CENTRO DE ESPIRITUALIDAD CARMELITANO-BIBLICO “LA FONTE” (o.c.d.) |
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CUARTO GRADO DE ORACIÓN,
AGUA DE LLUVIA |
CUARTO
GRADO DE ORACIÓN: “... es agua que viene del cielo para con su abundancia
henchir y hartar todo este huerto de agua” (V. 18,9). Se trata de la oración de
unión de todas las potencias en la que la acción de Dios envuelve y domina al
orante. Santa Teresa se siente aquí
inundada de la inefabilidad de esta experiencia. Describe así la oración de
unión: “Acá no hay sentir, sino gozar sin entender lo que se goza. Entiéndese
que se goza un bien adonde juntos se encierran todos los bienes, mas no se
comprende esto bien. Ocúpanse todos los sentidos en
este gozo, de manera que no queda ninguno desocupado para poder en otra cosa
exterior ni interiormente” ocuparse. (V.18, 1) El alma “siente con un deleite
grandísimo y suave casi desfallecer toda con una manera de desmayo... toda la
fuerza exterior se pierde y se aumenta en las del alma para mejor poder gozar
de su gloria. El deleite exterior que se siente es grande y muy conocido”
(V.18, 10) La acción de Dios es tan fuerte que suspende todas las potencias,
hasta tal punto que no puede ocuparse en nada. “Dios coge al alma y la lleva
consigo” “Viene un ímpetu tan acelerado y fuerte, que veis sentir y sentís
levantarse esta nube (de la gran Majestad de Dios)”. Ni tampoco entender
durante la comunicación lo que se le está dando. Se da por tanto una
concentración total de la persona entera: interior y exterior, potencias y
sentidos en Dios. En esta comunicación de Dios el alma se representa estar
junto a El, y tiene absoluta certeza de su presencia. Santa Teresa llama a esta gracia de unión
levantamiento de espíritu o vuelo de espíritu y unión. Vienen a ser dos
maneras de realizarse esta gracia de la unión plena con Dios. El orante siente en sí grandísimas ganancias en sí:
psicológicas: ternuras y lágrimas gozosas, deleite. Morales: “Queda el alma
animosa” empeñarse por Dios. “Promesas
y determinaciones heroicas” (V.19, 2). Y generosidad en la entrega a los
demás. “Comienza a aprovechar a los prójimos” (V.19, 3). Y teologales: Gran
concentración amorosa, existencial en Dios. “Quédase
sola con él” (V.19, 3) El hombre hunde sus raíces en Dios. Opta por él. De
cara a las criaturas se traduce en “desasimiento”, desarraigo, liberación.
“Humildad más crecida” (V.19, 2) A la persona le ilumina una gran luz, un
conocimiento de su ser, de su
indignidad, “ve su miseria”. Un conocimiento de la vanidad del mundo y la verdad de Dios
que tan portentosamente ha obrado en él. Conviene decir que a esta oración de unión se llega
normalmente después que el orante se ha ejercitado durante largo tiempo en la
oración mental. Aunque también puede ser concedida, por gracia de Dios,
estando todavía muy atrás en el camino. Este primer grado de oración, lo trata la Santa Madre
Teresa en capitulo 11 al 13 del Libro Vida |
Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant |