CENTRO DE ESPIRITUALIDAD CARMELITANO-BIBLICO “LA FONTE” (o.c.d.) |
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SEGUNDO GRADO DE ORACIÓN,
REGAR CON NORIA |
SEGUNDO
GRADO DE ORACIÓN: En la segunda forma o grado de oración se saca el agua con
una noria: “...con noria y arcaduces, que se saca con un torno (yo lo he
sacado algunas veces), es a menos trabajo y sácase más agua” (V. 11,7), dice
Sta. Teresa. Aquí el orante experimenta en sí unos gustos muy
particulares que no vienen de ninguna manera procurados por su mucho
discurrir o meditar en las cosas de Dios. Aunque aquí no se ha de dejar del
todo la oración mental. La santa nos habla de la oración de quietud, que es
precisamente una comunicación de Dios al alma en la que la persona siente en sí
un recogimiento hacia lo profundo de su ser, en el que su voluntad siente y
goza claramente de unos gustos, contentos, que no había conocido antes en
ninguna cosa de este mundo terreno, tanto que no se querría bullir: “Aquí se comienza a recoger el alma, toca
ya aquí cosa sobrenatural, porque en ninguna manera puede ganar aquello por
diligencias que haga” (V. 14,3) Es cosa ya sobrenatural, es decir, por encima de lo que el
hombre puede. Viene de Dios que se comunica al alma y quiere que el alma
sienta cómo se le comunica. Dios actúa directamente en la voluntad
intensificando el amor. Cautiva: “¡Oh Jesús y Señor mío, qué nos vale aquí
vuestro amor!, porque éste tiene el nuestro tan atado que no deja libertad
para amar en aquel punto a otra cosa
sino a Vos!”(V.14, 2) La persona ve en sí con certeza que estuvo el Señor con
ella. Va creciendo en virtudes: “comienza a perder la codicia de lo de
acá”(V.14,8). Además desea ratos de soledad para gozar más de aquel bien,
“porque comienza el Señor a encender el verdadero amor suyo”. El alma siente
en sí que la oración es principio de todos los bienes y por nada querría
dejarla. Este primer grado de oración, lo trata la Santa Madre
Teresa en capitulo 11 al 13 del Libro Vida |
Pedro Sergio Antonio
Donoso Brant |