MISA DIARIA DE CAMINANDO CON JESUS
"La Eucaristía es fuente
y culmen de toda la vida cristiana" (LG 11)
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Página de Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
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29-11-2020
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Edición Nº MD 8.098
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LITURGIA DE LAS HORAS
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Comienza el ciclo dominical “B”. Semana 1 para el
Salterio
Dentro de cuatro semanas celebraremos el
nacimiento de Jesús. A estas semanas las llamamos Tiempo de Adviento, que
significa “advenimiento”, “venida”.
Todo el Adviento se caracteriza por la
espera confiada y vigilante del Señor que viene. En este primer domingo,
Jesús nos exhorta a vigilar, a no “dormimos” en la búsqueda de la salvación
que él trae.
Con el Adviento comienza un nuevo año
Litúrgico. La Iglesia ha dividido el tiempo litúrgico en tres ciclos. Este
año se denomina “ciclo B” y su característica es leer habitualmente el
evangelio de san Marcos.
La liturgia del Adviento nos invita al
recogimiento y la conversión. Por eso se viste de morado, y suprime el
canto del Gloria que retomaremos solemnemente en la misa
de nochebuena.
Para leer más sobre el
Adviento, en este link: ADVIENTO
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DOMINGO I DE ADVIENTO CICLO B
“¡ESTÉN PREVENIDOS!”.
El primer domingo está tomado del final del
discurso escatológico. En consonancia con la orientación que tiene este
domingo en los demás ciclos, el texto centra nuestra atención en la segunda
venida de Cristo. La perícopa de Marcos subraya la incertidumbre del cuándo
– “porque no saben cuándo llegará el momento”–, explicitada
por la parábola del hombre que se ausenta. La consecuencia es la
insistencia en la vigilancia –dos veces el imperativo “¡Estén prevenidos!”.
Es decir, vigilen velen, al principio y al final del texto –, pues el Señor
puede venir inesperadamente y encontrarnos dormidos. Finalmente, se subraya
el carácter universal de esta llamada a la vigilancia: “lo digo a todos”.
Llama la atención en estos breves versículos el
número de veces que se repite la palabra “¡Estén prevenidos!”.
Esta vigilancia es base en que el Dueño de la casa va a venir y no sabemos
cuándo. Cristo viene a nosotros continuamente, de mil maneras, “en cada
hombre y en cada acontecimiento” (Prefacio III de Adviento). El evangelio
del domingo pasado nos subrayaba esta venida de Cristo en cada hombre
necesitado; Cristo mismo suplica que le demos de beber, le visitemos...
Estar vigilante significa tener la fe despierta para saber reconocer a este
Cristo que mendiga nuestra ayuda y tener la caridad solícita y disponible
para salir a su encuentro y atenderle en la persona de los pobres.
Además, Cristo viene en cada acontecimiento. Todo
lo que nos sucede, agradable o desagradable, es una venida de Cristo, pues
“en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman” (Rom
8,28). Un rato agradable y un regalo recibido, pero también una enfermedad
y un desprecio, son venida de Cristo. En todo lo que nos sucede Cristo nos
visita. ¿Sabemos reconocerle con fe y recibirle con amor?
Pero la insistencia de Cristo en la vigilancia se
refiere sobre todo a su última venida al final de los tiempos. Según el
texto evangélico, lo contrario de estar prevenidos, es “estar dormido”. El
que espera a Cristo y está pendiente de su venida, ese está despierto, está
en la realidad. En cambio, el que está de espaldas a esa última venida o
vive olvidado de ella, ese está dormido, fuera de la realidad. Nadie más
realista que el verdadero creyente. ¿Vivo esperando a Jesucristo?
Para ver
la Reflexión completa de las 3 lecturas y el salmo de la Liturgia de este
domingo pinchar este link: (Enlace): PALABRA DE DIOS
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ANTÍFONA DE
ENTRADA Sal 24,1-3
A ti, Señor, elevo mi
alma: Dios mío, yo pongo en ti mi confianza. ¡Que no tenga que avergonzarme
ni se rían de mí mis enemigos! Ninguno de los que esperan en ti tendrá que
avergonzarse.
