DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS
"La Eucaristía es fuente
y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
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Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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14-04-2024
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Edición Nº 9.578
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LITURGIA
DE LAS HORAS
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DOMINGO III SEMANA DE PASCUA
“PRESENCIA DE DIOS
QUE LO LLENA TODO”
Lc
24,35-48
“Se presentó Jesús en medio de sus
discípulos”.
Jesús
resucitado está presente en medio de los suyos, en medio de su Iglesia.
Está presente en los sacramentos: es Él quien bautiza, es Él quien perdona
los pecados... Está presente de manera especial en la Eucaristía,
entregándose por amor a cada uno con su poder infinito. Está presente en
los hermanos, sobre todo en los más pobres y necesitados. Está presente en
la autoridad de la Iglesia... La vida cristiana no consiste en vivir unas
ideas, por bonitas que fueran. El cristiano vive de una presencia que lo
llena todo: la presencia viva de Cristo resucitado. Y el tiempo de Pascua
nos ofrece la gracia para captar más intensamente esta presencia, para
acogerla sin condiciones, para vivir de ella.
“Creían ver un fantasma...”
Aun
creyendo en la Resurrección del Señor, pueden asaltarnos las mismas dudas
que a los discípulos. Como a Jesús resucitado no le vemos, podemos tener la
impresión de algo poco real, algo ilusorio, como si fuera un fantasma, una
sombra. Pero también a nosotros nos repite: «Mirad mis manos y mis pies:
soy yo en persona». Nos remite a las huellas de su pasión. Verdaderamente
padeció, verdaderamente murió, verdaderamente ha resucitado. Es Él en
persona. El mismo que recorrió los caminos de Palestina, que predicó, que
curó a los enfermos... El Resucitado es real. Vive de veras. Y mantiene su
realidad humana. El tiempo de Pascua conlleva la gracia para conocer con
más hondura la belleza de la realidad humana del Señor a la vez que su
grandeza divina.
“Les abrió el entendimiento para
comprender las Escrituras”.
Sin Cristo la Biblia es
un libro sellado, imposible de entender. Como a los primeros discípulos,
también a nosotros Jesús resucitado nos abre el entendimiento para
comprender. Él es el Maestro que sigue explicándonos las Escrituras. Pero
lo hace como Maestro interior, porque nos enseña e ilumina por dentro. Sólo
podemos entender la Escritura si la leemos en presencia del Resucitado y a
su luz. Sólo escuchándole a Él en la oración, sólo invocando su Espíritu,
la Biblia deja de ser letra muerta y se nos ilumina como palabra de vida y
salvación. (P. Julio Alonso Ampuero,
Meditaciones Bíblicas Sobre el Año Litúrgico)
Para ver la Reflexión completa de las 3 lecturas y el salmo de la
Liturgia de este domingo pinchar este link: (Enlace): PALABRA DE DIOS
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I.-RITOS
INICIALES
ANTÍFONA DE
ENTRADA Sal 65, 1-2
Aclame al Señor toda la
tierra, cante la gloria de su nombre. Aleluya.
ACTO
PENITENCIAL
(Si se realiza el rito
de la aspersión, recomendado especialmente en este tiempo, ver domingo de
Pascua. De lo contrario, después de la invitación del celebrante y un
momento de silencio).
·
Tú que
siendo justo moriste para llevar los injustos a Dios. Señor, ten piedad.
·
Tú que
traes la alegría y la paz a los que te siguen. Cristo, ten piedad.
·
Tú que nos
llamas a ser testigos de tu resurrección. Señor, ten piedad.
Se dice
Gloria.
ORACIÓN
COLECTA
Dios nuestro, que tu
pueblo se alegre siempre por la nueva vida recibida, para que, con el gozo de
los hijos, aguarde con firme esperanza el día de la resurrección final. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
II.-
LITURGIA DE LA PALABRA
En su primer discurso,
san Pedro anuncia el centro de nuestra fe: Jesús ha muerto y resucitado.
PRIMERA
LECTURA Hech 3, 13-15. 17-19
Lectura de los Hechos de los apóstoles.
En aquellos días, Pedro
dijo al pueblo: “El Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob,
el Dios de nuestros padres, glorificó a su servidor Jesús, a quien ustedes
entregaron, renegando de él delante de Pilato, cuando éste había resuelto
ponerlo en libertad. Ustedes renegaron del Santo y del Justo, y pidiendo
como una gracia la liberación de un homicida, mataron al autor de la vida.
Pero Dios lo resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos
testigos. Ahora bien, hermanos, yo sé que ustedes obraron por ignorancia,
lo mismo que sus jefes. Pero así, Dios cumplió lo que había anunciado por
medio de todos los profetas: que su Mesías debía padecer. Por lo tanto,
hagan penitencia y conviértanse, para que sus pecados sean perdonados”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
En este discurso de Pedro a los judíos, después
de la curación del tullido, la argumentación bíblica recuerda, entre otras
cosas, la Alianza hecha con Abraham y la figura del Siervo de Yahvé (Is
52,13— 53,12) para significar el alcance universal de la restauración
realizada por Cristo, que no es sólo el autor de la vida, sino también el
vencedor de la muerte. Si Pedro echa en cara a los judíos su deicidio, no
es para fastidiarlos, ya que obraron por ignorancia. No obstante, los
exhorta al arrepentimiento y la conversión de fe.
SALMO Sal 4,
2. 4. 7. 9
En respuesta a la
proclama de Pedro el salmo expresa seguridad y confianza en Dios.
Participamos de esta oración, aclamando: Muéstranos, Señor, la luz de tu
rostro.
R. Muéstranos, Señor, la luz de tu rostro.
O bien: Aleluya.
Respóndeme cuando te
invoco, Dios, mi defensor, tú, que en la angustia me diste un desahogo: ten
piedad de mí y escucha mi oración. R.
Sepan que el Señor hizo
maravillas por su amigo: Él me escucha siempre que lo invoco. Hay muchos
que preguntan: “¿Quién nos mostrará la felicidad, si la luz de tu rostro,
Señor, se ha alejado de nosotros?”. R.
Me acuesto en paz y en
seguida me duermo, porque sólo tú, Señor, aseguras mi descanso. R.
SEGUNDA
LECTURA 1Jn 2, 1-59
San Juan nos reconforta
mostrando a Jesús como nuestro gran defensor.
Lectura de la primera
carta de san Juan.
Hijos míos, les he
escrito estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos un
defensor ante el Padre: Jesucristo, el Justo. Él es la Víctima
propiciatoria por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino
también por los del mundo entero. La señal de que lo conocemos, es que
cumplimos sus mandamientos.
El que dice: “Yo lo
conozco”, y no cumple sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no
está en él. Pero en aquel que cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado
verdaderamente a su plenitud.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Al hombre que ha pecado o niega su pecado, o
bien recurre a un rito purificador, Juan le comunica que el pecado no es ya
una barrera cuando es situado en la comunión del hombre con Dios. Pero la
comunión con Dios debe traducirse necesariamente en el amor fraternal.
Reconocerse pecador delante de Dios es empeñarse positivamente en un
proceso de continua conversión, que nos hace pasar de las tinieblas a la
luz. Todo esto, gracias a que “tenemos a uno que interceda ante al Padre: a
Jesucristo, el Justo”.
ALELUYA Cfr.
Lc 24, 32
Aleluya. Señor Jesús,
explícanos las Escrituras. Haz que arda nuestro corazón mientras nos
hablas. Aleluya.
EVANGELIO Lc
24, 35-48
Jesús se presenta a sus
discípulos para traer la paz, abrirles la inteligencia y hacerlos testigos
de la resurrección.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Los discípulos, que
retornaron de Emaús a Jerusalén, contaron lo que les había pasado en el
camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Todavía estaban
hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo:
“La paz esté con ustedes”. Atónitos y llenos de temor, creían ver un
espíritu, pero Jesús les preguntó: “¿Por qué están turbados y se les
presentan esas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y
vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo”. Y
diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. Era tal la alegría y la
admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les
preguntó: “¿Tienen aquí algo para comer?”. Ellos le presentaron un trozo de
pescado asado; él lo tomó y lo comió delante de todos. Después les dijo:
“Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario que se
cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas
y en los Salmos”. Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran
comprender las Escrituras, y añadió: “Así estaba escrito: el Mesías debía
sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por
Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión
para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
La fe cristiana, centrada en la resurrección,
es profundamente realista. La vida del Resucitado es también corporal.
Según Lucas, los Once, son incrédulos y toman, además, al Resucitado por un
fantasma. Pero para que ellos lo reconozcan debe comer delante de ellos. El
Maestro, después de resucitar sigue siendo un ser humano.
