
EL ALMA DE TODO
HOMBRE BUSCA LA VERDAD, EL BIEN Y SU DESEO ES VIVIR CONFORME A LOS PRECEPTOS
SEÑALADOS POR DIOS. “Envía tu luz y tu verdad, ellas me guíen,
y me conduzcan a tu monte santo, donde tus Moradas.” (Salmos 43,3) El asunto es que estamos esclavizados en la
mentira, nuestra razón, o nuestra verdad, y siendo Dios la gran
verdad, Él nos dice cómo debemos ser, que hacer, sin embargo tenemos que
hacer otras cosas porque tenemos que ser obedientes a las normas establecidas
o, ¿no es cierto que tenemos que convivir cada día con prácticas irreverentes
con la moral?, ¿Por qué vivimos en un mundo que se contradice con los
principios, formas, maneras y actitudes a lo que nos pide el Señor?. Reitero lo que dijo Jesús, “Si os mantenéis
en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y
la verdad os hará libres”. Esa es nuestra gran dificultad, porque cuando
queremos vivir de acuerdo a nuestra conciencia cristiana nos encontramos con
obstáculos de toda índole. Dios nos dio la voluntad y la razón para actuar conforme a la verdad y el bien. El alma de todo hombre busca la verdad, el
bien y su deseo es vivir conforme a los preceptos señalados por Dios. Parece
que esta afirmación es una mentira cuando las noticias más destacadas de hoy
fueron: “Por fin en el Congreso se va a discutir la
Ley de Aborto”. “Se llegó a acuerdo para formar comisión que tratara el
matrimonio para personas del mismo sexo”. “Por buen camino y a punto de
aprobarse la ley del divorcio en el congreso” “Un interesante debate, hubo
esta tarde frente al tema de aceptar el aborto terapéutico” “Salió en
libertad en Libertad el acusado de violación de menores al alcanzar el pago
de la fianza” “No será obligatorio, la enseñanza de religión en las escuelas” ¿Es nuestra voluntad que estas cosas sean
así?, ¿Es la voluntad de Dios? Aún recuerdo, que la primera canción
religiosa que aprendí cuando niño, la entonaban mis abuelos y mis padres con
gran fervor, esta decía: “Hasta tus plantas – Señor llegamos –
Buscando asilo en tu corazón – Tus Gracias todas hoy imploramos – que ellas
protejan nuestra nación. “Do quiera al Rey de Reyes- Levántese un
altar – A Dios queremos en nuestras Leyes
– En las escuelas y en el hogar” Todos
queremos saber siempre la verdad. San Agustín escribió: “He encontrado muchos
que querían engañar, pero ninguno que quisiera dejarse engañar”. Muéstrame tus
caminos, Señor, enséñame tus sendas.
(Salmos 25,4) Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant Los textos bíblicos, están extraídos de la
Biblia de Jerusalén Publicado en mi página WEB www.caminando.con-jesus.org en
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