ACTO
PENITENCIAL
·
Tú que vas
al encuentro de los que practican la justicia. Señor, ten piedad.
·
Tú que nos
mantendrás firmes hasta el fin. Cristo, ten piedad.
·
Tú que
vienes a llenarnos de esperanza. Señor, ten piedad.
ORACIÓN
COLECTA
Dios todopoderoso y
eterno, te rogamos que la práctica de las buenas obras nos permita salir al
encuentro de tu Hijo que viene hacia nosotros, para que merezcamos estar en
el Reino de los cielos junto a Él. Que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA Is 63, 16-17. 19; 64, 2-7
El pueblo israelita
acude a Dios para que baje a salvarlo, recordándole que es nuestro Padre y
Redentor.
Lectura del libro de Isaías.
¡Tú, Señor, eres
nuestro padre, “nuestro Redentor” es tu Nombre desde siempre! ¿Porqué,
Señor, nos desvías de tus caminos y endureces nuestros corazones para que
dejen de temerte? ¡Vuelve, por amor a tus servidores y a las tribus de tu
herencia! ¡Si rasgaras el cielo y descendieras, las montañas se disolverían
delante de ti! Cuando hiciste portentos inesperados, que nadie había
escuchado jamás, ningún oído oyó, ningún ojo vio a otro Dios, fuera de ti,
que hiciera tales cosas por los que esperan en él. Tú vas al encuentro de
los que practican la justicia y se acuerdan de tus caminos. Tú estás
irritado, y nosotros hemos pecado, desde siempre fuimos rebeldes contra ti.
Nos hemos convertido en una cosa impura, toda nuestra justicia es como un
trapo sucio. Nos hemos marchitado como el follaje y nuestras culpas nos
arrastran como el viento. No hay nadie que invoque tu Nombre, nadie que
despierte para aferrarse a ti, porque tú nos ocultaste tu rostro y nos
pusiste a merced de nuestras culpas. Pero tú, Señor, eres nuestro padre;
nosotros somos la arcilla, y tú, nuestro alfarero: ¡todos somos la obra de
tus manos!
Palabra de Dios.
COMENTARIO:
Por primera vez un profeta atribuye a Dios los
títulos de ‘Padre” y ‘Redentor”. Este lenguaje tiene su origen en la
experiencia del clan: el padre es la fuente de la vida del clan; el
‘redentor” es el miembro de la familia encargado de vengar o rescatar un
miembro del clan asesinado o hecho esclavo. Pero el pueblo vive en el
exilio una esclavitud de tal modo radical, que el clan no ofrece ya ningún
recurso de rescate. Entonces Dios mismo será el Padre y el Redentor.
SALMO Sal 79,
2. 3. 15-16. 18-19
Haciéndose eco de este
clamor el salmo es una vehemente súplica a Dios, Pastor de Israel, para que
venga a salvarnos. Participamos de esta oración, aclamando:
R. Restáuranos, Señor del universo.
Escucha, Pastor de
Israel, tú que tienes el trono sobre los querubines, reafirma tu poder y
ven a salvarnos. R.
Vuélvete, Señor de los
ejércitos, observa desde el cielo y mira; ven a visitar tu vid, la cepa que
plantó tu mano, el retoño que tú hiciste vigoroso. R.
Que tu mano sostenga al
que está a tu derecha, al hombre que tú fortaleciste, y nunca nos
apartaremos de ti: devuélvenos la vida e invocaremos tu Nombre. R.
SEGUNDA LECTU
RA
Dios es fiel. Mientras
esperamos la venida definitiva de Cristo no nos falta ningún don de la
gracia.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos
de Corinto. 1Cor 1,3-9
Hermanos: Llegue a
ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor
Jesucristo. No dejo de dar gracias a Dios por ustedes, por la gracia que él
les ha concedido en Cristo Jesús. En efecto, ustedes han sido colmados en
él con toda clase de riquezas, las de la palabra y las del conocimiento, en
la medida en que el testimonio de Cristo se arraigó en ustedes. Por eso,
mientras esperan la Revelación de nuestro Señor Jesucristo, no les falta
ningún don de la gracia. El los mantendrá firmes hasta el fin, para que
sean irreprochables en el día de la Venida de nuestro Señor Jesucristo.
Porque Dios es fiel, y él los llamó a vivir en comunión con su Hijo
Jesucristo, nuestro Señor.
Palabra de Dios.
COMENTARIO:
Pablo saluda a la comunidad, deseándoles ‘la
gracia y la paz”, que proceden del Padre y de Jesús el Señor. Luego
agradece a Dios por las maravillas obrada en la comunidad cristiana por
medio de su Hijo, y alienta a todos a dejarse guiar por el Padre quien los
conducirá a la comunión total con el Hijo.
ALELUYA Sal
84, 8
Aleluya. Muéstranos,
Señor, tu misericordia y danos tu salvación! Aleluya.
EVANGELIO
El Señor nos exhorta a
vivir en una responsable vigilancia esperando su venida gloriosa.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos. Mc 13, 33-37
Jesús dijo a sus
discípulos: “Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo
llegará el momento. Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al
cuidado de sus servidores, asigna a cada uno su tarea, y recomienda al
portero que permanezca en vela.
Estén prevenidos,
entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa: si al atardecer,
a medianoche, al canto del gallo o por la mañana. No sea que llegue de
improviso y los encuentre dormidos. Y esto que les digo a ustedes, lo digo
a todos: ¡Estén prevenidos!”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO:
Este relato es paralelo al de Mateo 24, 37- 44.
Aquí Marcos presenta una versión personal de las parábolas de la
vigilancia; insiste sobre el rol del portero y hace una discreta alusión a
la falta de vigilancia de Pedro en el ‘Huerto de los Olivos” (vv. 35- 36).
Por tanto, el cristiano que vive a la espera de su Señor o en la presencia
de su Señor, debe asumir sus propias responsabilidades. Para Marcos la
vigilancia es una cualidad exigida sobre todo a los responsables. Esta
vigilancia a la que está invitado el cristiano se explicita en la oración,
en la sobriedad, en la fe, en la caridad infatigable y en la resistencia al
mal.
SE DICE CREDO
ORACIÓN DE
LOS FIELES
(Después de la
invitación del celebrante).
A cada intención,
pedimos: Ayúdanos a salir a tu encuentro. ¡Ven, Señor Jesús!
·
Para que
la Iglesia en América Latina siga alimentando la esperanza de los oprimidos
y marginados. Oremos.
·
Para que
los gobernantes de nuestro continente cuiden con esmero la «Casa del Señor»
que es cada nación. Oremos.
·
Para que
los pobres, débiles y enfermos descubran en nuestra solidaridad, al Señor
que viene. Oremos.
·
Para que
cada institución y grupo parroquial se ocupe en la tarea asignada por el
Señor para bien de la Iglesia. Oremos.
(Añadir y/o sustituir
intenciones dando lugar a otras que reflejen las necesidades del momento
y/o de la comunidad).
LITURGIA EUCARÍSTICA
Presentación de las
ofrendas: Cristo enviado del Padre para nuestra salvación, es nuestra gran
ofrenda a Dios. Unidos a él, presentemos nuestro propósito de preparar su
venida con abundantes obras de caridad.
ORACIÓN SOBRE
LAS OFRENDAS
Dios nuestro, acepta
los dones que recibimos de ti y ahora te presentamos; que esta ofrenda
realizada en el tiempo presente, sea para nosotros anticipo de la salvación
eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO 1 DE
ADVIENTO
LAS DOS
VENIDAS DE CRISTO
Después del «Amén» de
la Oración sobre las ofrendas, queremos acudir al encuentro de Cristo que
viene. Por eso con aclamaciones y el canto participemos en la gran acción
de Gracias que recita el celebrante porque con Jesucristo se han cumplido
las promesas del Padre.
El Señor esté con
ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado
hacia el Señor.