No hay, pues, que confundir la mística con el
histerismo seudorreligioso. La enseñanza del
relato es que la resurrección no es una simple supervivencia espiritual de
Jesús, sino que afecta toda su persona, ella es la clave de toda la
esperanza cósmica y humana.
SE DICE EL
CREDO
ORACIÓN DE
LOS FIELES
·
A cada
intención pedimos: Aviva nuestra fe para que seamos testigos.
·
Para que la
Iglesia, en todo el mundo, anuncie con renovado vigor a Jesús resucitado,
Oremos.
·
Para que
los gobernantes encuentren caminos de desarrollo y paz para los pueblos.
Oremos.
·
Para que
los que viven sin fe encuentren a Jesús en nuestro testimonio alegre y
caritativo. Oremos.
·
Para que
nuestra comunidad evangelice al barrio y sea testigo del gozo y la
esperanza cristiana. Oremos.
III.-
LITURGIA EUCARISTICA
Presentación de las
ofrendas.: Después de alimentarnos con la Palabra de Dios preparamos la
mesa de la eucaristía. Junto al pan y el vino, presentemos al Señor
nuestras dudas y temores con el deseo de ser alegres testigos de su
resurrección.
ORACIÓN SOBRE
LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las
ofrendas de tu Iglesia desbordante de alegría, y después de haberle
concedido el motivo de un gozo tan grande, concédele participar de la
felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
PASCUAL
Jesús ha resucitado y
nos llama a ser sus testigos. Por eso, junto al celebrante, demos gracias
al Señor nuestro Dios porque Jesús siempre está con nosotros en el camino
de la vida.
ANTÍFONA DE
COMUN IÓN Cfr. Lc 24, 46-47
El Mesías debía sufrir
y resucitar de entre los muertos al tercer día, y en su nombre debía
predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los
pecados. Aleluya.
La eucaristía nos une a
Jesús glorificado y nos da valor para manifestarlo al mundo. Con alegría,
vayamos a recibir el Pan de Vida.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre, mira con bondad
a tu pueblo y, ya que lo has renovado con los sacramentos de la vida
eterna, concédele alcanzar la gloria de la resurrección. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
IV.-RITOS DE
CONCLUSION
Bendición
Canto final
Con la alegría de ser
llamados a una vida nueva y ser testigos de ella, nos retiramos cantando.
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REFLEXIÓN BÍBLICA
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"En
Nombre de Jesucristo, predicar a todas las naciones la conversión para el
perdón de los pecados."
Lc
24, 35-48
Autor:
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. HAGAN PENITENCIA Y
CONVIÉRTANSE, PARA QUE SUS PECADOS SEAN PERDONADOS (Hech 3, 13-15. 17-19)
Pedro (Hech 3, 13-15) les hace ver a los hombres de su tiempo los
dolorosos sucesos que había antecedido: “Ustedes renegaron del Santo y del
Justo, y pidiendo como una gracia la liberación de un homicida, mataron al
autor de la vida.” Las acusaciones son indispensables y fuertes; Sin
embargo Pedro sabe que él está también incluido en ellas, el renegó al Maestro. Hoy en nuestro
tiempo, también reniegan a Cristo todos los hombres que pecando siguen
negando al “Santo” y rechazando “al autor de la vida”, postergándole a las
propias pasiones, que son causa de muerte.
Pedro,
no ha olvidado su culpa que llorará toda la vida, sin embargo ahora siente
en el corazón la dulzura del perdón del Señor. Esto le hace capaz de pasar
de la acusación a lo excusa: “Ahora bien, hermanos, yo sé que ustedes
obraron por ignorancia o mismo que sus jefes”, y luego de esto llama a la
conversión: “Por lo tanto, hagan penitencia y conviértanse, para que sus
pecados sean perdonados”. (Hech 3, 17-19). Del mismo modo como Pedro había sido perdonado,
así les
sucederá a su pueblo y cualquier otro hombre, con tal de que todos
reconozcan sus propias culpas y hagan el propósito de no pecar más. Tampoco
yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más. (Juan (SBJ) 8, 11)
2. SI ALGUNO PECA, TENEMOS UN
DEFENSOR ANTE EL PADRE: JESUCRISTO, EL JUSTO. (1Jn 2, 1-59)
Hijos
míos, les he escrito estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca,
tenemos un defensor ante el Padre: Jesucristo, el Justo. (1 Jn 2, 1). ¿Cómo volverá al pecado quien ha penetrado en el
significado de la pasión del Señor? Sin embargo, consciente de la
fragilidad humana, el Apóstol Juan, prosigue: “Pero si alguno peca, tenemos
un defensor ante el Padre: Jesucristo, el Justo. Juan, que había oído en el
Calvario a Jesús agonizante pedir el perdón del Padre para quienes lo
habían crucificado. En efecto, antes de morir, Jesús ha tenido buen cuidado
de decir a su Padre: ¡Perdónales, porque no saben lo que hacen!, Juan sabe
hasta qué punto Jesús defiende a los pecadores. Víctima inocente de los
pecados de los hombres, Jesús es también su abogado más valedero, pues “Él
es la Víctima propiciatoria por nuestros pecados”. Perdónales a todos, a
Pilatos, a Pedro, a ti y a mí, por eso dice san Juan: “y no sólo por los
nuestros, sino también por los del mundo entero”
3. MIREN MIS MANOS Y MIS PIES,
SOY YO MISMO.
“Miren
mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne
ni huesos, como ven que yo tengo”. Y diciendo esto, les mostró sus manos y
sus pies”. Ya la noticia de que Jesucristo había resucitado ya se extendía
por todas partes. Entonces, los discípulos que amaban mucho al Señor,
tenían un gran deseo de encontrarse con Él, y Cristo vino a ellos y se dio
a conocer a los que le amaban, ansiaban y buscaban. Es así como Jesús, se
presenta a ellos, no de una manera dudosa, sino con toda la evidencia, “se
apareció en medio de ellos”
Jesús
ya le había mandado a decir; “Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me
verán”. (Mateo (SBJ) 28,10). San Ambrosio comenta; (Catena aurea). “Creo que fue muy conveniente que Jesús anunciase a
sus discípulos que le verían en Galilea pero se presentó antes, cuando
estaban reunidos, porque tenían miedo”. Esto no representa la transgresión
de una promesa, sino más bien el cumplimiento adelantado y la manifestación
de su bondad, ya que quería animar la encogimiento de sus discípulos. Es
así como San Ambrosio nos explica: “Después que hubo fortalecido sus
corazones, se dice que aquellos once marcharon a Galilea. Y nada se opone a
que pueda decirse que había unos pocos reunidos, y muchos en el monte”. San
Pablo dice: “después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez” (1
Corintios (SBJ) 15,6)
4. "LA PAZ ESTÉ CON
USTEDES"
Jesús ya ha resucitado, así
se manifiesta a los discípulos, y los saluda con una palabra que será
habitual luego en Él, "La paz esté con ustedes". Los Once
estuvieron atónitos y asustados por su aparición, pero no menos llenos de
confusión y de arrepentimiento por haberlo abandonado durante la pasión.
Muerto para destruir el pecado y reconciliar a los hombres con Dios. Cristo
les ofrece la paz para asegurarles su perdón y su amor intacto.
Luego de la Paz, los
corazones de sus discípulos, están inquietos y alegres, llenos de gozo,
Jesús está en presencia de ellos, aunque resistían a creer. Una bella
enseñanza de Jesús, por eso donde quiera que vayamos, debemos de llevar la
paz, ofrecer la paz, la paz del Señor. Sin embargo no podemos hacerlo si no
tenemos paz, si no vivimos en paz y si no vivimos la paz en nuestro corazón
y para vivirla, es necesario dejar de lado las odiosidades y llenar el
corazón de amor.
5. ¿POR QUÉ ESTÁN TURBADOS Y SE
LES PRESENTAN ESAS DUDAS?
En este relato, san Lucas,
destaca el aspecto apologético del mismo, es decir, con este escrito,
defiende y alaba la censura que hace Jesús a los discípulos porque no
creyeron a los que se les había aparecido. En efecto, ellos creen ver un
espíritu; pero Él les demuestra que no lo es, mostrándoles y haciéndoles
palpar sus manos y sus pies; los espíritus diciéndoles; “¿Por qué están
turbados y se les presentan esas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo
mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que
yo tengo”. Y ante la duda aún de ellos, por fuerza del gozo y de la
admiración, les da otra prueba. Pidió algo de comer, y ante ellos comió un
trozo de pecado asado.
Resucitado Jesús, se
apareció varias veces a los discípulos. Se apareció a los once cuando
estaban reunidos, para que todos fuesen testigos, y refiriesen a todo el
mundo lo que habían visto y oído. Al decir once, se designa a todo el
colegio apostólico antes de que Matías ocupase el lugar de Judas. Y después
de la ascensión ellos debían de predicar el Evangelio a gentes que debían
creer sin haber visto a Jesús.