Demos gracias al Señor,
nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y
necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias, siempre y en todo
lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno:
Por Jesucristo nuestro
Señor.
Quien, al nacer en el
mundo compartiendo nuestra naturaleza humana, nos abrió el camino de la
salvación que desde antiguo anunciaron los profetas; para que, cuando
vuelva al fin de los tiempos en la majestad de su gloria, podamos obtenerla
resurrección eterna que ahora con fe y esperanza confiamos alcanzar.’
Por eso, con los
ángeles y los arcángeles, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo,
Santo, Santo...
ANTÍFONA DE
COMUNIÓN Sal 84, 13
El mismo Señor nos dará
sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos.
COMUNIÓN
Jesús sigue viniendo en
la eucaristía y en cada hermano necesitado. Al acercarnos a comulgar
digamos con fe: ¡Ven, Señor, Jesús!
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Padre, que
fructifique en nosotros la celebración de los santos misterios con los que
tú nos enseñas a amar y adherirnos a los bienes eternos, mientras
peregrinamos en medio de las realidades transitorias de esta vida. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
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REFLEXIÓN BÍBLICA
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“Estén prevenidos….Tengan cuidado”
Mc 13, 33-37
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
5.1 ESTÉN PREVENIDOS
El relato evangélico
comienza y concluye con la misma invitación: “Estén prevenidos”. Y
luego siguen dos enseñanzas, la primera indica el "porqué" de
esta invitación: “porque no saben cuándo llegará el momento”. Una lectura
superficial podría parecernos como una imposición al temor porque Jesús no
revela el día y la hora, para que los cristianos vivan en continuo cuidado.
No obstante, no se indica la hora porque todas las horas son buenas para
abrirse al evangelio de suerte que comprometa la existencia. Jesús desea
vitalizar a una comunidad para que no esté obsesionada con el deseo de
conocer el final, sino que se preocupe por vivir y discernir tiempos y
momentos en la escucha y la obediencia. Y esto en la espera de la última
cita que nos introducirá definitivamente en el Reino; ciertamente es una
espera continua e intensa, pero no ansiosa ni temerosa, sino que fluye
confianza.
La segunda enseñanza
está en el "estilo" de la vigilancia. Marcos, al narrar la
parábola del hombre que se marcha de viaje lejos, indica que deja su “casa”
al cuidado de sus servidores. Es posible ver en la casa una imagen de la
comunidad cristiana. Cualquier creyente es, en su fidelidad cotidiana al
Señor, responsable de su construcción. La vigilancia se caracteriza como
"vigilancia de la casa", de la que, mientras espera a su Señor,
el cristiano debe cuidar desempeñando la tarea que Dios ha confiado a cada
uno.
5.2 TENGAN CUIDADO
En el Evangelio de
Marcos, el Señor nos exhorta a vivir en una responsable vigilancia
esperando su venida gloriosa, y les dice a sus discípulos: “Tengan
cuidado” Es toda una exhortación a la “vigilancia,” dada la
incertidumbre de esta hora.
Y para que nos quede
más claro él porque de esta invitación, nos pone la parábola del hombre que
se va de viaje y recomienda al portero que permanezca en vela. Siempre el
Señor nos pone ejemplos para que sea fácil para nosotros comprender lo que
dice, y es así como recoge el caso de un dueño que parte de viaje y deja
encargados a cada uno de sus siervos de una parte de su obra. Deben estar
trabajosos y alerta, en espera de la venida del señor y de esta hora de su
“visita.”
En efecto, Jesús
hablaba ayer sus discípulos y hoy a nosotros acerca de su venida,
advirtiéndonos que tengamos cuidado de no dejarnos aturdir por los excesos,
y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso
sobre nosotros como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en
toda la tierra. Por tanto tenemos que estar prevenidos y para ello, rogar
incansablemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así
podremos comparecer seguros ante el Hijo del hombre.
5.3 CUIDEMOS ESTE TIEMPO DE ESPERA
Y nos reitera Jesús: “Estén
prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa: si
al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana. No sea que
llegue de improviso y los encuentre dormidos. Y esto que les digo a
ustedes, lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!”, es decir nos pide
que nos alejemos de los males, que seamos serios, decorosos, comedidos al
hablar y al actuar en todo y que por nuestro bien estemos vigilantes.
También nos dice que
somos nosotros los responsables de nuestra conducta, es decir a nosotros
nos compete cuidarnos. Si miramos a nuestro alrededor, sabemos que hay
muchos excesos e imprudencias que hacen vacilar la fe y nos inducen o nos
provocan, por eso no nos dejemos aturdir, es decir no nos confundamos y no
nos desconectemos de la realidad como cristianos, esto es pasar de la luz a
la oscuridad. No dejarse aturdir, es no dejarse confundir y no
desconectarse de nuestra forma de ser de cristianos cuidando de caer en
excesos.
Porque él ha de venir,
pero no nos ha dicho cuándo, pero el día que
venga, vendrá sin previo aviso. A muchos no sorprenderá, y no va a ser
bueno si estamos llevando una vida descuidada y perezosa. Pero a los que
estén practicando una vida laboriosa y trabajando para el bien, esto es, si
no estamos haciendo una vida ociosa, habrá reconocimiento. Cuidemos este
tiempo de espera, no nos dejemos caer en tentaciones, en la comodidad, en
el placer mundano. Es decir que las cosas temporales no nos hagan descuidar
las espirituales.
5.4 ESPERANDO SU VENIDA OREMOS
INCESANTEMENTE
Cuando Jesús nos dice “Tengan
cuidado”, y luego nos pide “Estén prevenidos”, recordemos
que a esto mismo nos añade en el evangelio de Lucas, (Lc 21, 34-36) “oren
incesantemente”, es decir, primero nos advierte en contra de los males y
luego nos dice cómo ponerle remedio, y
esto es con la oración. Oigamos a Jesús cuando nos dice: “Estén prevenidos”
y para ello oremos incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de
ocurrir. Así podremos comparecer seguros ante el Hijo del hombre”
Muchas cosas nos son
necesarias para vivir y no podemos prescindir de ella como los alimentos,
tampoco podemos prescindir de las cosas espirituales, estas son aún más
necesarias. Si no nos alimentamos nuestro cuerpo desfallece, si no rezamos,
desfallece el alma. Si bien es cierto, que trabajar para vivir, es una
obligación, no es menos cierto que como cristianos orar también lo es. Pero
trabajar sin fe es desalentador y trabajar con una oración en los labios
aumenta la eficacia. Y orar, no es decir muchas cosas con muchas fórmulas,
es ponerse en la presencia del Señor y hablarle con palabras sencillas, que
salgan del corazón, pero siempre teniendo en conciencia de saber con quién
hablamos, como dice la santa madre Teresa de Jesús, en un trato de amistad
con quien sabemos nos ama, a un Dios que le hablamos como Padre, como
hermano y como nuestro más leal amigo. Pero no olvidemos que orar
también es hacer silencio para oír que nos dice el Señor.
5.5 LO IMPORTANTE NO SOLO QUE DEBAMOS ORAR,
LO HERMOSO Y GRANDE ES QUE PODAMOS ORAR.
Los evangelios están
llenos de mandatos, exhortaciones y parábolas de Jesús pidiendo a sus
Apóstoles que oren, que vigilen para no caer en la tentación, como en
Getsemaní. “Velen y oren, para que no caigan en tentación; que el espíritu
está pronto, pero la carne es débil.
(Mc 14,38). Y a las multitudes les enseñaba diciendo que oraran sin
desfallecer y con insistencia. Y para garantizar la eficacia de la oración
y persuadir a la confianza en el Padre, refiere la parábola del hombre que
consigue de su amigo unos panes a media noche, cuando él y sus hijos están
acostados, y asegura que cuánto más el Padre les dará lo que le pidan en su
nombre. ¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O
si le pide un pez, le da una serpiente? Si ustedes, que son malos, saben
dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará cosas
buenas a aquellos que se las pidan! (Mt 7,7-12).