Antes de partir, increpó
también el Señor a sus discípulos cuando iba a dejarlos corporalmente, para
que sus palabras quedasen impresas más profundamente en sus corazones. A mi
parecer, Jesús reprueba la incredulidad, para que la reemplace la fe;
reprueba la dureza del corazón de piedra, para que le reemplace otro de
carne lleno de caridad.
6. "CUANDO TODAVÍA ESTABA
CON USTEDES, YO LES DECÍA”
En la segunda parte del
relato, sin conexión necesaria con el anterior, y en forma corporal, Lucas
quiere responder, en su fondo, a las conversaciones de Cristo con los
apóstoles, asís es como el Señor les dice; "Cuando todavía estaba con
ustedes, yo les decía” En su exposición hay una síntesis del kérigma (palabra griega que significa predicar,
proclamar, llevar el evangelio), el cumplimiento, “Es necesario que se
cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas
y en los Salmos, junto con el arrepentimiento de los pecados, “Y
comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las
naciones la conversión para el perdón de los pecados”
Jesús, nos destaca como en
las escrituras se ha anunciado, en tres partes, la Ley de Moisés, en los
Profetas y en los Salmos, Y especifica especialmente los Salmos — quizá por
su gran valor mesiánico, ya que, generalmente, sólo se citaban la Ley y los
Profetas —, que el plan del Padre no era el mesianismo ambiental,
nacionalista y político, sino que el Mesías había de morir y resucitar.
Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las
Escrituras, y añadió: "Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y
resucitar de entre los muertos al tercer día.
7. ENTONCES LES ABRIÓ LA
INTELIGENCIA PARA QUE PUDIERAN COMPRENDER LAS ESCRITURAS
Es posible que la frase de
abrirles la inteligencia para que entendiesen las Escrituras, tenga dos
sentidos, me parecería síntoma de arrogancia decir es esto y no lo
otro. Puede ser que Cristo les conceda un carisma para que ellos penetren
este sentido de las Escrituras, a diferencia de los de Emaús, ya que a esos
discípulos abiertamente se las explicó, o que se trate de una frase
fundamentalmente equivalente a la de los de Emaús, aunque la redacción
literaria sea algo distinta, pues aquí mismo dice san Lucas que después de
abrirles la inteligencia, esto es hacer comprender, les dijo que; “Así
estaba escrito, el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al
tercer día”, Es decir, explicación hecha por él mismo. Probablemente este
segundo sentido sea preferible.
Lo que sí podemos decir, es
que a los discípulos se les capacitó para que tuviesen una visión nueva —
la auténtica — del Antiguo Testamento. Que se predicase en su nombre, del
Cristo muerto y resucitado y la penitencia para la remisión de los pecados.
Es así como en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la
conversión para el perdón de los pecados. Le dice Jesús; “Ustedes son
testigos de todo esto”. Esta penitencia es cambiar el modo de ser, y de ver
en El, con su mesianismo de cruz y de resurrección, al único Salvador que
Dios puso para la salvación. En los Hechos de los Apóstoles dirá San Pedro
ante el Sanedrín: “En ningún otro (Cristo) hay salud, pues ningún otro
nombre (semitismo por persona) nos ha sido dado bajo el cielo, entre los
hombres, por el cual podamos ser salvos” (Hech 4:12). Con la conversión a este Mesías y a su doctrina, se
tiene la remisión de los pecados. Hermosa gracia que se nos ha regalado.
8. USTEDES SON TESTIGOS DE TODO
ESTO
Esta predicación de Cristo
Mesías y la salvación, unido a la fe, que depende y tiene una estrecha
relación a su fe, es para todas las naciones. Es el universalismo de la fe
(Mt 28:19.20). Pero en el plan de Dios será irradiada esta Buena Nueva
comenzando por Jerusalén (Hech 1:8). Era todavía la bendición del Mesías al pueblo que lo
crucificó, y como gran beneficio, al tiempo que pasaba el privilegio de
Israel a las gentes. El mismo San Pablo reconocerá estas primacías
privilegiadas de Israel. “y así, todo Israel será salvo” (Romanos
(SBJ) 11,26)
Dice Jesús, “Ustedes son
testigos de todo esto”. En efecto, los apóstoles serán los testigos de toda
esta verdad y enseñanza. La enseñanza es la instrucción que se nos ha dado,
como dice san Mateo, que se predique a todas las gentes la salvación en su
nombre, “Id, pues, y haced discípulos a todas
las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. (Mateo (SBJ) 28, 19-20)
Jesús dio y nos da la orden de predicar el Evangelio a todas las gentes. Se
observa ya el universalismo cristiano en acción entre los gentiles. Este es
el gran mandato, es decir la gran misión que nos dio el Señor, que debemos
hacer con fidelidad en todos los tiempos y en todas las circunstancias.