¿Quién no se sentirá
estimulado a orar, y a orar unidos como hermanos, habiéndonos prometido el
Señor: "En verdad les digo que, si dos de ustedes se ponen de acuerdo
sobre la tierra, cualquier cosa que pidan les será concedida por mi Padre,
que está en los cielos"? (Mt 18,19) Lo importante no solo que debamos
orar, lo hermoso y grande es que podamos orar. La misión y el carisma de
santa Teresa de Jesús en la Iglesia es ser pregonera de la oración, como
camino de unión con Dios.
El Señor nos Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
Domingo I de Adviento Ciclo B
|
PARA
LA LECTIO DIVINA (3)
|
LA
ESPERANZA ES LA VIRTUD POR EXCELENCIA DE ADVIENTO.
Nos hace mirar al mañana con confianza y valentía. Sin embargo,
correría el riesgo de ser una esperanza ilusoria, vana, que se disiparía en
la nebulosa de nuestra fantasía si no fuese capaz de mirar con realismo la
situación presente y si no estuviese arraigada en el recuerdo de las cosas
buenas conocidas y vividas. Ésta es la temática común de las lecturas de
hoy.
En particular, la primera se fija en los beneficios realizados por
Dios como base para esperar de nuevo su venida. La lectura comienza hablando de Dios, no
del hombre: «Tú eres nuestro Padre, nuestro redentor» (1s 63,16); parte de
la certeza de que Dios se ha vinculado a nosotros y que no puede quedarse
lejos. Por lo demás, en la historia de toda relación (bien sea dentro de
una pareja, entre amigos, en el seno de una comunidad... ) el recuerdo de
los momentos felices vividos juntos y de las dificultades afrontadas en
armonía y solidaridad, puede ser fuente de fortaleza para afrontar nuevas
dificultades. Lo mismo ocurre en la relación con Dios, donde nunca podemos
renunciar a la memoria.
Pero además la esperanza debe ser una palabra que sea verdadera y
creíble en el presente. Por esta razón se conjuga con la vigilancia y la
laboriosidad. En la "casa" que es la Iglesia, todos los criados
tienen su tarea, y todos se llaman "siervos". Siervo es una
persona que pertenece a otro, que no tiene dominio ni sobre su propia vida.
En la casa de este Señor, todos tienen esta condición de no pertenecerse a
sí mismos, sino sólo a Él y a los demás. El ejemplo de los discípulos que
se durmieron en vez de velar con Jesús en el huerto de Getsemaní muestra a
las claras que esta vigilancia no es una actitud más, sino que coincide
sustancialmente con la capacidad de dar la vida, como fue la actitud de
Jesús.
|
ORACION (3)
|
La mejor sugerencia como
oración, en este caso, es volver a leer el texto de la primera lectura, ya
que el mismo texto es una súplica.
“Tú, Señor, eres nuestro
Padre”. Mientras vamos acercándonos a ti, Padre, sentimos estas palabras en
toda su fuerza. Te has comprometido con nosotros, te has expuesto por
nuestro "rescate", y así podemos apelar a este título para llamar
a tu corazón. No recuerdes quiénes somos, recuerda quién eres tú, ya que
nosotros somos barro y tú el alfarero. No olvides la obra de tus manos.
Señor Jesús, que nos has
confiado tu casa, la Iglesia y todos nuestros hermanos para que cuidemos
unos de otros en espera de tu vuelta, no dejes que decaigan nuestros brazos
abatidos por el cansancio o por el sueño. No nos abandones al poder de
nuestro pecado y nuestra iniquidad.
Tú que nos llamas
"siervos" concédenos reconocemos en ti, ya que te has hecho
siervo nuestro.