Es así como Jesús, envía a
sus apóstoles, por todo el mundo, a predicar a todas las gentes de todas las
naciones, para que la predicación apostólica, que antes fue rechazada por
la soberbia de los judíos, venga en nuestro auxilio. Cuando Jesús dice a
todas las naciones, está diciendo a los creyentes e incrédulos. El que crea
y se bautice se salvará. El que no crea se condenará. Porque no basta
creer, porque el que cree y no está bautizado todavía, no ha alcanzado aún
la salvación, sino imperfectamente.
La
alegría de Cristo resucitado vivan en sus corazones
Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant
“ay
de mí si no evangelizo” , San Pablo
TERCER DOMINGO DE PASCUA
|
PARA LA LECTIO DIVINA (3)
|
LA ALEGRÍA PASCUAL
CRECE Y TENDRÁ SU PLENITUD EN LA VIDA ETERNA, EN LA RESURRECCIÓN FUTURA.
Por eso, nuestra alegría está motivada por la esperanza de llegar a ser
herederos del Reino de los Cielos, por la esperanza de resurgir con Cristo
también en cuerpo. Una alegría vivida, experimentada, pregustada en la
tierra como peregrinos, aunque destinada a crecer hasta la meta de la
eternidad bienaventurada.
Esta alegría de peregrinos -que va unida siempre a la fatiga y al
sufrimiento del camino- requiere de nosotros ascesis, conversión del
corazón y empeño en su custodia, porque puede verse, fácilmente, turbada y
abrumada por el espanto, por el cansancio, por la angustia... En una
palabra, por todos los peligros que nos acechan mientras vamos de viaje. De
ahí que tengamos necesidad de una fuerza interior, divina: eso que nosotros
no seríamos capaces de guardar por nosotros mismos es confiado al Espíritu,
al Espíritu consolador.
¿Cómo es posible obtener un don tan precioso, gracias al cual
podremos vivir como verdaderos testigos del Resucitado y alegrarnos
siempre, vayan como vayan las cosas? Debemos desearlo con pureza de corazón
y con humildad, pues así lo recibiremos, con gratitud, como don. Si existe
esta disposición en nuestro interior, reside en nosotros verdaderamente la
vida nueva: podemos ejecutar el testamento que el Señor Jesús nos ha
dejado, ¡venga el canto nuevo, la alegría verdadera!
|
ORACION (3)
|
Por este camino por el que andamos siempre peregrinos -con el peso de
la soledad en el corazón- vienes tú, el Viviente entre los muertos, a
nuestro encuentro y partes el pan del amor. En este largo camino, donde, a
la puesta del sol, se extienden nuestras sombras, enciende, oh Viajero
envuelto de misterio, el vívido vivaque de tu Palabra y sabremos, por su
fuego ardiente, que nuestra esperanza ha resucitado más viva, más fuerte.
Sí, abre nuestra mente para comprender la Palabra, porque sólo ella
puede disipar las dudas que aún surgen en nuestro corazón. ¡Cuántas veces,
incapaces de reconocerte, hemos renegado de ti también nosotros! Pero tú,
el Justo, con manso padecer te has hecho víctima de expiación por nuestros
pecados. No nos dejes ahora vacilantes y turbados: que tu presencia infunda
en nosotros la paz, que tu espíritu despeje nuestra mirada y nos haga
alegres testigos de tu amor.
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FUENTES DE LA PAGINA
|
La Página de la Misa Diaria, está preparada y es
enviada por Pedro S. A. Donoso Brant ocds, desde
Santiago de Chile, como un servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor
Jesucristo y por la Iglesia. Les ruego su oración, para que pueda
mantenerse este servicio y subsidio, dando gracias a nuestro Dios que tanto
nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo
“Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario
de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o
Biblia de Jerusalén (SBJ),
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad
Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd,
ESTA PERMITIDO EL RE-ENVIO, LA
COPIA Y LA PUBLICACIÓN DE ESTA PAGINA, SOLO DEBE INDICARSE EL AUTOR Y LAS
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