Estad alerta, vigilad»,
es lo que nos mandas: como quien pasa la noche de guardia atento a
cualquier ruido nocturno porque puede ser precursor de algo inesperado, haz
que tengamos el ojo avizor y el oído atento para percibir dónde estás y
dónde nos llamas a colaborar contigo
|
SANTORAL (4)
|
EL
ADVIENTO
La Iglesia, para comenzar el
año litúrgico, celebra la llegada de Cristo con los hombres con una gran
fiesta a la cual llamamos Navidad. Esta fiesta es tan importante para los
cristianos que la Iglesia, antes de celebrarla, prepara a sus hijos durante
el período conocido como Adviento. Ya desde tiempos remotos la Iglesia acostumbra tener esta preparación.
La palabra Adviento, como se
conoce este periodo, significa "llegada" y claramente indica el
espíritu de vigilia y preparación que los cristianos deben vivir. Al igual
que se prepara la casa para recibir a un invitado muy especial y celebrar
su estancia con nosotros, durante los cuatro domingos que anteceden a la
fiesta de Navidad, los cristianos preparan su alma para recibir a Cristo y
celebrar con Él su presencia entre nosotros.
En este tiempo es muy
característico pensar: ¿cómo vamos a celebrar la Noche Buena y el día de
Navidad? ¿con quien vamos a disfrutar estas
fiestas? ¿qué vamos a regalar? Pero todo este ajetreo no tiene sentido si
no consideramos que Cristo es el festejado a quien tenemos que acompañar y
agasajar en este día. Cristo quiere que le demos lo más preciado que
tenemos: nuestra propia vida; por lo que el período de Adviento nos sirve
para preparar ese regalo que Jesús quiere, es decir, el adviento es un
tiempo para tomar conciencia de lo que vamos a celebrar y de preparación
espiritual.
Durante el Adviento los
cristianos renuevan el deseo de recibir a Cristo por medio de la oración,
el sacrificio, la generosidad y la caridad con los que nos rodean, es
decir, renovarnos procurando ser mejores nuestra vida para recibir a Jesús.
La Iglesia durante las cuatro
semanas anteriores a la Navidad y especialmente los domingos dedica la
liturgia de la misa a la contemplación de la primera "llegada" de
Cristo a la tierra, de su próxima "llegada" triunfal y la
disposición que debemos tener para recibirlo. El color morado de los
ornamentos usados en sus celebraciones nos recuerda la actitud de
penitencia y sacrificio que todos los cristianos debemos tener para
prepararnos a tan importante evento.
La familia como Iglesia
doméstica procura reunirse para hacer más profunda esta preparación.
Algunas familias se unen para orar en torno a una corona de ramas de hojas
perennes sobre la cuál colocan velas que van encendiendo cada domingo. En
otros lugares se elabora un calendario en el cuál
se marcan los días que pasan hasta llegar al día de Navidad. En algunos
países como México familiares y amigos se reúnen para celebrar las Posadas
rezando el rosario, recordando el peregrinar de María y José para llegar a
Belén. En todas estas reuniones el sentido de penitencia y sacrificio se
enriquece por la esperanza y el espíritu de fraternidad y generosidad que
surge de la alegría de que Dios pronto estará con nosotros.
|
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La Página de la Misa Diaria, está preparada y es
enviada por Pedro S. A. Donoso Brant, desde Santiago de Chile, como un
servicio de apostolado, amor por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia.
Les ruego su oración, para que pueda mantenerse este servicio y subsidio,
dando gracias a nuestro Dios que tanto nos ama.
Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo
“Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo, para el estudio y comentario
de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, (SBNC) y/o
Biblia de Jerusalén (SBJ),
(3)
Para la Lectio Divina, Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio
Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.) y/o, Intimidad Divina, Fr. Gabriel de
Santa M. Magdalena ocd,
(4) Santoral preparado por la Parroquia de la
Sagrada Familia de Vigo.
Nota sobre la publicidad: La publicidad que pueda aparecer
debajo de esta página, no es de responsabilidad de Caminando con Jesús.
Este es un servicio gratuito, no recibe ningún tipo de ayuda económica y no
la busca, gratuito hemos recibido mucho, gratuito queremos dar todo lo
mejor que podamos, pero sin en esa publicidad no podría llegar hasta sus
correos este servicio, que hoy ya llega a más de 22.000 correos.
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